¿Qué pasaría si el Ministerio del Interior no tuviera policías? ¿O si ASSE no tuviera médicos? ¿Qué sería del Ministerio de Vivienda sin techos? Algo parecido pasa con la cancillería: No tiene el ingrediente más importante: política exterior. En el mundo actual, más vale errarle que la falta de rumbo.
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El itinerario errático comenzó con los viajes. Bustillo debutó en pandemia con dos cuarentenas -ida y vuelta-, tapaboca (quizás mejor) para ver a Pompeo, secretario de Estado de Donald Trump que ya había perdido la elección. Con el presidente, a ver a Boris Johnson en Londres, seis semanas antes de su renuncia; a Duque cuando había ganado Petro en Colombia (con Astesiano). El triunfo de Lula lo agarró en Europa hablando de libre comercio con el Mercosur.
Llama la atención que no esperara el resultado de la elección en Brasil. Porque su último intento recibió una respuesta contundente: “Mientras Bolsonaro sea presidente, nada por la deforestación de la Amazonia” (Merkel). Bolsonaro creía en la flexibilización del Mercosur, Lula no. Más bien quiere fortalecer la negociación conjunta del Mercosur, en revivir la Unasur o algo que la sustituya y apostar fuerte, aun en la ONU, al multilateralismo.
¿No hubiera sido mejor esperar los resultados de Brasil antes? La política exterior no es mala: no existe. ¿Qué postura tenemos sobre el multilateralismo en el mundo que emerge? ¿Cambia o no la relación de fuerzas sobre el tema el triunfo de Lula?
Hasta ahora Uruguay, en organismos de esa naturaleza ha tenido la siguiente actitud: 1) En el Mercosur, sostener la flexibilización. 2) En el BID, votar como presidente al candidato de Trump, contra el argentino. 3) En la OEA, apoyar a Almagro en cuya secretaría trabajan familiares cercanos de Bustillo. 4) En la ONU, la ausencia del presidente de la por ir a Disney World con sus hijos y Astesiano (y surf en Costa Rica). 5) En Celac, oponerse a una instancia latinoamericana en vez de interamericana (con EEUU).
Resultados
1- Mercosur: Brasil, el mayor mercado consumidor y productor (oferta y demanda) del bloque es partidario de fortalecer los mecanismos internos de negociación colectiva. No la flexibilización. Brasil y Argentina con una misma posición. ¿No es un cambio en la región como para que Uruguay reconsidere su intransigencia bajo el riesgo de quedar afuera?
2- BID: el presidente votado por Uruguay, destituido. No por ser ilegal su nombramiento, como el experto socio de la coalición Julio María Sanguinetti advirtió: está prohibido por no ser EEUU un país prestatario. A Claver-Carone lo echaron por mantener una relación amorosa con una subordinada, a la que benefició económicamente.
3- ONU: Lula anunció que va a acceder al Consejo de Seguridad y pedirá la eliminación del derecho a veto de las cinco potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial. Hoy la realidad es otra. El Consejo de Seguridad no representa a los miembros de la ONU. La resolución contra el bloqueo a Cuba obtuvo 187 votos y dos en contra. En el Consejo lo veta EEUU.
4- OEA: Almagro, apoyado incondicionalmente por el actual gobierno, perdió un fallo del tribunal de ética ante un reclamo del exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Enfrenta ahora otro fallo por similares cargos que el destituido presiente del BID.
4- Región: Luego de que asuma Lula se vivirá un proceso en el que será mayor la cantidad de países partidarios de lo interamericano y subregional (como lo fue el Unasur) y Uruguay quedará solo.
En recientes declaraciones -que deberíamos atender-, Miguel Insulza se refirió a la realidad emergente en la región. El excanciller chileno y exsecretario de la OEA dijo que multilateralismo no es supranacionalidad. O sea, el secretario de la OEA (palo para Almagro y sus apoyos) no debe hacer política exterior. Los organismos son lo que los Estados miembros quieren que sea. “El secretario es un funcionario ejecutor”.
Dejando de lado las investigaciones fiscales (primera página de El País del martes, no dirán que es el Frente Amplio, ¿no?) y otras yerbas: en política internacional no estaban preparados. Y en nuestra cancillería lo saben todos los profesionales de carrera.