Los economistas Matias Brum y Mauricio de Rosa, del Instituto de Economía de la Universidad de la República (Udelar), realizaron un trabajo que busca responder tres interrogantes: ¿cuántas personas han quedado por debajo de la línea de pobreza desde que comenzó la pandemia?, ¿hasta qué punto las medidas implementadas han logrado neutralizar los efectos negativos?, y ¿cuántos recursos adicionales se necesitan para mantener la pobreza en los niveles previos a la crisis?. Para resolver estos planteos, analizaron la contracción de los niveles de empleo e ingreso de la pobreza en el mes de abril para concluir de qué forma incidió la emergencia sanitaria en la pobreza de Uruguay en el corto plazo.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
El informe advierte que para realizar la medición de la pobreza utilizaron el «enfoque monetario» que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) que entiende que un hogar es considerado pobre en la medida de que «el ingreso corriente con valor locativo del hogar es menor al de la línea de pobreza determinada para ese hogar». Señalan que para el cálculo se tienen en cuenta el número de integrantes de la vivienda, todos los ingresos percibidos , ya sea formales o informales, así como las transferencias del Estado, la canasta básica de alimentos y la no alimentaria.
Basándose en la Encuesta Continua de Hogares, los economistas analizaron el efecto del envío de 140.000 trabajadores al seguro de paro, la pérdida de ingresos del sector informal y las medidas que implementó el gobierno para mitigar esta crisis. Las conclusiones revelan que la pobreza se incrementó un 11,6% en abril lo que se traduce en una cantidad de personas que oscila entre 94.000 y 127.000 registrando un aumento del 35,6%.
Con respecto a las medidas instrumentadas por el gobierno, el estudio las considera «insuficientes» en el sentido que «moderan levemente» el incremento de las cifras, pero no logran contenerlo. Para llegar a esta conclusión, los realizadores de este análisis simularon el efecto de la duplicación de la Tarjeta Uruguay Social (TUS), de las transferencias monetarias derivadas del Plan de Equidad, en el caso de quienes no reciben la TUS, y la entrega de una canasta alimentaria de 1200 pesos. «Como resultado, estimamos que las nuevas políticas de transferencias implementadas amortiguan el incremento de la pobreza en torno a un 20%», aseguran advirtiendo que sin estas políticas otras 26.000 personas también habrían quedado por debajo de la línea de pobreza.
Otra de las conclusiones del estudio es que el incremento de la pobreza podría mitigarse por medio de transferencias monetarias. «Mantener la pobreza en los niveles de 2019 implica poco menos de 1.000 millones de pesos mensuales adicionales, es decir, aproximadamente 22 millones de dólares mensuales. Desarrollar esta política por un año representa un costo anual de 0,44 del PIB de 2019».
Se puede acceder al informe completo en la página web del Instituto de Economía de la Universidad de la República (Iecon)