El 28 de diciembre de 2014 Lola Chomnalez, adolescente argentina de 15 años, fue asesinada entre Valizas y Aguas Dulces. La noticia sacudió a los balnearios, al departamento de Rocha y a todo el país.
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Pasaron exactamente siete años desde el asesinato, siete años desde aquellas tristemente célebres imágenes de la policía llevando evidencia en una caja de bananas. Siete años sin respuestas ni justicia. «Justicia sería que ella esté acá», dijo la madre de Lola, Adriana Belmonte, a TN.
El caso tuvo cuarenta sospechosos y el archivo acumula más de 5.000 folios. La investigación puso a la Justicia uruguaya en el foco, con la presión internacional sobre sus hombros para resolver el caso. Pero no sucedió.
Una nueva pista
Belmonte aseguró en diálogo con el medio argentino que tienen una nueva pista. La familia impulsó una investigación independiente por su parte para seguirla. «Siento que caminamos en el desierto», se lamentó, «necesitamos colaboración de la justicia uruguaya».
La madre de Lola prefirió no dar más detalles sobre la pista.
El acusado
Los rumores corren rápido en Rocha. Las semanas siguientes al asesinato en Valizas había acusaciones cruzadas. Varios de los procesados fueron marcados como responsables por gente del balneario. Sin embargo, nadie fue condenado.
Actualmente Ángel Moreira, El Cachila, está procesado como coautor de homicidio agravado por alevosía. Para el fiscal a cargo de la causa, Jorge Vaz, «El Cachila» estuvo presente «antes, durante y después» del homicidio de Lola, cuyo móvil fue «probablemente sexual».
Entre las pruebas que consideraron para su procesamiento estuvieron los resultados de peritajes psicológicos, psiquiátricos y semiológicos que revelaron que el acusado tiene una personalidad con tendencia “a la mitomanía”, a “irritarse fácilmente y perder el control de sus impulsos”, y un patrón de “desprecio y violación de los derechos de los demás”.
Por otro lado, el detenido estaba al tanto de detalles muy específicos, como que Lola «cayó de rodillas porque se sentía mal». El Cachila afirmó esto en 2015 y, según el forense, efectivamente ella cayó de rodillas después del ataque con un cuchillo y de ser cortada. “No cualquiera sabía esto”, remarcó Vaz a los medios.