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Falleció de Covid-19 el cardiólogo y ex legislador Dr. Enrique Soto

El Dr. Enrique Soto fue legislador y dirigente de la Vertiente Artiguista. La familia del Dr Enrique Soto pidió que el dinero que se gastaría en flores, se done a ollas populares. Ese sería su deseo.

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Consultado por Caras y Caretas Portal el senador Enrique Rubio, calificó la muerte de Soto «como una pérdida irreparable, un compañero de 62 años, con una vocación de entrega en lo profesional como médico, pero también en lo político y siempre con una actitud de dedicación total a las causas sociales».

«Yo me encuentro sumamente dolorido en este dolor colectivo y en lo personal ya que con  Enrique como compañero cardiólogo teníamos un vinculo muy fuerte desde el punto de vista de aspectos personales«. agregó el senador Rubio.

Recordó que «el fue fundador de la Vertiente Artiguista. Cuando se da la fractura en el Frente Amplio que el PDC se retira, el era un dirigente muy joven de un sector de los socialdemócratas que se llamaba «Artiguismo y Unidad» y con otros militantes que veníamos de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) que militábamos en la Izquierda Democrática Independiente (IDI) fundamentos la Vertiente».

Por su parte el ex legislador y ministro Jose Bayardi consultado por Caras y Caretas Portal expresó que :«Enrique fue un compañero con un elevado compromiso político y social. Fue fundador de la Vertiente Artiguista desde el sector Artiguismo y Unidad, en 1989. Sector integrado por compañeros del PDC que permanecieron en el Frente Amplio cuando el alejamiento del PDC del FA en dicho año. Preocupado por los temas sociales en general y los de la salud en particular. Área en el que desarrolló su militancia Social desde el Sindicato Médico del Uruguay.Médico cardiólogo con dedicación y afectuosa cercanía a sus pacientes. Una persona buena, esencialmente buena, bondadosa y comprometida con los más necesitados.
Una enorme pérdida.»

Haciendo referencia a su fallecimiento, Rubio expresó «que la muerte de Soto por covid 19 , expresa la exposición del personal de salud y su compromiso. Su esposa me contaba que había participado de un congreso médico vía on line y que cuando se reintegró a la actividad veía 30 pacientes por consultas.»

Por otra parte el Dr. Antonio Turnes de Maldonado,  realizó una semblanza del Dr. Soto: «Falleció en Montevideo el 15 de diciembre de 2020 el querido amigo y colega Dr. Enrique Soto Durán. Tenía 65 años. Había nacido en Montevideo el 23 de junio de 1955. Graduado en diciembre de 1983, se especializó en Cardiología, trabajando en diversas instituciones, particularmente en el CASMU, donde alcanzó a ser Jefe de ese Departamento y en la Asociación Española.
Su vocación social le llevó a ocupar diversos lugares de trabajo en lo gremial, lo asistencial y lo nacional.
Integró en diversos períodos el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay, alcanzando el cargo de Vicepresidente, acompañando al Dr. Jorge Lorenzo.
En el Centro de Asistencia del SMU (CASMU) integró su Junta Directiva como Vicepresidente primero, acompañando al Dr. Barret Díaz Pose, y como miembro después, acompañando al Dr. Gerardo Eguren, en tiempo en que se procesó la separación de la persona jurídica del Sindicato Médico.
Fue Presidente de la Sociedad Uruguaya de Cardiología.
En el campo político, fue Senador suplente por la Vertiente Artiguista.
Ocupó la presidencia del Fondo Nacional de Recursos, y luego fue Gerente General primero, y vicepresidente después de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, acompañando en el último tramo de gestión a la Dra. Beatriz Silva.
Fue electo hace cinco años como Consejero Nacional del Colegio Médico del Uruguay, órgano en el que ocupó la Secretaría, acompañando al Dr. Néstor Campos Pierri.
Integró numerosos grupos de trabajos, comisiones y comités especializados, en especial el Centro de Estudios de la Salud del SMU, entre 2005 y 2009, produciendo estudios y documentos de gran valor.
Sus publicaciones relacionadas con la medicina social, y en especial sobre el Fondo Nacional de Recursos, ese valioso organismo invento uruguayo, figuraron en publicaciones nacionales y extranjeras, que lo tomaron como referencia.
Durante los últimos años fue el Responsable del Programa de Control de Tabaco del Ministerio de Salud Pública.
Enrique falleció víctima de la pandemia, habiéndose dedicado a la atención de sus numerosos pacientes, circunstancia en la que le cobraría la vida.
Fue un ser excepcional, de gran nobleza, creativo, pujante, que ayudó y protagonizó múltiples construcciones, buscando la equidad en la salud. Si alguna vez en alguna discusión álgida sentía que hubiera algún distanciamiento, prontamente recomponía la relación, sin guardar ni pizca de rencor. Siempre aportando. Hombre de pensamiento y acción, catalizador de cambios, esencialmente solidario y valiente. No fue un revolucionario en el discurso, sino un reformador de talante pacífico y progresista. Ejemplo de tolerancia y fraternidad.
En las Convenciones Médicas Nacionales, como en la construcción y el debate sobre la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud, él fue un animador franco y cordial, aportando siempre a la discusión, elementos valiosos, que obligaban a replantear y adoptar nuevos caminos.
El domingo pasado desde el CTI pudo enviar un mensaje a las redes sociales adhiriendo al duelo nacional por el fallecimiento del Dr. Tabaré Vázquez. Pero su evolución no fue favorable y se agravó rápidamente, para angustia de sus seres queridos y del personal sanitario que le asistía, consternado por este tránsito fatal.
La dedicación a sus pacientes, junto a su sabiduría y su calidad humana le hizo muy querido de todos cuantos le conocieron. Sus pacientes han perdido a un profesional empático y siempre positivo, con simpatía y buen humor. Una personalidad profesional firme y seria, pero siempre con la mano tendida para ayudar al otro.
Para él su familia era su auténtico orgullo, más que el ejercicio de cualquier función. Ella fue el centro de sus afanes, y a ellos volcó toda su dedicación y cariño. Era su alegría compartir con su estimada esposa junto a sus hijos y nietos. Disfrutaba sus ratos de esparcimiento en el balneario San Francisco, un remanso para una vida dedicada al servicio y al bien común.
Llegue a su estimada familia, a sus compañeros, colegas y amigos, la enorme tristeza por esta partida. Que el recuerdo de su espíritu luchador y reflexivo nos acompañe.
Querido Enrique, compañero de tantos trabajos: te has ganado el cielo. Nos dejas el privilegio de haber trabajado contigo, disfrutando de tus enseñanzas y amistad. Buen viaje. «

Cuenta en Abitab
A nombre de Enrique Soto
Número 114089
Los fondos serán volcados en alimentos para la olla popular del » Huracán del Paso de la Arena».

 

 

 

 

 

 

 

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