A la hora de recuperarse económicamente de la crisis generada por la pandemia del Covid-19, cada país de América Latina tiene su propia historia que contar. El Fondo Monetario Internacional advirtió que la velocidad de recuperación será distinta en cada caso.
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Retornar a los niveles económicos de antes de la pandemia es un proceso que, según el organismo multilateral, tendrá «varias velocidades», con grandes diferencias entre los países exportadores y los dependientes del turismo.
De acuerdo con sus previsiones, América Latina crecerá en 2021 a un ritmo del 4,6 %, medio punto por encima del pronóstico del FMI de enero, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial podría incrementarse en un 6 %.
En el informe de Perspectivas Económicas Globales actualizado, los expertos explican que el desarrollo esperado para este año se debe, en gran parte, al crecimiento de los grandes países exportadores de la región, como Argentina, Brasil y Perú, que se han visto impactados positivamente por el repunte de la manufactura mundial en la segunda mitad de 2020.
Sin embargo, en el caso argentino, la inflación sigue siendo muy elevada. Por eso, «queda mucho por hacer en términos de estabilización macroeconómica», dijo Gita Gopinath, economista jefe del FMI.
Por su parte, las economías brasileña y mexicana serán dos de las «principales beneficiadas» por el paquete de estímulo fiscal lanzado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por estar entre sus mayores socios comerciales.
La situación más crítica vendrá para los países que dependen del turismo, en su mayoría, ubicados en el Caribe.
El FMI celebra esta semana su asamblea de primavera junto al Banco Mundial, de nuevo de manera virtual debido a la pandemia, en la que los líderes económicos discutirán los principales desafíos globales.