Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Política

Daniel Placeres: “Cuando cerró Cristalerías, le dijimos a los trabajadores que volveríamos a tener una fábrica de vidrio”

Por Leandro Grille

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

En entrevista exclusiva con Caras y Caretas, el diputado renunciante Daniel Placeres nos contó la proeza de recuperar bajo control de los trabajadores la fábrica que había cerrado en 1999. El fiscal Pacheco pidió su procesamiento por considerar que votó en cámaras leyes que favorecían a la empresa cooperativa que ayudó a fundar; Placeres renunció a la banca, a los fueros y al subsidio para que la Justicia actúe sin ningún obstáculo.

Renunciaste a la Cámara de Diputados y al subsidio que le corresponde a los legisladores a partir de este pedido de procesamiento del fiscal Pacheco. ¿Renunciaste para defenderte mejor? ¿Para dar una señal a la sociedad? ¿Cómo llegaste a esta decisión que es bastante atípica? Porque en general nadie renuncia a nada en Uruguay.

Primero que no la tomé solo, porque convivo con mi familia y tenemos un núcleo familiar muy lindo, desde hace 30 años. Lo dije en la carta: la renuncia tiene que ver con el hecho de que cuando uno hace las cosas de corazón, de alma y empuja y hace cosas, a veces se generan errores. El error no parte del no hacer, los errores parten por hacer. Nosotros siempre tuvimos la visión de que estaban tocando lo único que teníamos, que es la fibra de la honestidad, de la dignidad. Yo no soy quién para darle mensajes a la gente: soy uno más, me considero uno más de Uruguay. La gente lo que recibe es una situación que se desbloquea con mi decisión, pero creo que lo otro es un manto de duda. La gente común y corriente, la gente trabajadora, el ciudadano, el industrial,  creo que necesitan también darse un espacio para pensar lo que uno hace. Porque la que me llevó a ese espacio donde estaba y del cual renuncié fue la gente. Entonces, yo no lo tomé como nada especial, lo tomé naturalmente. A mí me preguntan “¿cómo te sentís?”. Lo tomé de forma natural, como siempre tomé la vida del trabajador. Si no te gustaba un trabajo, no te ibas a las patadas, te ibas agradeciendo la oportunidad que te habían dado, pero si no te servía, te ibas. Entonces, si le sirve de algo a la gente lo que hice, me alegra. He recibido muchos mensajes de aliento, de y ya ayer estuve reunido en una asamblea con trabajadores de un sector que está pasando mal. Le planteé a mi organización política que había que hacer esto de forma natural y lo natural es que cuando hay una decisión judicial, le demos la posibilidad a la Justicia de que trabaje tranquilamente.

 

Todavía no hay una decisión judicial. Hay un pedido del fiscal, pero el juez no se ha pronunciado.

Hay un pedido del fiscal y el juez todavía no se pronunció. Para que tampoco dicha resolución tenga algún obstáculo, hice lo que hice, renunciar.

 

En su solicitud, el fiscal analiza varias cosas que se fueron denunciando a lo largo de los años, sobre todo por los legisladores del Partido Nacional, como Rodrigo Goñi, y un exlegislador de tu fuerza política, Gonzalo Mujica.  El fiscal dice que no hay delito en los préstamos del Fondes a Envidrio, no hay delito en la asistencia de Inefop, no hay delito en los negocios de Envidrio con Venezuela, pero finalmente pide tu procesamiento y tu desafuero porque vos, como legislador, votaste comunicar al Ejecutivo, a través de una minuta, la importancia de este proyecto industrial o aprobaste, junto con 60 legisladores, extender el seguro de paro en el caso de los trabajadores que estaban en esa situación. El fuero se inventó para eso. Para evitar que los legisladores fueran enjuiciados por su voto en cámara. No sé si para vos el instituto del fuero es un instituto tan importante o si creés que todos los legisladores, cuando son procesados en la Justicia, deben renunciar a su cargo.

 

Creo que deberían renunciar, sí, pero en realidad es como tú decís: ¿el fuero para qué fue creado?

El representante nacional es eso, un representante. Cuando fui al Parlamento fui a representar la autogestión, fui a representar a la clase trabajadora, fui a representar a algo que muchos no entienden: la industria nacional. Te invito un día a recorrer conmigo fábricas de grandes industriales de Uruguay. Hay gente muy buena en Uruguay, hay pequeñas pymes muy buenas, hay empresarios muy buenos y hay trabajadores buenos. Se debate mucho de los fueros, pero está el instrumento de levantarlos. Cuando fueron mayoría los otros, no levantaron fueros. El Frente Amplio podría haber dicho no levanto los fueros y no había posibilidad. Pero creo que nosotros venimos de una fuerza que acumuló mucho y que tiene una historia muy linda, muy rica y los demás sectores también. Y no digo sólo en el Frente Amplio: e imagino a Wilson. ¿Qué habría hecho Wilson en una situación como esta? Se iría. Seregni se iría.

