“El imputado participó en la privación ilegítima de la libertad -en violación de los arts. 15 y 16 de la Constitución- de Universindo Rodríguez, Lilian Celiberti y los niños Camilo y Francesca Casariego, quienes fueron aprehendidos en Porto Alegre-Brasil y trasladados clandestinamente a nuestro país, ingresando sin cumplir con los controles migratorios de rigor, siendo conducidos por sus captores en presencia del militar Eduardo Augusto Ferro Bizzozero, quien con su accionar continuó ejecutando los actos consumativos del delito”, expresa el fallo judicial.
Parte de esta historia es narrada por Camilo y Francesca en el documental "Dos niños y un casco azul" de Gonzalo Arijón.
Embed - Dos niños y un casco azul - HUELLAS a 40 años del golpe
Una cruel historia enmarcada en el terrorismo de Estado y las redes del Plan Cóndor
Celiberti fue detenida en las calles de Porto Alegre, mientras que en su domicilio, los militares uruguayos con apoyo de pares brasileños detuvieron a Rodríguez y a los dos hijos de la mujer, Camilo y Francesca Casariego, de 8 y 3 años.
Los cuatro fueron llevados a la Secretaría de Seguridad y allí, los mayores fueron sometidos a apremios físicos e interrogatorios
Los detenidos fueron trasladados en vehículos particulares hasta la frontera con la ciudad de Chuy. Una vez ingresados a Uruguay, Celiberti y Rodríguez fueron interrogados nuevamente por Ferro y sometidos a golpizas y un simulacro de ejecución en un lugar de la costa de Rocha.
Celiberti fue fue sometida a golpizas y picana eléctrica para que diera datos del PVP y de sus integrantes. El objetivo era obtener información sobre el líder del PVP, Hugo Cores, que vivía en Sao Paulo. Después volvió a Porto Alegre con la custodia de Ferro a la espera de recibir contactos de integrantes del PVP y Rodríguez y los niños fueron trasladados a Montevideo por el resto del personal militar.
Tras la intervención de Cores y la publicación de un reportaje sobre la detención ilegal de Celiberti, la militante fue nuevamente trasladada a Uruguay a través de Santana do Livramento y sometida a torturas en una unidad militar de Montevideo.
El 6 de diciembre de 1978, Celiberti y Rodríguez fueron llevados al Batallón de Infantería N.º 13, donde volvieron a ser interrogados bajo tortura y aceptaron firmar una declaración en la cual admitían que habían sido detenidos en la frontera con Brasil, portando documentación falsa y armas.
Ambos fueron sometidos a la Justicia Militar, condenados y recluidos en el Penal de Libertad (Rodríguez) y en Punta de Rieles (Celiberti), hasta su liberación el 19 de noviembre de 1983.