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Coimas en Conmebol: El veloz puntero

El exgerente de TyC Alejandro Burzaco declaró en calidad de “testigo arrepentido” ante la Justicia de Estados Unidos y detalló el esquema de pago de coimas en Conmebol.

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Caras y Caretas Diario

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El día estaba marcado en rojo en el calendario. El exgerente de Torneos & Competencias (TyC) Alejandro Burzaco compareció el martes 14 ante la jueza federal del distrito de Brooklyn, Pamela Chen, en el marco de la indagatoria por el pago de sobornos a los principales dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para adquirir los derechos de televisión de los principales torneos del fútbol continental. Lo hizo en calidad de “testigo arrepentido”, tras el acuerdo firmado con la Fiscalía General de Estados Unidos por el cual se declaró culpable de los delitos de fraude, sobornos y lavado de activos, y aceptó pagar una fianza de 21,6 millones de dólares. A su frente estaban los únicos tres dirigentes de Conmebol que se declararon inocentes y no aceptaron los pactos de colaboración con la fiscalía: el expresidente de Conmebol Juan Ángel Napout (Paraguay) y los dirigentes José Maria Marin (Brasil) y Miguel Burga (Perú). Y su delación tuvo el impacto que se esperaba. Durante su extensa declaración, Burzaco reconoció el pago de coimas a los dirigentes del fútbol sudamericano, aportó detalles de las conversaciones y las reuniones en que se acordaron los pagos y de las transferencias a cuentas bancarias en paraísos fiscales o a casas de cambio en la República Argentina, informó el portal BuzzFeed News. Pero también involucró en las maniobras ilícitas a algunas de las principales cadenas de televisión que operan en el continente: Burzaco afirmó que Fox Sports, O Globo (Brasil), Televisa (México), MediaPro (España), Full Play Group (Argentina) y la cadena Traffic (Brasil) pagaron sobornos para obtener los derechos de televisación de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, así como de varias ediciones de la Copa América -en este caso a través de Datisa SA, un consorcio conformado por TyC, Traffic y Full Play-. El centro de su testimonio fue el expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y exvicepresidente de la FIFA, Julio Humberto Grondona, hoy fallecido. “Julio Grondona sabía todo”, declaró. Burzaco afirmó que le pagó coimas a Grondona desde 2005 hasta su muerte en 2014. En 2006, el pago era de 600.000 dólares y después pasó a un millón de dólares; a partir de 2012 la cifra se elevó a 1,2 millones de dólares al año. Los pagos se le hacían en efectivo a través de giros a la empresa Alhec Tours, una financiera de Buenos Aires que tuvo sede en Uruguay en una oficina del World Trade Center. Grondona también cobró un millón de dólares para votar en favor de la candidatura de Qatar para el Mundial 2022, dijo Burzaco. El pago de sobornos involucró al resto de los principales dirigentes del fútbol continental de los años 1990 y 2000: el expresidente de Conmebol Nicolás Leoz, el brasilero Ricardo Texeira (expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, CBF) y el argentino Eduardo Deluca, entre otros. También señaló al expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) Eugenio Figueredo -procesado en Uruguay por delitos de estafa y lavado de activos vinculados a estos hechos-; un informe de la Fiscalía General de Estados Unidos estimó que Figueredo recibió unos 10 millones de dólares en sobornos durante su período en Conmebol. Según Burzaco, el poder de Grondona se percibía en situaciones cotidianas. El expresidente de la AFA, por ejemplo, viajaba a Asunción (Paraguay) -donde está la sede de Conmebol- en un jet privado y al llegar recibía un “trato presidencial”, con una caravana de autos Mercedes Benz que lo aguardaban en la pista del aeropuerto y lo trasladaban a su destino sin pasar por los controles aduaneros. Según dijeron fuentes dirigenciales a Caras y Caretas, el resto de los integrantes de Conmebol, incluido Figueredo, recibían el mismo trato e incluso se lo dispensaban a sus invitiados. El cambio de dirigentes en las altas esferas de Conmebol no implicó el fin de la operativa ilegal. Al contrario. Los empresarios pagaron sobornos a la mayoría de los dirigentes, incluidos los tres imputados. Burzaco admitió pagos a Napout (4,5 millones de dólares), Marin (2,7 millones de dólares) y Burga (3,6 millones de dólares); la redada iniciada en mayo de 2015 contra dirigentes y empresarios cortó los pagos. Según Burzaco, la negociación