 

Entiendo tu posición, pero no conozco muchos casos, aunque quizás haya, de legisladores a los que se les haya pedido el procesamiento por su actividad legislativa directa, por votar una ley. Creo que es una cosa rarísima porque se está diciendo que al votar la ley y conformarse la decisión del cuerpo, se produce una conjunción de tu interés personal con el interés público. ¿No hay estancieros en la Cámara de Diputados? Y si los hay, ¿no votaron nunca nada vinculado con la actividad del campo? Y si algunos tienen tambo, ¿no votaron nunca nada vinculado con la lechería?¿Es ilegal eso?

Se votó eso. Lo que pasa es que a partir de ahora, cada uno va a tener que medir bien lo que vota, porque mañana pueden decir que si el parlamentario vota algo para un sector en el cual tiene parientes trabajando… Como bien decís, hay arroceros, hay lecheros, hay industriales, porque la Constitución no dice que el diputado, el representante nacional, no pueda tener una empresa. Hay empresarios en el Parlamento, hay legisladores empresarios y lo que pasa es que hay que hacer una investigación de todos los legisladores para saber cuántos tienen empresas, cuántos no tienen, qué hacen y qué votaron en todo este período. Porque capaz que rascás un poco y votaron cosas que directamente no le pegaban, pero le pegaban colateralmente y yo qué sé quién se beneficiaba. Es una cosa interesante investigar cuántos legisladores tienen campos, cuántos industrias, cuántos tienen esto, lo otro, y empezar a analizar quiénes tienen estudios, estudios jurídicos vinculados a sectores industriales. Uno de los denunciantes lo tiene, entonces yo tendría que pensar que ese denunciante que estuvo dos años palo y palo, cuando llega alguna norma, alguna ley favorece a la empresa que asesora desde su estudio, ¿No pasa eso? Yo creo que sí.

 

Hace unos días se cumplieron 20 años desde el cierre de la fábrica de cristalería en abril de 1999. Recuerdo, siendo bastante joven, la ocupación que llevaron adelante los trabajadores durante más de un año.

 

Un total de 407 días.

 

Mucha gente se ha olvidado de ese período en que cerraban fábricas como la de ustedes y los trabajadores las ocupaban. Mucha gente se olvidó de lo que fue la destrucción del aparato industrial y el esfuerzo que hicieron los trabajadores para recuperar alguna de estas fábricas y autogestionarlas. ¿Cómo fue ese proceso?

Fue un proceso muy particular. Recuerdo cuando a las 11.15 de la mañana, el 21 de abril de 1999, nos llamó la empresa y estábamos discutiendo un convenio y un contador de la empresa nos planteó que había una decisión de cerrar la unidad productiva. No cerraba la sociedad, sino la unidad productiva, porque entendían que la competitividad estaba complicada. Estamos hablando del año 1999. Esto se fue dando porque cuando se abrió todo el Mercosur, en el 95, todo el mundo dijo “vamos a ganar mercado” y nos comieron un barrio, que era Uruguay. Porque Uruguay no estaba preparado para abrirse a la región y después eso lo sufrimos nosotros.

 

¿Cuántos trabajadores se quedaron sin trabajo en la fábrica de Cristalerías?

En ese momento éramos 220.

 

¿Ahí empezó la ocupación?.

Ahí fuimos nosotros. A las 11.15 fue cuando tomaron la decisión, 11.30 le planteamos a la empresa que íbamos a ocupar la planta y no nos fuimos durante 407 días. Nosotros le llamamos “la ocupación de las cuatro estaciones”. Ahí había gente de todos los sectores, gente que votaba todo. En la clase trabajadora, cuando se está en el trabajo, no se discute si están todos alineados a tu línea política o no. Se ve si hay un encare del trabajo real y que el trabajador valga la pena. Me acuerdo que me hice un amigo que era de Cerro Largo, que trabajaba haciendo composición a pala y era blanco hasta el hueso. Me acuerdo que me decía “che, loco, esto vamos a defenderlo” y se quedó con nosotros en la ocupación. Soy gran amigo de él, por eso yo creo que a veces hay gente muy dañina en la vida política del país porque no interpreta la unificación del criterio de los sectores; tanto clase trabajadora, empresarios, parlamentarios, tenemos que defender el país que tenemos.

