Las encuestas de expectativas económicas se han vuelto un instrumento cada vez más utilizado en el relevamiento de las opiniones que tienen referentes de los mercados, así como insumos para la definición de políticas públicas.
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Hace pocos días se die a conocer las últimas encuestas de expectativas económicas y de inflación del Banco Central del Uruguay (BCU) en las cuales se ven claramente las dificultades en torno a la realidad del crecimiento.
Qué son las encuestas de expectativas económicas
En los últimos tiempos este tipo de instrumentos se han generalizado ampliamente a nivel oficial, de empresas consultoras, financieras y de medios de comunicación de referencia, y generan opiniones que se han vuelto relevantes a nivel de la opinión pública sobre temas de relevancia como los precios, el crecimiento, el clima de negocios, las relaciones laborales, el devenir de las políticas económicas, entre otros.
Lo que importa es conocer la metodología y el grado de representatividad que pueden tener, porque en los hechos hoy se utilizan como una fuerte referencia para definición o justificación de las políticas que se implementan pero las carencias de los propios instrumentos deben ser un aspecto a considerar.
Dentro de las encuestas que se conocen, las que tienen mayor peso son las que realiza el BCU. Por una lado la de expectativas económicas que releva nivel de actividad, tipo de cambio en forma mensual y a nivel trimestral se aumenta en horizonte temporal de estas y se suman otras variables como niveles de interés, resultado fiscal y mercado de trabajo. Por otro lado, se releva la encuesta de expectativas de inflación. Entre los encuestados, que son consultoras, Administradoras de Fondos de Pensión e instituciones financieras, se presentan los resultados de las variables y medidas de resumen como promedio, mediana, máximo y mínimo.
Los últimos datos relevados por el BCU
Para los encuestados, en promedio el crecimiento para el año 2023 va a ser de 0,74%, para el 2024 de 3,12% y para el 2025 de 2,46%. De alguna forma las proyecciones van a estar por debajo de lo que se maneja a nivel oficial.
Respecto al tipo de cambio, otro indicador de relevancia y preocupación en la actualidad, en los próximos 6 meses no se espera que se llegue a 40,5 pesos uruguayos por dólar según el promedio de las respuestas. A fin de este año se espera que apenas supere en promedio los 40, llegando a 40,13 y recién para fin de 2024 se llegaría a 42,49. De alguna forma no se esperaría un cambio en la política monetaria para el horizonte de esta administración, a pesar de las dificultades que se han visto en términos de competitividad tanto a nivel de frontera como de exportaciones de bienes y servicios en especial el turismo.
Para la inflación las expectativas marcan que en los próximos 12 meses estará en 6,75%. Las expectativas de inflación se refieren a la inflación futura, la esperada por los agentes económicos hoy, en concreto por los que participan de la encuesta, quienes pueden tener diferente nivel de conocimiento y rigurosidad al poder establecer algún número.
Es importante destacar que las expectativas de inflación son relevantes en las medidas que afectan el comportamiento de los agentes en la economía y pueden ser definitorias a la hora de tomar decisiones tanto desde los gobiernos, como empresas y personas.
Si bien es relevante, las encuestas de expectativas son muchas y no siempre lo suficientemente representativas tanto de los propios grupos que pertenecen los referentes que las responden, así como otros actores económicos que no se los considera para los relevamientos.