con estos dirigentes se produjo durante el velorio de Grondona, cuando Napout y Marco Polo del Nero le pidieron para hablar. “Fueron directo al tema de las coimas y me dijeron que les explicara cuál era el total que se llevaba Julio Grondona”, declaró Burzaco. Otros dirigentes también fueron parte de la operativa ilegal, entre ellos, Sergio Jadue (Chile), Luis Bedoya (Colombia) y Rafael Esquivel (Venezuela), quienes se declararon culpables de las imputaciones en su contra y aceptaron firmar acuerdos de colaboración con la fiscalía. Los tres podrían declarar en el juicio. Burzaco sólo excluyó a dos dirigentes entre los sobornados: el chileno Harold Mayne Nicholls y el uruguayo Sebastian Bauzá. Bauzá fue investigado en Uruguay por supuesto cobro de coimas, con base en el testimonio de Figueredo, que lo acusó de recibir casi 400.000 dólares de la empresa Full Play Group. Días atrás, la Justicia uruguaya archivó la indagatoria al no existir pruebas incriminatorias en su contra.   El esquema Burzaco afirmó que el pago de coimas se viabilizó a través de la empresa T&T Sports (un consorcio formado por TyC y Traffic), propietaria de los derechos de televisión de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana. Según su confesión original, en 2005 uno de los dueños y fundadores de TyC, Carlos Ávila, le contó que había obtenido los derechos de televisión de esos torneos a través de un joint-venture en que la empresa participaba, la compañía T&T Sports Marketing Ltd., con sede en Islas Caimán. Para obtener ese negocio, T&T Sports pagó comisiones ilegales a varios dirigentes. Tras esa conversación, Burzaco aceptó participar en la maniobra y se volvió un actor clave. Al comparecer ante la Justicia, Burzaco ratificó sus dichos y aportó nuevos datos. Burzaco involucró a la cadena Fox Sports -acutal propietaria de los derechos de televisión de los torneos de Conmebol- en el pago de coimas. El exgerente de TyC afirmó que desde el año 2002, el conglomerado Fox -del magnate Rupert Murdoch- era propietario de 50% de T&T Sports, a través de una subsidiaria, Fox Pan American Sports LLC. O sea, durante el período en que se concretó el pago de sobornos. Esta información fue entregada a la Justicia Especializada en Crimen Organizado en Uruguay por los representantes de la empresa Global Sports SA, propiedad de Francisco Paco Casal, como informó Caras y Caretas. Incluso, Burzaco declaró ante la jueza Chen que, en enero de 2008, el exjefe de operaciones de Fox Pan American Sports, James Ganley, firmó un contrato fraudulento con Somerton Corporation (sociedad offshore con sede en Islas Caimán, propiedad del empresario José Margulies, hombre clave en la conformación del esquema de pago de coimas, también imputado en Estados Unidos). Ese contrato le permitió a T&T Sports pagar 3,7 millones de dólares en sobornos a varios dirigentes del fútbol sudamericano. La fiscalía mostró una copia de ese contrato. Horas después, la cadena norteamericana emitió un comunicado en el cual negó las imputaciones y aseguró que “no tenía control operacional” sobre T&T Sports, que era controlada por el propio Burzaco. Asimismo Burzaco apuntó a la participación de otras empresas televisivas en el pago de coimas. Entre estos, están Full Play Group (propiedad de los argentinos Hugo y Mariano Jinkis) y Traffic (del brasileño José Hawilla, quien se declaró culpable de los delitos en su contra y aceptó colaborar con las autoridades estadounidenses). Ambas empresas forman parte de Datisa SA, la empresa que aceptó pagar unos 100 millones de dólares en coimas por cuatro ediciones de la Copa América. Pero también vinculó en la operativa a dos megaempresas de comunicación como Globo TV (de la red O Globo) y Televisa SA y a la española MediaPro. El “arrepentido” aseguró que dos directivos de O Globo participaron en una cena en el restaurante Tomo Uno, en Buenos Aires, en el que se negoció la coima a dos altos dirigentes del fútbol brasilero, Marin y el actual presidente de la CBF, Marco Polo Del Nero. Allí se acordó pagarles 600.000 dólares anuales a cada uno. Antes ese pago le correspondía a Texeira. En un comunicado, O Globo aseguró “vehementemente” que no practica ni tolera el pago de sobornos.   