El recientemente nombrado Presidente de Perú, Francisco Sagasti, ordenó en la jornada de este lunes el inicio de una reforma policial.
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Una de las primeras medidas en pos de esta reforma ha sido el relevo de varios mandos policiales y el nombramiento de un nuevo jerarca policial.
«He adoptado la decisión de designar como nuevo comandante de la policía, al general César Augusto Cervantes (…) Estas medidas tienen por finalidad fortalecer a la policía”, afirmó Sagasti en mensaje emitido por televisión.
Por su parte el ministro del Interior Ruben Vargas señaló “que el país quiere una policía que defienda la democracia y devuelva la seguridad y las garantías (…) Queremos una policía que siga defendiendo la democracia, los derechos fundamentales, que nos devuelva la seguridad y las garantías».
El nombramiento de Cervantes se produce como reemplazo del general Orlando Velasco.
Un general al que no se le han adjudicado, hasta el momento, responsabilidades en los hechos de represión, el ahora reemplazado general había dirigido la institución policial desde el 7 de agosto.
Junto a estas resoluciones, el nuevo presidente dispuso el inicio de investigaciones respecto a las actuaciones de altos jerarcas policiales, así como, la conformación de una comisión, encabezada por el ministro del Interior, para que emita recomendaciones que permitan modernizar y fortalecer la fuerza policial.
La comisión tendrá un plazo de 60 días para presentar sus propuestas de reforma.
Respecto a las investigaciones en curso, el ministro del Interior señaló que «las investigaciones están realizándose con absoluta prioridad y respetando el debido proceso (…) no quiero adelantarme a ningún tipo de sanción», expresó en referencia a los hechos que motivaron la muerte de dos jóvenes y centenares de heridos.
Junto a las denuncias vinculadas a la represión y el uso irregular de perdigones de plomo y canicas (bolitas), se han producido denuncias de abusos sexuales a mujeres que habían sido detenidas en comisarías.
Hace una semana la Fiscalía inició una investigación penal preliminar contra Merino y dos de sus ministros, como responsables de la represión desatada, una indagatoria que pudiera alcanzar a otros funcionarios y jerarcas policiales.
En estas indagatorias, el eje inicial consiste en poder determinar “la cadena de mando” que definió el curso de las acciones de tal forma que puedan llegar a individualizarse responsables y con ello avanzar hacia su formalización.
Para Sagasti, el proceso ordenado este lunes, también tiene como objetivo darle «transparencia e integridad» a la Policía, refiriéndose así, a los hechos de presunta corrupción que se han denunciado por el comportamiento de las fuerzas policiales desde el comienzo de la pandemia.