Cerro le ganó a Rampla 1 a o con un golazo de Matías Alfonso que clavó la pelota literalmente en el ángulo a los 14 minutos del encuentro.
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No era sólo un clásico de la Villa más, ambos equipos llegaban con un partido ganado en nueve fechas, la diferencia era un encuentro más empatado por Cerro y más goles convertidos.
Pero Cerro había decidido el cambio de entrenador y de España llegó Walter Pandiani para ser el nuevo técnico albiceleste.
El encuentro fue un clásico tradicional, cerrado, pierna fuerte y mucho corazón. Sin embargo se vio intención de juego, los albicelestes manejaron mejor la pelota e impusieron por momentos lo que pretendían, juego por las bandas, doblando las marcas sobre la pelota, pero pecaban de imprecisión en el pase.
Rampla jugaba largo a sus delanteros y los primeros minutos lograron alaguna chance, pero poco a poco se le cortaron los circuitos.
Una jugada de ataque por izquierda, el toque a Coelho que poco le había llegado la pelota, se apoyó hacia atrás y de afuera del área Alfonso le pegó con justeza y la clavó literalmente en el ángulo, inatajable para poner el 1 a 0.
Laforia sacó dos o tres pelotas que le permitieron a Rampla mantenerse en partido.
El segundo tiempo fue muy cortado, algunas lesiones por el esfuerzo forzaron cambios y alguna corrida del colombiano Berrios y la presión de Albin en algún momento ilusionó a los picapiedras; pero la solidez defensiva en la mitad de la cancha dio tranquilidad.
Cerro ganó su segundo partido en el campeonato, no ganaba desde la primera fecha.