Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Economía industria | contracción |

Los números preocupan

La industria uruguaya en riesgo

¿Qué realidad exponen los datos más recientes del sector de la industria, pieza clave en la economía uruguaya?

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Esta semana se celebraron los 125 años de la fundación de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), principal gremial que representa a un sector que, de acuerdo a los datos presentados por la misma, integra más de 17.000 empresas y que genera 164.000 puestos de trabajo directo. Los datos que presenta la CIU para el 2023 muestran una contracción en la industria. Es una realidad que en los tiempos que corren y, tal como se presentó por parte de las autoridades de la Cámara, los desafíos son múltiples y complejos, ya que abarcan los aspectos “comerciales, productivos, tecnológicos y ambientales”, pero además se requiere de una política de desarrollo que atienda lo que hace a la industria, la inserción internacional del país y los aspectos regulatorios que apoyan la sostenibilidad y la defensa del empleo de calidad. Además, no podemos dejar de mencionar la diversidad del sector industrial y la necesidad de atender sectorialmente las diversas realidades.

De acuerdo a los datos que se presentaron por el Ec. Sebastián Pérez, asesor de la Cámara de Industrias en el evento de aniversario mencionado, el PIB industrial representa el 10 % del PIB total y el 18 % del empresarial, siendo el segundo sector en generación de empleo directo con unos 164.000 puestos de trabajo directo siguiendo al comercio que supera los 234.000. Las ventas estimadas son de 16.934, sin contar la refinería, siendo que casi el 80 % proviene de recursos naturales y alimentos, y el restante 20 % de otras industrias. El 56 % de los productos exportados provienen de la industria y ascendieron en 2022 a 13.611 millones de dólares seguidos por el sector servicios que alcanza el 31 %. El 77 % de la producción está concentrada en 6 destinos, siendo que los primeros 3 tienen el 59 % de las exportaciones industriales. El primer destino es China con el 25 %, seguidos de Brasil. Si se analiza la composición sectorial existen también sectores de mucha importancia, siendo el principal los frigoríficos.

Estos datos presentados en forma sintética muestran algunas realidades que tiene el sector. Con estimaciones de contracción para 2023 estimadas en casi el 4 %, debería ser una preocupación por la relevancia, impacto en la economía y sociedad, así como la realidad de dificultades de crecimiento que tiene el país, de creación de empleo de calidad y de debilidades en la inserción internacional cada vez más notoria.

Si bien la noticia que trascendió fue la vuelta del Ricardito, la realidad es que existen muchos otros productos que se ven afectados vía la pérdida de competitividad que tiene el país, así como de políticas para la promoción y desarrollo del sector industrial, donde la inserción internacional tiene un rol de relevancia.

La pérdida de competitividad viene afectando a la industria nacional mucho más allá de las fronteras. Al respecto, las alertas están planteadas principalmente en las implicancias del ingreso de mercadería proveniente de Brasil y Argentina, siendo que los principales productos afectados son alimentos, medicamentos y productos de limpieza industrial y domiciliaria y, de esta forma, parte importante de sectores que son bastante intensivos en mano de obra.

Un planteo que viene desde la industria y que es de relevancia es que, para Uruguay, la competitividad debe ser la prioridad, más allá de cualquier acuerdo. En los hechos plantean que el principal acuerdo es ser competitivo. Cuando se anunció el TLC con China en la actual Administración, la CIU junto al Pit-Cnt, cada uno con sus equipos, se tomaron en forma muy seria realizar trabajos y estudios a ser parte de los insumos para la negociación. Cualquiera de los dos informes resultantes son hoy insumos relevantes más allá del proceso fallido o falta de proceso que realizó el Gobierno. La preocupación por determinados sectores industriales y los puestos de trabajo es una realidad, así como la relevancia de otros destinos con impactos diferentes a lo que es el comercio con China actual y sus perspectivas. Al respecto, ambas instituciones son muy claras en la relevancia de la región, tanto en lo que hace a la inserción de la industria nacional como destino de producción, como por las implicancias en el mercado interno.

A la vez, existen otros desafíos tanto de la innovación como de los aspectos medioambientales que hoy se plantean para la industria. Y en momentos en que las políticas industriales, en la era de la IA, cobran relevancia, Uruguay se aleja desmantelando y flexibilizando políticas que siempre fueron relevantes para la producción nacional de bienes y servicios, como ser la defensa de la competencia, los incentivos, las compras públicas y, hoy, otra cantidad de líneas que son parte de las últimas realidades en materia tecnológica y medioambiental.

La matriz productiva y los agregados de valor que generen empleos de calidad son un desafío. Pero en un aniversario tan importante, que marca la larga historia de la industria en el Uruguay con su fuerte relevancia en la creación del empleo, la única política a celebrar no puede ser la modificación de la ley de negociación colectiva. Esto nos marca la falta de una política de desarrollo donde el sector industrial tenga el lugar protagónico que se merece. La vuelta del Ricardito no puede tapar las pérdidas que se están generado en materia industrial.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO