¿Por qué en las anteriores elecciones no se presentó, ni fue candidato ni hizo campaña?
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Hace tres años tomé la decisión de alejarme del club. Habíamos conquistado el Campeonato Uruguayo 51 y formado un gran equipo, que ganaba y gustaba. Gargano, el Cebolla en su mejor momento, Viatri, Maxi Rodríguez, Cachila Arias, Dawson, Formiliano, un cuadrazo. Ganamos el 51 y dejamos las bases sentadas para seguir de largo. Ese fue el equipo que ganó el Uruguayo 52 y la primera Supercopa venciendo a Nacional.
Me dijeron que no se podía. Pero se pudo. Lo hicimos pensando en grande. Porque Peñarol es muy grande. Y debe pensar en grande.
¿Y por qué irse en ese momento?
Primero, porque miré hacia atrás. Sentía que había cumplido con los compromisos que había hecho con el socio.
Había prometido terminar con el rezago que Peñarol arrastraba en divisiones formativas y comenzar a formar grandes jugadores que llegaran a jugar en el primer equipo antes de perseguir otros horizontes. Y así lo hicimos. Trajimos a los mejores. Invertimos mucho tiempo y recursos. Y los resultados estaban a la vista. Ya estaba en cancha Federico Valverde. Pero detrás venían Diego Rossi, Brian Rodríguez, Darwin Núñez, Facundo Pellistri. Y también Thiago Cardozo, Facundo Torres y tantos más. Porque estas cosas no se hacen de un día para el otro. Requieren tiempo. Demandan trabajo. Y hacen falta grandes profesionales y recursos.
También había prometido hacer un gran templo para nuestra religión. Un gran estadio, de primer mundo, para nuestro Peñarol. Me dijeron que sólo era capaz de construir una maqueta. Que era todo humo. Se reían de aquel proyecto. Pero seguimos adelante. Trabajamos mucho. Nuevamente soñamos en grande. Y ahí está el Campeón del Siglo. Es de todos. Como dije el día de su inauguración, no es nuestro. Es de todos. De nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. Es un lugar de unión, de abrazos, de celebraciones. Y lo construimos todos juntos, pensando en grande.
Había prometido un Centro de Alto Rendimiento. Y ahí está. Es una realidad. Y también reformas profundas para aggiornar ese gran complejo que es Los Aromos. Y las llevamos a cabo.
¿Y con todo eso hecho era el momento para irse?
Es que a pesar de todo lo realizado, de ganar el campeonato 50 y de haber dejado un equipo que siguió de largo y conquistó luego el Uruguayo 51 y la primera Supercopa, Peñarol estaba profundamente dividido. El club estaba, como nunca antes, dividido. Y eso le estaba haciendo un enorme mal a Peñarol.
Pensé que podía contribuir a terminar con aquella división. Creí que si me alejaba, todos los sectores podrían unirse en torno a Peñarol y dejar las diferencias de lado. Que todos y cada uno de los grupos depondrían sus diferencias para trabajar por y para el club al que todos tanto queremos.
No lo dudé un instante. Para mí, para mi familia, Peñarol es todo. Si el problema era yo, me retiraba y me iba para mi casa. Y eso hice. ¿Y qué pasó con Peñarol? ¿Se unió? No. Al contrario. Está más dividido y politizado que nunca.
Yo no quiero eso. Los peñarolenses no queremos eso. Estamos cansados de las peleas. Queremos que Peñarol sea Peñarol. El de siempre. El de toda la vida.
¿Por eso vuelve a ser candidato?
Hoy comparezco de nuevo ante los socios y socias y les pido su confianza. Quiero unir el club. Algunos amigos me aconsejaron que no me metiera. Que me quedara lejos de este presente. ¿Pero cómo podría hacerlo? ¿Cómo no me haría problema si Peñarol es mi vida como es la de todos ustedes? ¿Acaso hay algún hincha de verdad de Peñarol que pueda no hacerse problema si Peñarol no gana el fin de semana? Estoy seguro de que no. Y a mí me pasa lo mismo. ¿Puedo ser tan egoísta como para ponerme yo primero y darle la espalda al club de mi vida? No puedo. Yo no puedo. No me perdonaría no hacer lo que siento que debo hacer por Peñarol.
Usted ha dicho que llega para unir, para terminar con las divisiones. ¿Cree que es eso posible viendo el tono de la campaña? Porque usted no ha respondido ataques, pero todos los demás candidatos le han criticado duramente, además de atacarse entre ellos.
Creo firmemente que la unidad es posible. Que todos los candidatos son grandes peñarolenses. Todos ellos. Tienen diferencias conmigo. Pero todos queremos lo mejor para Peñarol. Todos queremos que Peñarol sea campeón. ¿Es tan difícil pensar en trabajar juntos? Mi viejo tenía muchísimas diferencias con ese gran presidente que fue Washington Cataldi. Pero no salían, ni uno ni otro, a ventilarlas. Se encerraban y trabajaban juntos por y para Peñarol. A ese Peñarol hay que volver. Fue el que nos hizo grandes.
