El cuadro más destacado es sin lugar a dudas el Milongón, en dónde el sonido, ambiente, baile, e interpretación te atrapan y te meten de lleno en lo que está pasando sobre el escenario.
En resumen, es un muy buen espectáculo, cuya idea es muy buena pero que tiene cosas para ajustar de cara a la segunda pasada por el Templo de Momo.
Jardín del Pueblo (murga)
Desde Paysandú llegó Jardín del Pueblo y nos brindó un hermoso espectáculo murguero, que tiene un muy buen coro, que si bien tuvo algunos problemas de afinación (principalmente en los solistas), respondió de buena manera.
Tiene uno de los salpicones más lindos de la temporada, en dónde no quedan temas a tocar y es el momento en que reciben la mayor cantidad de aplausos, y de ahí en más, crece la complicidad con el público. Es para destacar la presencia del “Pollo” Perrone, que se encarga de llevar el hilo conductor, y es en él en que se apoyan de manera constante para generar el humor.
Una muy buena presentación de una murga que se plantó y quiere cosas importantes. De cara a la segunda rueda debe ajustar ciertos temas corales (puntuales) y tratar de buscar el humor sin ser a través del “Pollo”.
Cyranos (Humoristas)
No fue la noche ideal para el conjunto, que ya en la Prueba de Admisión había generado la sensación de poder dar más, y la expectativa estaba puesta en un crecimiento, algo que no sucedió.
Pese al incansable esfuerzo por parte de los actores de generar un ida y vuelta con el público, le costó muchísimo y, sacando contados momentos, no lo logra.
Coralmente y a nivel de vestuarios el conjunto está muy bien trabajado, pero en cuanto a risa, al menos esta vez, quedó a medio camino.
Nos Obligan a Salir (Murga)
Desde el Club Capurro llegó un vendaval murguero que impactó de lleno en el Teatro de Verano. El plantel es de los más importantes de este Carnaval, plagado de nombres importantes como Emiliano Muñoz, el Zurdo Bessio, Alejandro Balbis, Jimena Márquez y Vázquez.
Los arreglos y dirección escénica de Martín Angiolini son una cosa maravillosa, haciendo sonar espectacular al coro. Desde el canto, la murga te avasalla y permite disimular los momentos más flojos a nivel textual, que entiendo están en el cuplé de las abejas, pese a que el cierre es muy bueno.
Mención aparte para la actuación de Jimena Márquez y Jimena Vázquez, quienes se ponen al hombro el hilo conductor del espectáculo, y sus intervenciones son todas goles.