Según un reporte de RT Noticias, se trata del componente de anticuerpo contra el SARS-CoV-2 más pequeño hallado hasta la fecha, utilizado para elaborar un fármaco conocido como Ab8. Los científicos demostraron que el medicamento tiene gran potencial como terapéutico y profiláctico contra el nuevo coronavirus.
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La biomolécula aislada es 10 veces más pequeña que un anticuerpo de tamaño completo, y los investigadores aseguran que ha sido “muy eficaz para prevenir y tratar la infección por SARS-CoV-2 en ratones y hámsteres”.
“Los anticuerpos de mayor tamaño han actuado contra otras enfermedades infecciosas y se han tolerado bien, lo que nos da la esperanza de que podría ser un tratamiento eficaz para los pacientes con COVID-19 y para la protección de aquellos que nunca han tenido la infección y no son inmunes”, explicó John Mellors, coautor del estudio de coronavirus.
Asimismo, los expertos aseguran que las dimensiones del componente no solo aumentan su potencial de difusión en los tejidos para neutralizar mejor el virus, sino que también permiten administrar el fármaco por vías alternativas, incluyendo la inhalación o la vía intradérmica, en lugar de la vía intravenosa.
Además, los científicos destacaron que la biomolécula no se une a las células humanas, lo que representaría una ventaja, pues consideran que no tendrá efectos secundarios negativos en las personas.
“La pandemia de COVID-19 es un desafío global que enfrenta la humanidad, pero es probable que la ciencia biomédica y el ingenio humano lo superen […] Esperamos que los anticuerpos que hemos descubierto contribuyan a ese triunfo”, concluyó Mellors.