Tal juicio está relacionado con las publicaciones realizadas por Dallagnol en su perfil de la red social Twitter sobre el senador Renan Calheiros.
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De acuerdo con lo divulgado, si Calheiros resulta elegido para la presidencia del Senado, habría ndificultades para aprobar una reforma contra la corrupción.
Ante las imputaciones, el congresista afirmó que el fiscal actuó políticamente contra su elección a la jefatura del Senado en 2019.
El 17 de agosto, el juez Celso de Mello, del Supremo Tribunal Federal, suspendió las dos acciones que serían analizadas en la CNMP a la jornada siguiente.
Otro caso es una solicitud de acción presentada por la senadora Kátia Abreu que pidió el cese, en interés público, del fiscal del grupo de trabajo de la Lava Jato.
Por su parte, el magistrado Gilmar Mendes ordenó el 4 de septiembre la suspensión de todos los efectos de la decisión de De Mello, al alegar que lo hace porque el plazo para el regreso de su colega (en licencia médica), es el 11 de septiembre, cuando se podría haber prescrito la sanción del caso de Calheiros.
Recientemente Dallagnol renunció al cargo por motivos familiares, según confirmó en un video publicado en redes sociales.
Argumentó que abandonaba la Lava Jato para dedicarse a asuntos de salud en su familia, en especial de su hija de un año y 10 meses.
Iniciada en marzo de 2014 por la Policía Federal, la investigación anticorrupción fue bautizada como Lava Jato en referencia a una serie de fregaderos de autos (primer sitio allanado en su capital, Brasilia) por maniobras de lavado de dinero.
Por la excepcionalidad de sus acciones, abogados acusan al grupo judicial de ‘selectivo y parcial’ en sus procedimientos, siendo ‘un caso penal que violó las reglas mínimas de defensa para un gran número de acusados’.