Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Política

Bayardi: “Ucrania es el peón de EEUU”

“EEUU está tratando en primer lugar de aislar a Rusia y eventualmente complicar la consolidación de Moscú como una potencia regional en la zona euroasiática y más cuando las relaciones chino-rusas estaban en su mejor momento”, afirmó el exministro de Defensa Nacional.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

 

Por: Lucía Barrios

El exministro de Defensa Nacional, José Bayardi, analizó, en una entrevista con Caras y Caretas, el conflicto que está sucediendo en Ucrania. Afirmó que ese país “es el peón de EEUU en su estrategia por reinstalar” una hegemonía que estaba en disputa con China.

“Tenemos que tener presente el contexto global que vive el mundo hoy, que es caracterizado por la pérdida de hegemonía, en la que EEUU, particularmente desde la caída de la URSS, ha estado tenido en peligro su dominio por el crecimiento de China en lo que tiene que ver con el área económica. En el área militar, la hegemonía también es limitada con Rusia. Creo que Ucrania es un peón de una estrategia que pretende, por parte de EEUU, reconfigurar o reinstalar esa hegemonía de la que tuvo particularmente después de la caída de la URSS”, consideró Bayardi, en diálogo con esta revista.

Consideró que es “lamentable” que los conflictos no se resuelvan por la vía diplomática, pero afirmó que EEUU condicionó a los gobernantes europeos para llevar a cabo una “estrategia global” para recomponer su hegemonía.

“EEUU está en competencia por el avance de China, porque Rusia desde el punto de vista económico no tiene la misma potencia, y está tratando, en primer lugar, de aislar a Rusia y eventualmente complicar la consolidación de Moscú como una potencia regional en la zona euroasiática y más cuando las relaciones chino-rusas estaban en su mejor momento […] eso ha sido una de las determinantes por lo que no hubo espacio de encontrar una solución política, que en mi opinión pasaba en primer lugar por hacer el compromiso de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que no se iba a extender a Ucrania”, agregó.

A finales de 2021, el Ministerio de Exteriores de Rusia publicó sus propuestas para la OTAN sobre las garantías de seguridad en Europa, en las que planteaba a la alianza atlántica que no se expandiera hacia el este y excluyera el ingreso a Ucrania.

El 26 de enero, EEUU y la OTAN presentaron sus respuestas por escrito a la iniciativa de Rusia; sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que la otra parte había ignorado las preocupaciones de Moscú.

Putin dijo que la OTAN engañó a Rusia diciendo que no se expandiría hacia el este, informó la agencia Sputnik.

Posteriormente, Putin anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las repúblicas de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como estados soberanos, necesitaban ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.

 

¿Cuál es su opinión sobre la guerra en Ucrania?

Como opinión genérica, es un conflicto que se ha llegado lamentablemente porque no se tuvo la capacidad política de solucionarlo a través de la vía diplomática. En primer lugar, lamento profundamente que se haya llegado a la situación militar que hoy se está viviendo, lo que implica esto particularmente para la población ucraniana, en primerísimo lugar, y para los soldados de una y otra parte. Porque todo conflicto se lleva vidas humanas. Lo primero es el rechazo a la solución de problemas que se podían solucionar por la vía del diálogo.

Después hay que ver que la situación de Ucrania encierra más de un conflicto. Uno de los problemas está en el interior de Ucrania, desde 2014, como lo que fueron las manifestaciones conocidas como Euromaidán y encierra por otra parte un conflicto que se viene arrastrando desde la caída de la URSS, que se conoció como el socialismo real, en 1991, y que tiene que ver con un compromiso tácito asumido respecto a que la unificación de Alemania que no iba a llevar las fronteras de la OTAN más allá de las que quedaron consolidadas en ese momento, en 1991.

Son dos cuestiones que estuvieron planteadas, una que surgió a partir del Euromaidán, de la situación que se empieza a vivir en Ucrania a partir de la caída del gobierno del Víktor Yanukóvich que dio lugar a la sustitución de esa administración por un pequeño gobierno de transición y después con el gobierno de Víktor Yúshchenko y luego Vladímir Zelesnki, el actual presidente de Ucrania.

La sociedad ucraniana tiene poblaciones de distintos orígenes, donde hay una población rusa. El problema es que se llevó adelante un proceso de persecución de la población de origen ruso. En 2018 se consolidó hasta la prohibición del idioma ruso, que era reconocido hasta ese momento en Ucrania y la persecución de todos los ciudadanos rusos que derivó a que el sector del este de Ucrania, particularmente del Donbás, reaccionara y se constituyera en dos repúblicas de Donestk y de Lugansk. A partir de ahí se dio un enfrentamiento civil. La guerra no empezó el 24 de febrero. Había en Ucrania una situación de guerra que llevó a la muerte a 14.000 civiles en el este, mayormente rusos de origen, desde hacía 8 años.

En el devenir del último gobierno, de Zelesnki, se da una agudización del proceso, que auspició dentro de su componente militar a fuerzas de ultraderecha, fundamentalmente, nazis y planteó, en marzo de 2021, la eventualidad de que Ucrania abandonara el acuerdo de Budapest. Esto se interpretó por Rusia como un peligro para su seguridad nacional. Este problema encuadra con el que se viene arrastrando desde 1991, que se radicalizó en 1998, durante los gobiernos de Clinton, Bush hijo y de Obama, que era la extensión de la OTAN como alianza militar sobre el este, más próximo a la frontera de Rusia. Esto llevó a hubiera en los meses finales de diciembre un desplazamiento de fuerzas rusas en la frontera sobre Ucrania.

Ese debió haber sido el momento de buscar una solución política diplomática, que en mi opinión pasa por la neutralidad militar y nuclear de Ucrania y las garantías para Donbás. No hubo voluntad de Occidente. Acá no solo es responsabilidad del gobierno de Ucrania sino de las potencias de la OTAN y de EEUU, que no quisieron hacer el compromiso de que no iba a haber la incorporación de Ucrania a la OTAN. El 28 de febrero un analista escribió un artículo que dice que durante mucho tiempo ha estado claro que la expansión de la OTAN hacia el este conduciría a la tragedia, ahora estamos pagando el precio de la arrogancia de EEUU. Quiere decir que la incapacidad de dar garantías de seguridad llevó a que Rusia entendiera que había una línea roja que se estaba pasando.

 

¿Entonces, este conflicto se debe a la invasión de EEUU hacia el este junto con la OTAN?

Tenemos que tener presente el contexto global que vive el mundo hoy, que es caracterizado por la pérdida de hegemonía de EEUU que, particularmente desde la caída de la URSS, ha estado puesta en peligro por el crecimiento de China en lo que tiene que ver con el área económica. En el área militar, la hegemonía también es limitada con Rusia. Creo que Ucrania es un peón de una estrategia que pretende por parte de EEUU reconfigurar o reinstalar esa hegemonía de la que tuvo particularmente después de la caída de la URSS. Condicionaron a gobernantes europeos como parte de una estrategia global por una recomposición de una hegemonía que está en disputa en el contexto actual. Podríamos incluso repetir lo que un teórico norteamericano ha llamado la Trampa de Tucídides, que significa que es inevitable la guerra. Ese teórico ha hecho un seguimiento de 400 años en que las potencias con hegemonía, frente al crecimiento de otra, han tenido enfrentamientos. Creo que el mundo está viviendo esa situación.

 

¿Entonces cree que EEUU pretende frenar el avance de Rusia?

EEUU está en competencia por el avance de China, porque Rusia desde el punto de vista económico no tiene la misma potencia, y está tratando en primer lugar de aislar a Rusia y eventualmente complicar la consolidación de Moscú como una potencia regional en la zona euroasiática y más cuando las relaciones chino-rusas estaban en su mejor momento. Entonces, está tratando de volver a poner bajo su estrategia a la totalidad de Europa que estaba tratando de liberarse un poco y eso ha sido una de las determinantes por lo que no hubo espacio de encontrar una solución política, que en mi opinión pasaba en primer lugar por hacer el compromiso de la OTAN que no se iba a extender a Ucrania.

 

¿Cuál cree que es el desenlace posible?

Hay un desenlace deseable y otro posible. El deseable es que se sentaran en las negociaciones, no solo Ucrania y Rusia, sino que también aquellos que deben garantizar la seguridad de un país, en este caso OTAN y EEUU, que se den garantías a los ucranianos de origen ruso que no van a ser hostigados y que se logren de alguna manera las ayudas económicas que sean necesarias para que el sufrimiento de los ucranianos sea el menor posible y también el sufrimiento al que ha estado expuesta durante 8 años la región de Donbás.

Creo que si no hay un cambio importante en Europa, que parece alineada a EEUU, lo deseable se va alejando en el tiempo y el sufrimiento va a ser mucho mayor y también va a ser un impacto muy grande en la economía no solo de Rusia, sino global.

