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Sociedad

Escándalo: lo confundieron con un ladrón y casi lo matan

Uno de los policías que intervinieron comentó antes de irse “hay muchos robos en la zona y que por eso la reacción, que errar es humano”.

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Caras y Caretas Diario

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Este fin de semana ocurrió un hecho terrible en Punta del Este, cuando un grupo de hombres agredieron y lastimaron a un joven luego de confundirlo con un ladrón.

El docente de Filosofía Pablo Romero presentó una denuncia penal y divulgó en redes sociales la situación que vivió su hijo de 18 años en Pinares de Punta del Este (Maldonado).

Al menos cinco hombre mayores de edad amenazaron al adolescente, lo golpearon y lo atropellaron con un cuatriciclo porque creían que él les había robado. El caso está en manos de la fiscal de Maldonado Ana Roses.

También le rompieron el celular y le tiraron una gorra con visera que el joven llevaba puesta, que según Romero fue lo que llevó a que presumieran que era un delincuente y con ello intentaran justificar su accionar.

Romero, quien actualmente da clases de Ética en el Claeh y asesora al Ministerio de Educación y Cultura, contó que la familia estaba vacacionando en una casa alquilada desde el 1° de febrero. El pasado sábado de noche salió a dar una vuelta a la manzana y fue abordado por sus atacantes, que hasta al menos el domingo seguían hospedándose en la casa de al lado.

Los hombres lo acusaron de haber robado la vivienda dos semanas atrás. Según la narración de Romero, los agresores le dieron una patada en la espalda a su hijo apenas cruzó el portón de su casa. El joven trastabilló y alcanzó a ver a otros tres o cuatro atacantes que corrían hacia él con cachiporras, acusándolo de ser «un chorro».

El joven respondió que él se estaba alojando allí y no le creyeron. Le pidieron que no mintiera y lo amenazaron con pegarle un tiro. El joven corrió hasta una rotonda de la zona –donde los agresores quedaron registrados por las cámaras de seguridad– y fue interceptado por otro hombre en un cuatriciclo, que lo atropelló y levantó con el vehículo.

Con un corte en el gemelo y heridas en la espalda y en las piernas –según la denuncia– el joven debió eludir otro intento de atropellamiento. Luego corrió y fue perseguido por un auto, pero él no logró ver si era conducido por uno de los atacantes.

Rodeado, los hombres lo tomaron por la fuerza de la ropa e intentaron meterlo dentro del auto. El joven zafó, salió corriendo y su celular se rompió en el forcejeo.

Acto seguido, los atacantes resolvieron acompañarlo hasta la casa para corroborar que fuera cierto. “Si no vivís ahí, te vamos a pegar un tiro y tirar en una zanja”, le dijeron, según la denuncia pública de Romero.

Allí los recibió la madre del adolescente. Los hombres justificaron que «lo habían confundido con un ladrón», le devolvieron el buzo que le habían sacado y fueron a buscar el gorro que había quedado tirado. Además, le ofrecieron $ 3.500 para que comprara uno nuevo.

Al enterarse del ataque que había sufrido su hijo, Romero, que se estaba bañando, fue a la casa contigua a increpar a los atacantes. Ellos le dijeron que ya se habían disculpado, y cuando él retrucó que los denunciaría, uno de ellos comentó que era el hijo de un embajador, por lo que no tendría sentido hacerlo.

Luego de llamar al 911, policías se presentaron en el lugar. El conductor del cuatriciclo reconoció «el error en la confusión y se centraron en señalar que alguien les había intentado querer entrar a la casa hace poco», señaló el padre. Luego, indicó que el hombre dijo que “si hubiera sido un ladrón, estaba bien lo que hicieron, que era legal”.

Según Romero, además, uno de los policías que intervinieron comentó antes de irse “hay muchos robos en la zona y que por eso la reacción, que errar es humano”.

En el Sanatario Mautone de Maldonado constataron las lesiones que recibió el joven.

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