El quiebre Al otro día, el miércoles 15, Burzaco volvió a comparecer ante la jueza Chen. Pero esta vez no fue igual. Al subir al estrado, el exgerente de TyC se quebró y comenzó a llorar. Los fiscales alegaron que Burzaco fue amenazado por Burga, quien en dos oportunidades lo miró y se pasó un dedo por el cuello, en señal de que le cortaría la garganta; la defensa de Burga rechazó esta imputación y dijo que su cliente tenía dermatitis y que Burzaco se quebró al enterarse del suicidio del abogado Jorge Delhon, que integraba el programa Fútbol para todos y a quien Burzaco acusó de cobrar unos cuatro millones de dólares. Por este motivo, el fiscal solicitó eliminar el beneficio de la prisión domiciliaria en favor de Burga y enviarlo a prisión durante el desarrollo del proceso judicial de forma de garantizar la seguridad del “testigo arrepentido”. La jueza Chen no hizo lugar al pedido, pero aumentó las medidas cautelares en su contra: le quitó acceso al teléfono e internet y ordenó que no pudiese salir de su casa bajo ninguna circunstancia. Burzaco alegó que tenía miedo por su seguridad, ya que su hermano Eugenio -secretario de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri- lo llamó cuando estaba en Italia, prófugo de la Justicia de Estados Unidos, para avisarle que existía una amenaza de muerte en su contra que venía desde la Policía de Buenos Aires. Fue el comienzo de la segunda declaración. Tras ese incidente, Burzaco siguió aportando datos de las coimas. Para eso reveló los mensajes de sus conversaciones con Napout a través de WhatsApp. Por ejemplo, en julio de 2014, Napout le solicitó entradas para partidos del Mundial Brasil 2014, para invitar al presidente Horacio Cartés y al fiscal general de Paraguay, Javier Díaz Verón. Su objetivo era agradecerles por el resultado de un juicio en su favor. También le pidió entradas para dos jueces que estaban enojados porque no les habían conseguido los tiques. Posteriormente, continuó su relato sobre las coimas. Declaró que a finales de 2014, Napout -ya al frente de Conmebol- solicitó un trató similar al que recibía Grondona, lo que incluía un aumento de los pagos a su favor a 1,2 millones de dólares. De ese pago no debían enterarse los propietarios de Full Play Group. Sin embargo, Burzaco afirmó que el dirigente paraguayo tenía otros objetivos en su carrera: Napout quería formar un bloque con UEFA para que él o Michel Platini pudieran ser electos como presidente de FIFA en 2019. “Espero que te acuerdes de mí cuando estés en el ExCo [Comité Ejecutivo de FIFA]”, le escribió Burzaco a Napout. En su testimonio, Burzaco también se refirió al actual presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y al empresario Francisco Casal. Sobre el primero, dijo que Napout le aseguró que al asumir como presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Domínguez le iba a pedir la coima y que había que pagarle, pero ese pedido nunca se concretó. Sobre el segundo, Burzaco dijo que era un “feroz competidor” por los derechos y que T&T Sports debió aumentar los pagos a los dirigentes, ya que Casal tenía una “larga experiencia y experticia en sobornar a todos los dirigentes de la región” y eso era “una gran amenaza para T&T”; al aumentar los pagos, logró que se descartara la oferta de Casal. Además, aseguró que Casal intentó sobornarlo para que traicionara a Fox Pan American Sports y transfiriera los derechos de televisación a su empresa. “Cuando Casal se dio cuenta de que eso no iba a suceder […] comenzó a contactarse directamente con los dirigentes de fútbol, presentando ofertas sin ningún sustento económico porque no tenía ni la infraestructura ni el sistema de distribución en América Latina para comprar esos derechos”, declaró Burzaco.

El reconocimiento
Al comenzar el interrogatorio, Alejandro Burzaco debió reconocer a una treintena de dirigentes y empresarios vinculados, de una a otra forma, a Conmebol. Para eso, las autoridades le mostraron varias fotografías, entre ellas, las de varios uruguayos: Sebastián Bauzá, Eugenio Figueredo, Wilmar Valdez y Francisco Paco Casal.
El conflicto entre Global y Conmebol
La investigación uruguaya por la trama de corrupción en Conmebol se inició tras una denuncia penal presentada por siete clubes uruguayos y la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP) con base en documentos aportados por Global Sports SA. Los clubes alegaron que Conmebol vendió los derechos de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana por el período 2015-2020 a T&T Sports por 372 millones de dólares, cuando existía una oferta por 805 millones de dólares de Gol TV y Global Sports, propiedad de Casal, lo que implicó un perjuicio de 400 millones de dólares para la organización. Por este motivo, Global Sports inició una demanda ante un tribunal de Miami (Estados Unidos) contra Conmebol, Full Play, T&T Sports y sus propietarios; la misma fue descartada en relación a Conmebol y Full Play, pero continúa su trámite contra Burzaco.
 

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