El presidente Jair Bolsonaro dio rápidamente el visto bueno y encabezó las negociaciones que cerraron el acuerdo para realizar la Copa América (CA) en Brasil.
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Según informó O Globo, Bolsonaro fue contactado por el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) este lunes y dio luz verde para negociar la realización del torneo en su país.


El anuncio llega en el marco de grandes movilizaciones contra la gestión de Bolsonaro por la crisis sanitaria. Brasil superó 460.000 muertes por Covid-19, y luego de Estados Unidos es la segunda cifra más alta del mundo, al tiempo que detenta el número de contagios más alto, unos 16 millones.
Si bien la negociación por las sedes corresponde a la CBF, varios gobiernos estaduales seleccionados ya anunciaron que no recibirán al torneo y no serán sede: Pernambuco, Rio Grande do Norte, Minas Gerais y Rio Grande do Sul. Los gobernadores entienden que el actual escenario epidemiológico no permite la realización de la Copa América.
El Partido de los Trabajadores (PT) llevó al Tribunal Supremo Federal (STF) la impugnación del torneo, ya que contradice «los esfuerzos de la sociedad brasileña para contener la pandemia».
La presidenta de la fuerza liderada por el expresidente Luíz Ignacio «Lula» Da Silva, la diputada Gleisi Hoffmann cuestionó que Bolsonaro tardó tres meses en responder a la oferta de vacunas de Pfizer y cuatro en comprarlas, pero «en cuanto al correo electrónico de la Conmebol sobre Brasil sede de la Copa América, el genocida respondió con prontitud e incluso acordó traer el torneo».