¿Y cómo saber que su llamado a la unidad no es solamente un gesto de campaña?
No solamente hablo de unidad. Como compañero de fórmula fui a buscar a Gastón Tealdi, un gran peñarolense al que otros grupos proponían como el candidato que se opondría a mí. Le propusieron que fuera el candidato de una coalición anti-Damiani. Y él les dijo que no iba a trabajar en contra de nadie, sino a favor de Peñarol. Veían en él muchas grandes condiciones. Y yo también las veo. Así que di el paso. Crucé el puente y le ofrecí que trabajara con nosotros. Él entró a la delegación de Peñarol durante mi última gestión pese a representar un sector que se presentaba como “oposición”. Pero para mí entre peñarolenses no puede haber “oficialismo” u “oposición”. Hay que terminar con esas divisiones entre peñarolenses. Tienen que jugar los mejores. En la cancha y en todos los planos. Así que lo puse a trabajar con Jorge Barrera en la AUF. Hizo una extraordinaria labor. Y si los socios nos dan su voto, va a ser un gran vicepresidente de Peñarol.
Si gana, ¿va a trabajar con todos?
Si gano, voy a llamar a todos. Voy a tender la mano a todos. Así se construye la unidad. Y los que quieran trabajar, los que vengan a sumar, van a tener un lugar de trabajo y de destaque. Quiero trabajar con todos y escuchar a todos. Pero Peñarol tiene que tener un presidente fuerte. Necesita liderazgo. No puede ser que no se tomen decisiones. No es posible que un club como Peñarol no tome decisiones. Que las cosas se posterguen, se dejen para más adelante. Es como si se hubiera perdido la esencia. Hoy veo, desde afuera, cosas que me preocupan. Es como que no reconozco a este Peñarol. Y esa esencia no se puede perder. Hay que recuperarla. Volver a nuestras raíces. Eso es lo que nos hizo más grandes que todos.
¿Qué equipo le acompañará si es presidente?
Junto a Tealdi tenemos un gran equipo de trabajo. El contador Pablo Amaro, socio de PwC, será nuestro tesorero. Hace un gran equipo de trabajo con ese gran hombre que es el contador Walter Pereyra, que es un lujo para Peñarol y para el país todo. Van a encargarse de manejar los números del club y de desarrollar un verdadero proyecto de internacionalización de la marca Peñarol, para abrirnos al mundo. Van a cuidar los recursos del club y a hacer sustentables los proyectos que tenemos. Rodolfo Catino, a quien le confiamos en su momento el gran proyecto de formativas, va a estar con nosotros.
Y llegamos con un objetivo claro: unir a Peñarol en torno a lo que hemos dado en llamar “La Obra Fútbol”, un gran proyecto de largo plazo para que, al menos en los dos primeros años, contaremos con Diego Aguirre y su equipo de trabajo integrado, entre otros, por otro extraordinario profesional como es el ingeniero Juan Verzeri. Un proyecto que me llena de ilusión y esperanza, que va a abarcar desde la captación de jóvenes valores hasta el primer equipo, pero pasando por todos los estamentos de fútbol del club con un abordaje integral.
Aguirre ha dicho que solo volverá si usted es presidente.
Juntos hemos trabajado siempre muy bien, muy a gusto los dos. Y nos ha ido muy bien. Hemos logrado muchas cosas juntos y soñamos con lograr más títulos. Los dos compartimos la misma voluntad de soñar en grande. A Diego le vamos a dar la llave del fútbol de Peñarol, y vamos a darle la confianza y la libertad que un gran profesional como él necesita para que Peñarol vuelva a ser Peñarol. Él sabe como hacerlo. Ya tiene al Peñarol 2021 en la cabeza. Ya ha pensado hasta en quiénes ocuparán algunos cargos claves en la estructura deportiva. Pero no hay que adelantarse. Hoy hay un cuerpo técnico y un plantel defendiendo a Peñarol en la cancha. Tenemos que ser, todos nosotros, todos los candidatos, más hinchas de ellos que nadie. Necesitan nuestro apoyo y confianza.
¿Van a hacer muchos cambios en el plantel?
Cuando termine esta temporada se vencen 18 o 19 contratos. Eso no quiere decir que todos deban marcharse, pero sí que va a ser necesario armar un nuevo plantel.
¿Qué les pide a los socios?
Mi primer pedido a los socios y socias es que vayan a votar. No importa a quién voten. Sí que participen. Que cuando Peñarol los llama, no den la espalda. Que se comprometan. Y que respalden al candidato que mejor refleje sus expectativas e ilusiones.
En lo personal, espero contar con la confianza de los socios y socias, y poder trabajar muy pronto con todos los demás candidatos para unir a Peñarol y hacerlo cada día más grande.