El genocída Cnel. Ernesto Ramas fue uno de los primeros militares de la dictadura en ser detenido en el año 2006 con prisión preventiva por un delito de privación de libertad con un delito de asociación para delinquir.
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Ramas fue indagado por el asesinato de Adalberto Waldemar Soba Fernández, ya que era el único caso excluido de la Ley de Caducidad.
Se lo señala también como responsable del sitio clandestino de detención y torturas conocido como el 300 Carlos en donde se reprimió principalmente a integrantes del Partido Comunista. Por ésta causa la jueza Silvia Urioste, procesó a Ramas este año por el homicidio de los militantes comunistas Fernando Miranda y Eduardo Bleier ocurridos en 1975.
Urioste también ´procesó con prisión a Ramas en la causa que investiga la detención en Buenos Aires de aproximadamente veinte personas, en su mayoría militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (Pvp), que fueron trasladados a Uruguay, en lo que se conoce como el “primer vuelo”.
(Cnel. Ernesto Ramas foto BBC)
La sentencia que condenó a Ramas dice que ““no sólo era quien daba directivas sobre detenciones e interrogatorios, sino que era informado de todo lo que ocurría con los prisioneros y, responsable directo de los operativos del equipo de represores que operaba en el 300 Carlos”. Ramas era el jefe de la División de Operaciones del OCOA.
Ramas se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria en Piriápolis por una causa anterior desde mayo de éste año, cuando fue procesado por la Jueza Urioste.
Entre otros asesinatos y delitos económicos, Ramas fue responsable de la muerte de dos prisioneros, cuyos cuerpos fueron recuperados bajo los gobiernos del Frente Amplio.
El cuerpo de del dirigente comunista Gerardo Bleier fue clandestinamente enterrado y cubierto con cal en el predio del Batallón de Infantería Nº 13, contiguo al Servicio de Material y Armamento del Ejército (S.M.A.), siendo encontrado el 27 de agosto de 2019 por un equipo del Grupo de Investigación de Antropología Forense.
El cuerpo del escribano Fernando Miranda fue enterrado en forma clandestina en el predio del Batallón de Infantería Nº 13. El 2 de diciembre de 2005 un equipo de G.I.A.F. encontró sus restos enterrados en dicho predio.