 

¿El conflicto podría escalar?

Que podría extenderse es una cosa, que podría escalar, yo esperaría que exista la suficiente responsabilidad para que no pase. Hay una frase de Albert Einstein que dice que la tercera guerra mundial podría ser con armamento nuclear, pero la cuarta va a ser con palos.

 

Uruguay y América Latina han sido cautos”

Bayardi consideró que tanto Uruguay como América Latina han sido cautos a la hora de posicionarse con respecto a este conflicto.

“Lo que digo es que un pequeño país como el nuestro tiene que ser muy profesional en sus relaciones internacionales. Ha habido actores de mucho peso en la geopolítica global, puede hablarse China, Pakistán, India, que han sido cautos en este momento […] hay que ser muy cautos de cómo uno se termina parando en el escenario, porque es muy dinámico que no solo va a repercutir en Europa, sino que también va a repercutir a nivel global y no sabemos en qué va a derivar todavía”, agregó.

 

¿Cuál es su opinión sobre la posición de Uruguay?

Desconozco los detalles, no solo lo que ha salido en la prensa. Lo que digo es que un pequeño país como el nuestro tiene que ser muy profesional en sus relaciones internacionales. Ha habido actores de mucho peso en la geopolítica global, puede hablarse China, Pakistán, India, que han sido cautos en este momento y creo que hay que moverse con mucha cautela. Creo que sí hay que condenar la solución militar de los problemas que pueden ser solucionados del punto de vista político, que hay que llamar al diálogo y negociación, que hay que estar abiertos a la solidaridad, pero que hay que ser muy cautos de cómo uno se termina parando en el escenario, porque es muy dinámico que no solo va a repercutir en Europa, sino que también va a repercutir a nivel global y no sabemos en qué va a derivar todavía.

 

¿Cree que Uruguay ha sido cauto?

Uruguay se ha movido con la suficiente cautela en términos generales, más allá de la contradicción que apareció en la OEA y creo que debería seguir siendo extremadamente cauto y hacer un seguimiento acabado de todas las variables.

 

¿Cómo cree que América Latina se ha comportado?

En promedio, se ha comportado con bastante cautela. Se pronunciaron en contra de la guerra, rechazando la solución militar y llamando a la paz y al diálogo. Ese es un punto que debe consolidarse como posicionamiento latinoamericano en general.

 

“En una guerra lo primero que muere es la verdad”

 

El exministro también opinó sobre la suspensión de los medios rusos, como RT y Sputnik. Consideró que en “la guerra lo primero que se hiere de muerte es la verdad”.

Asimismo, afirmó que el bloqueo a estos medios atenta contra la libertad de información.

Las páginas de los medios rusos fueron bloqueadas para los usuarios de la Unión Europea del buscador más grande del mundo, Google, y también censuraron sus canales de YouTube y de Meta Platforms, la compañía que controla Instagram, WhatsApp, Facebook, entre otras redes sociales.

A esas tres compañías estadounidenses también se sumó Apple, que decidió eliminar de su tienda en todo el mundo las aplicaciones de estos medios.

Los periodistas de estos medios también son objeto de ataques a través de las redes controladas por Meta Platforms, e incluso las cuentas algunos de sus trabajadores se marcaron en Twitter con la etiqueta de «Medios afiliados al Gobierno de Rusia».

 

¿Qué piensa sobre la suspensión de medios rusos?

En la guerra lo primero que se hiere de muerte es la verdad y el espacio comunicacional es uno que también se lleva adelante la guerra. En el espacio comunicacional se busca condicionar la lectura de la opinión pública global sobre una versión o relato de la guerra. En ese sentido, creo que el bloqueo a los medios de comunicación rusos en realidad no solo atenta contra la libertad de información, cada cual puede nutrirse, leer, analizar las fuentes que entienda y cada cual con mayor o menor conocimiento tratará de sacar las conclusiones de un evento dramático. Me parece que se atenta contra la libertad de información, que no quiere decir que todas las agencias no estén transmitiendo informaciones con sesgo, todas lo pueden hacer, las estatales y no estatales, pero cada uno de nosotros es suficientemente grande para saber leer entre líneas el conjunto de información representada. Se está llevando la guerra a un espacio muy importante que es la comunicación, por lo cual el que domina ese espacio domina la opinión mundial.

Dejá tu comentario