Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Editorial presidente | Antel Arena | Machado

Desviando la atención

El arenero del presidente

¿Qué puede justificar que el presidente de la República, le ordene a la presidenta de Antel, pedir el reexamen del dictamen de archivo del caso Antel Arena, cuando es tan contundente?

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Hace menos de un mes, el fiscal de Delitos Complejos y Económicos, Alejandro Machado, archivó la causa del Antel Arena con un dictamen de 88 páginas donde rebatió punto por punto todos los argumentos de la denuncia presentada por el Directorio de Antel. En el dictamen, Machado no se privó de poner en evidencia que la auditoría de Ecovis presentada por este Directorio no era una auditoría; que la Jutep actuó con falta de rigurosidad al pronunciarse con base en ella y sin tomar en cuenta las otras auditorías y el conjunto de los elementos del expediente; que no cabía quejarse de gastos observados cuando hasta el propio abogado que llevaba la denuncia había sido contratado con un gasto observado –y reiterado–; que el precio informado por el denunciante no era cierto, porque no costó 120 millones, como venían repitiendo hace años, sino 86 millones; y que ese monto se ajustaba a los costos previstos en uno de los escenarios proyectados, que era claro desde el principio que los 40 millones se referían solo a la obra civil, sin todo el equipamiento y que, salvo uno de los más de diez informes jurídicos, todos consideraban que Antel no violaba el principio de especialidad del ente con la obra.

El fallo de Machado fue contundente, lapidario y cerró el tema definitivamente, más allá de la posibilidad administrativa de hacerlo reexaminar por otro fiscal, que es un derecho de cualquiera de las partes. Ahora bien, tengamos en cuenta que el fiscal es el funcionario que tiene la responsabilidad de acusar; es como el abogado de la parte denunciante, el más feroz de todos. Si el fiscal solicita el sobreseimiento de un acusado o el archivo de una causa es porque no encontró nada de nada de lo que agarrarse para hacer una imputación que justificara la intervención de un juez y la instalación de un juicio. Que te rechace el fiscal es caer en la primera parada, en la línea de partida de cualquier proceso judicial, antes de eso no hay nada porque es después de una imputación fiscal cuando realmente empieza un litigio.

La orden del presidente

¿Qué puede justificar que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, le ordene a la presidenta de Antel, Annabela Suburú, pedir el reexamen del dictamen de archivo, cuando es tan contundente? Nada, salvo la intención de que se siga hablando de la causa durante la campaña electoral. El presidente está abusando de su poder al darle una orden a la presidenta de un ente autónomo para que reinstale una causa perdida con un propósito claramente electoral. Lo hace con la plena conciencia de que el fallo es sólido y no puede tener otro destino que el archivo. Lo hace sabiendo que el Antel Arena está ahí, de pie, es una obra gigantesca de la que disfruta la población, es innegable su existencia y es evidente que nadie se llevó un peso para su casa. Obsérvese que el Ministerio de Defensa de esta administración le compró dos lanchas para patrullaje OPV a un astillero que nunca fabricó un lancha de esas características y gastó 94 millones de dólares, más que lo que costó el Antel Arena y andá a saber cuándo vienen, si es que vienen.

La desesperación del presidente por incidir en la campaña electoral y el tono turbio que ha adquirido esta campaña desde que se lanzó formalmente a principios de mes, incluyendo una denuncia escandalosa y sin ninguna prueba contra el precandidato Yamandú Orsi, es alta. La intención del presidente es armar circo con un caso cerrado como el Antel Arena para perjudicar especialmente a Carolina Cosse, y sin que el Gobierno sea capaz de presentar ni una obra, ni un resultado de gestión, ni una sola propuesta novedosa, pese a contar con el beneficio de una cobertura obscena de los medios de comunicación dominantes.

El presidente, que tiene en sus filas una cantidad asombrosa de funcionarios formalizados, causas gravísimas abiertas, su propio candidato principal siendo cuestionado por la Jutep por permitir el ingreso de dos ciudadanos rusos cuando estaban las fronteras cerradas, en una operación vinculada directamente con el caso Astesiano, entre otras múltiples denuncias y sospechas de falta de transparencia, acomodos y corrupción, tiene el tupé de insistir con una causa a todas luces inconducente, sobre una obra espectacular y REAL, para seguir haciendo campaña con la nada misma, sin propuestas, sin logros, pero con mucho marketing a la luz y, lamentablemente, mucho marketing a la sombra.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO