Predomina otra vez el alborozo, el abrazo de los amigos, el olor a libros nuevos, con la particularidad de la isla de haber vacunado con productos propios contra la Covid-19 a casi la totalidad de profesores y educandos antes del comienzo.
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Estudiantes de prescolar a quinto grado de la primaria se suman así a los de otras enseñanzas, quienes están en las aulas desde el pasado 4 de octubre y 8 de noviembre.
También lo hacen aquellos que no lograron empezar en la fecha prevista por un retraso en la inmunización, de las provincias de Mayabeque (occidente), Villa Clara y Camagüey (centro), Las Tunas, Holguín y Granma (oriente).
Completarán de esa forma sus matrículas las escuelas del país, con una actualización de sus planes de estudio, al tiempo que profesores deberán sistematizar los contenidos recibidos mediante clases televisadas y directivos velarán por la organización escolar y la calidad del proceso docente-educativo.
A los estudiantes corresponderá el empeño de aprender y cumplir las medidas higiénico-sanitarias previstas en cada institución, entre ellas, el uso constante de la mascarilla y el hipoclorito para la higienización de superficies, manos, picaportes y otros, distanciamiento físico, pesquisa diaria y prohibición de entrada a las instituciones de personas ajenas o con enfermedades.
Nataly Padrón prefiere las matemáticas a las asignaturas de letras, y en su entusiasmo por llegar hoy a su centro reveló a Prensa Latina que “quiere volver a ver a sus amigos, aprender lo nuevo y jugar en el patio de la escuela”.
La estudiante de tercer grado de la primaria Pedro Martínez, del municipio habanero de Arroyo Naranjo, afirmó sentirse segura tras recibir las tres dosis de la vacuna, así como lo hizo el 90 por ciento de los educandos de la nación antillana.
“La «Soberana» me ha dado más seguridad, de todas formas me seguiré cuidando”, expresó por su parte Marcos David Espinosa, alumno de tercer grado de la escuela Vo Thi Thang, en referencia a uno de los tres inmunizantes creados por la industria biotecnológica cubana.
Se trata además “de divertirse, porque la escuela no es solo para estudiar”, dijo él, aunque también lo didáctico sea parte del fortalecimiento de los aprendizajes, y eso lo saben bien los docentes de la isla caribeña.
“Que todas las actividades logren combinar lo agradable de estar nuevamente en las aulas, pero al mismo tiempo los recursos y vías para alcanzar los objetivos educativos previstos en los diferentes grados”, declaró recientemente a Prensa Latina la doctora Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas.
Los niños de Cuba vuelven este lunes a las clases presenciales y con ellos muchos padres lo harán a sus centros de trabajo.
De esa forma la nación comenzará a reactivar su economía, a la vez que -como piden sus máximos dirigentes- trabajará por mantener la tendencia a la disminución de los casos positivos de Covid-19.