 

¿Desde el principio ustedes quisieron autogestionar la fábrica?

Siempre. Pero no teníamos ni idea de qué era la autogestión. Digo más: si en la empresa en ese momento no se tomaba esa decisión, nosotros seguíamos siendo empleados asalariados de una firma, organizados en un sindicato. No teníamos ni idea y me acuerdo que aquello sí que volvió a revivir el “obreros y estudiantes unidos y adelante” porque me acuerdo de que los estudiantes universitarios venían a la fábrica en la ocupación. Se montó algo fermental, generar algo nuevo en un momento en que el país estaba en crisis real. Porque no nos olvidemos que eso era una esquina de Montevideo, Rivera y Comercio, pero en aquel tiempo todo el país estaba en una crisis real, fuerte, que explotó en 2000, pero se fue gestando con políticas neoliberales desde el año 1995. Y nosotros lo que vivimos con aquella lucha fue un momento hermoso. Eso es lo que quedó. Yo creo que a mucha gente joven no se le ha transmitido un valor, que no es económico: el valor de resistir. Porque resistir no significa tener un rédito económico.

 

Fue una conquista, una lucha muy larga.

Una lucha que se tiene que transmitir más que nada en la parte de los valores. A nosotros siempre nos han pegado por la solidaridad que involucran las tareas voluntarias. Pero estuvimos 407 días ocupando, estando en el seguro de paro durante el año 1999, limpiando la fábrica, manteniendo la maquinaria, porque sentíamos que era nuestra.

 

¿Ya en el gobierno de Jorge Batlle, ustedes intentaron obtener los recursos, el préstamo para retomar la actividad?

Sí. Recuerdo que la Junta Departamental -en esa época era intendente Mariano Arana- trabajó muy bien. Me acuerdo de compañeros históricos de la junta apoyando la iniciativa de que la intendencia nos diera un aval de garantía. Y aunque cuando empezamos con la idea, toda la gente nos decía que no podía ser, allá fuimos a hablar con tres constitucionalistas a ver si la intendencia podía auspiciar como aval. Hubo un informe de Korzeniak, otro de Daniel Martins, que fue ministro de Defensa del Partido Nacional, y otro de un constitucionalista de la lista 99000. Los tres nos dieron un informe diciendo que la intendencia sí podía participar en dar el aval y la junta lo votó 21 votos en 21. Pero después, con ese aval, fuimos y nadie te daba un mango. Te habían votado que la intendencia podía ser el aval de garantía de 5 millones de dólares, pero nadie te daba el dinero, y yo creo que por suerte no nos lo dieron, viendo la situación que se produjo después en Uruguay en 2002.

 

¿Cuándo se reactiva Envidrio?

El 8 de agosto del 2008, el 8 del 8 del 8. Casi diez años después de que se había cerrado; los compañeros estuvieron agazapados, dijera Silvio Rodríguez, al lado del aljibe para dar el salto.

 

Y se involucraron muchos de aquellos trabajadores que habían ocupado.

Cuando cerró Cristalerías éramos 220, quedaron ocupando 110 y de esos 110 con los años hubo algunos que emigraron, porque la verdad que estaba difícil la cosa. Ahora se habla de la migración, pero en esa época sí que todo el mundo emigraba. Los que podían, claro. No era que todo el mundo emigraba, pero los que tenían para un pasaje para Europa y podían lo hacían. Pero el laburante común, con familia, no podía porque era muy costoso. Los que tenían esa posibilidad se iban, y quedamos 60. Algunos fallecieron, entrañables y queridos compañeros, y quedamos 60. Con los 60 armamos esto. El 8 de agosto de 2008, el mismo día que se inauguraron los Juegos Olímpicos en China.

 

Este es un ejemplo de una empresa autogestionada que funcionó.

Es un ejemplo de una empresa que lucha, vive y respira lo que es la industria nacional del vidrio. Es la única empresa en Uruguay. Si no estuviera, todo lo que entra a Envidrio se exportaría o se enterraría. Uruguay consume más o menos unas 21.000 toneladas de vidrio anuales, de las cuales Envidrio recuperaba unas 7.000, todo el resto. Entonces, mirá si habrá para hacer cosas ahora en Uruguay: organizar a los clasificadores, armar trabajo con las empresas que tienen la posibilidad de armar núcleo con estos.

