Editorial del diario El País contra Fernando Pereira y «la izquierda que no existe»

La noticia de que la Corte Electoral ya validó 500 mil firmas para el referéndum contra la Ley de Urgente Consideración, calienta cada día más el clima político en el país.
Y consecuente con ello, el diario El País toma partido con un fuerte artículo editorial titulado: «La izquierda que no existe».
El periódico cuestiona directamente a «un sector de izquierda que quiere aparecer como moderado y diferente del mayoritario», con el único objetivo de juntar votos para que los «radicales» terminen «mandando en los temas sustanciales».
«Llámense progresistas, seregnistas, moderados, astoristas, socialdemócratas o cualquier nombre parecido, la función es la misma de siempre: juntar adhesiones que jamás irían a otros sectores del FA, como por ejemplo al movimiento tupamaro, al Partido Socialista radicalizado, o al Partido Comunista», indica.
El periódico se mete directamente con el sector liderado por Mario Bergara y asegura que, mientras se considera moderado, el senador «se saca fotos felices con el dictador Díaz Canel, y apoya al candidato a la presidencia del FA que viene del Pit- Cnt».
La mala noticia que el diario El País quiere darle a Bergara es que «será difícil que la gente vuelva a creer en los mismos engaños de siempre».
«¿Acaso podrá hacer creíble ese perfil que en su momento tan útil fue para que el mujiquismo pudiera contar con mayorías parlamentarias, o para que la agenda sindical comunista lograra apoyos más sustantivos en una coalición de izquierdas políticas más amplia?», agrega el editorial.
Mucho más duros son los comentarios que hace contra el Pit-Cnt y Fernando Pereira, a quien califica como «la mayor voz opositora» que «puso palos en la rueda del país en los dificilísimos momentos en los que había que enfrentar lo peor de la pandemia».
«El Uruguay no olvida que el sindicalismo llamaba a cacerolear contra el gobierno en tiempos en los que había que estar unidos contra el COVID-19. El pueblo no olvida la manija sindical que quería hacer creer que aquí no se estaban tomando las medidas suficientes para salir adelante, y que sugería que el modelo a seguir era el argentino», concluye El País.