 

Miraba las denuncias que hicieron estos legisladores y no es sólo contra Envidrio. Ellos denuncian los préstamos, por ejemplo, que hizo el Fondes a todos los intentos de empresas gestionadas por los trabajadores. ¿Vos sentís que hay una persecución a ese modelo de propiedad cooperativa, a ese modelo de gestión?.

Yo creo que sí, hay una visión de cómo puede ser que una barra de trabajadores y trabajadoras se organicen y puedan por lo menos disputar en el ámbito de producir con los estamentos que estuvieron toda la vida en Uruguay. Y esos legisladores están equivocados. Cuando nace Envidrio, ¿con quién formaliza un convenio Envidrio para vender el producto? Con los antiguos dueños del mercado de la cristalería. Eso quiere decir que fue muy acertado e inteligente, de una visión muy estratégica, entre la empresa y los trabajadores, que hicieron una alianza para convivir en el país. Y este tipo de actores de esta oposición -no digo que sea toda, porque son una fracción muy chica que piensa así- veo que tienen una visión muy patricia del tema, pero son bastante laderos de algunos, que no les interesa este salto entre empresario y trabajadores. Nosotros tenemos que lograr que ese ejemplo de Envidrio, entre la relación del antiguo empresario de Cristalerías y los trabajadores de Envidrio, que hicieron una alianza, pueda formalizarse en otros ámbitos. Yo digo que hay industrias que están en crisis hoy en Uruguay, pero no son capaces de decirles a los trabajadores “vamos a remar juntos”, y no lo puedo creer. Y los trabajadores, teniendo, gracias a esa producción industrial, un ingreso bueno, podrían apoyar. Ayer estaba hablando con un sector de una industria química importante de trabajadores y estaban analizando eso: cuando está en la situación complicada, animarse y discutir, avanzar, hay que abrirles la cabeza.

 

¿Qué sentiste cuando renunciaste con tanto apoyo en las barras? Porque la verdad que fue impactante la presencia de los trabajadores en las barras del Palacio. Me imagino que eso habrá sido un poco reconfortante en el marco de una situación que no deja de ser muy dura.

Recordé muchas cosas, recordé lo del 99, que nos subimos, toda la directiva elegida en el sindicato, a un muro en Comercio y Rivera y se llenó esa calle. Y nosotros les dijimos a los trabajadores que íbamos a volver a tener una fábrica de vidrio. Está grabado eso. No se puede esfumar la vida de la gente. El otro día volví a ver compañeros históricos de esa época que vinieron a saludarme y volví a sentir lo mismo, volví a creer que valía la pena lo que estaba haciendo. Cuando uno entra al  Parlamento, entra lleno, y cuando se va, se tiene que ir también así. A mí por suerte me pasó esto. Creo que sentí el abrazo y el cariño de mucha gente en el transcurso de estos tres períodos que estuve ahí. Dije también que he cometido errores; cuál es el problema, si uno lo admite. Pero te emociona, y después, analizándolo, te conmueve porque es muy lindo eso para cualquier ser humano, el que tiene fibra, el que tiene sentimiento y el que ha peleado por la solidaridad permanente, es importante eso, que la gente te quiera y te aprecie. Te digo la verdad, mi sostén más allá de todo es mi familia. Si yo no tuviera la compañera que tengo, mis hijos… es una situación complicada, pero ahí están mis tres hijos, mi esposa, mi compañera -no es mi esposa, es mi compañera de ruta-. Hoy pelea también, igual que yo, por la vida y venimos encarando. Me mandó un mensaje muy fuerte ese día y la verdad que sentí que vale la pena y sigue valiendo la pena. Muchos te dicen: “¿Y ahora qué vas a hacer?”. Voy a seguir haciendo lo que estaba haciendo, encontrándome con compañeros que la están pasando mal, tratando de alentar, levantarles la esperanza. Yo estoy militando en un sector que tiene mucha historia de enamorar a la gente de los sueños, y hay gente que piensa que los sueños siempre son realizables. No, el tema es que no se te mueran los sueños, porque el día que los realices todos, ya no vas a tener para qué vivir. Nosotros decimos que los sueños a la gente le pueden permitir caminar, andar, luchar y muchas personas no entienden esto. El tema de la autogestión cayó en un momento en el cual se le generó mucha expectativa a la gente y quedó enganchada y nosotros creo que nos debemos a esa gente. A mí me emocionó mucho. Creo que hay que seguir planteando que la gente, por más dificultad que tenga, tiene que seguir peleando por los sueños. Pero hay que hacerla copartícipe y partícipe de ese camino. Nosotros no tenemos liderazgo, nosotros lo que tenemos es que seguir trabajando con la gen

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO