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Internacionales | Miguel Uribe Turbay | Colombia | Pablo Escobar

La muerte de Miguel Uribe Turbay profundiza el clima de incertidumbre política en Colombia

Colombia aparece en el centro de la agenda por el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay, quien en junio sufrió un atentado, aún se desconocen los responsables.

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Miguel Uribe Turbay era un político joven, no llegaba a los 40 años al momento de su deceso y hacía parte de una nueva generación de la política más radical de derecha en Colombia. Pertenecía al Centro Democrático, fundado por el ahora condenado expresidente Álvaro Uribe Vélez, con quien a pesar de compartir el apellido no tenían filiación directa.

Hacía parte de las familias tradicionales de la política colombiana; su abuelo fue presidente entre 1978 y 1982, tiempo durante el cual, sin caer en el abismo de las dictaduras, gobernó con mano dura a partir de la promulgación del llamado “Estatuto de Seguridad”, articulado que permitió a las fuerzas militares actuar con mucha libertad y pocas consecuencias en la vía de la neutralización del “enemigo interno”, tan de moda por aquellos años.

Diana Turbay Quintero, madre de Miguel Uribe Turbay, era una periodista y abogada de reconocimiento nacional durante los años 80, y fue secuestrada por el cártel de Medellín el 30 de agosto de 1990 junto con un grupo de 5 periodistas más, permaneciendo varios meses en diferentes lugares del interior colombiano cercano a Medellín, donde se supone que también se encontraba Pablo Escobar, quien la usaba tanto para presionar al gobierno colombiano a derogar el decreto de extradición como para frenar el avance de la fuerza pública en su contra.

Finalmente, el 25 de enero de 1991, durante un operativo de rescate, cuando solamente quedaban secuestrados ella y el camarógrafo Richard Becerra, fue alcanzada por un proyectil que la hirió gravemente, y aunque logró ser trasladada con rapidez a un centro asistencial, terminó falleciendo. Nunca se logró aclarar si su muerte fue responsabilidad de las tropas del ejército en tierra, de sus secuestradores o del helicóptero de las FFMM que actuó durante el operativo.

El padre, Miguel Uribe Londoño, representante gremial histórico de uno de los sectores agroindustriales más grandes de Colombia, lo crió dentro de un círculo de privilegios económicos e ideológicamente muy conservadores. De hecho, Uribe Londoño fue uno de los fundadores, junto con Álvaro Uribe, del partido Centro Democrático, de donde fue jefe del directorio distrital en Bogotá.

Desde muy joven Miguel Uribe fue un entusiasta de la política y fue concejal de Bogotá con menos de 26 años, y durante la alcaldía de Enrique Peñalosa en 2016, cercano a los 30 años, se desempeñó como secretario de Gobierno Distrital, el segundo cargo político dentro del segundo órgano ejecutivo en importancia después de la Presidencia.

La carrera política de Uribe Turbay

Fue en esta responsabilidad donde se dio a conocer a nivel nacional por sus opiniones radicalmente posicionadas hacia la derecha. El caso más emblemático tuvo que ver con una mujer llamada Rosa Elvira Cely, que en 2012 fue brutalmente atacada, violada, empalada y finalmente asesinada por uno de sus excompañeros de estudio. El caso fue tan emblemático en Colombia, que en 2015 se aprobó la ley que tipifica el femicidio, ley que lleva su nombre y que ahora se le conoce como “Ley Rosa”. En esa ocasión, la Secretaría de Gobierno Distrital de Bogotá bajo la dirección de Miguel Uribe emitió una declaración que señalaba a Rosa Elvira como la responsable de su propia violación y muerte, y aunque posteriormente ofreció disculpas en una rueda de prensa, ni él ni el alcalde mayor Enrique Peñalosa asistieron a la citación del Concejo de Bogotá para aclarar y ampliar el concepto de la Secretaría de Gobierno.

Más adelante, cuando durante los levantamientos populares ocurridos en 2020 y 2021, ante el asesinato de uno de los manifestantes por parte de la policía mediante la utilización de municiones prohibidas, los dichos de Uribe fueron exactamente en la misma dirección al culpar a la víctima y excusar a los victimarios.

Miguel Uribe se presentó como candidato a la Alcaldía de Bogotá para las elecciones de 2019 por parte del partido Centro Democrático, quedando en el cuarto lugar con una muy modesta votación, luego de lo que viajó a Estados Unidos para estudiar en Harvard, y regresó en 2021 para encabezar la lista del Centro Democrático al Senado, donde fue elegido. Desde allí encabezó la oposición al gobierno de Gustavo Petro, celebrando sonoramente cada derrota que le propinaron a las propuestas del Ejecutivo indistintamente del objetivo de la ley propuesta. Se hicieron virales los videos de Miguel Uribe celebrando que el Senado, en medio de unas maniobras que evidenciaron irregularidades, echara por tierra la Consulta Popular propuesta por el Gobierno Petro para adelantar las reformas planteadas en su programa de gobierno.

La carrera por la presidencia para 2026 inició con una derecha dispersa y sin las figuras tradicionales producto del desgaste y los vínculos con la mafia, lo que abrió la cancha a cuadros de segundo orden que empezaron a mostrar sus ambiciones políticas y sectoriales.

Las elecciones 2026 en Colombia

María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Uribe hacían parte del abanico de presidenciables por el Centro Democrático. Cabal aventajaba a los otros dos en edad, experiencia y representaba al sector ganadero, cuya fuerza es innegable aún después de estar fuertemente comprometido con el paramilitarismo y el narcotráfico.

Uribe Turbay no fue en este periodo una figura a destacar en la carrera presidencial, sería para él seguramente un paso más que sumaría experiencia hacia próximas elecciones, consolidándose como fuerte opción para 2030 o 2034, cuando estaría próximo a cumplir los 50 años.

El Centro Democrático se presentaría a una consulta interna donde todo parecía indicar la victoria de María Fernanda Cabal, quien se enfrentaría en la primera ronda con el candidato o candidata de la consulta del sector de gobierno y con Vicky Dávila, periodista reconocida por sus posturas fascistoides que se convirtió en candidata como figura de los outsiders de derecha en Colombia.

El balotaje probablemente sería entre la candidatura del oficialismo y Cabal o Dávila, quienes harían una alianza de ultraderecha con el fin de derrotar al oficialismo, y para nadie es un secreto que posiblemente lo lograrían.

El asesinato de Miguel Uribe realmente cambia poco de la mecánica electoral, pero ha movido un gran sentimiento de unidad al rededor de la ultraderecha, que ha sido la mayor beneficiada con el hecho, la gran maquinaria mediática de Colombia sugiere sin afirmar la responsabilidad de Petro en el hecho, generando una narrativa sobre Uribe Turbay como una figura sobresaliente de la oposición, cosa que no era cierta, pero que ha servido para profundizar el antipetrismo, antiizquierdismo y la sensación de ingobernabilidad y caos en el país.

Sobre los hechos que rodean la muerte de Uribe Turbay, como en los demás magnicidios en Colombia, el hilo de la Justicia llega hasta dos o tres escalones más arriba de los sicarios. En este caso quien tiró del gatillo es casi un niño, lo que recuerda los tiempos de Pablo Escobar, quien tuvo a un ejército infantil en el oficio del sicariato, siendo a los 16 o 17 años ya demasiado viejos para el oficio. En este caso el tirador tiene 14 años y fue contratado por otras personas que le entregaron el arma, una Glock 9 mm modificada para disparar en ráfaga y con municiones intervenidas para potenciar la letalidad. No queda duda de la intención de asesinarlo.

Las pistas de las autoridades

Las investigaciones llegaron hasta alias “El costeño”, jefe de sicarios de una banda del sur de Bogotá, quien ha sido vinculado a otros asesinatos de importancia, pero que está lejos de ser el determinador final del hecho. A partir de ahí todo son hipótesis, la más fácil señala a las disidencias de las extintas FARC como las responsables, sin mayores pruebas de ello.

Otra hipótesis se abrió en las últimas semanas por cuenta de afirmaciones periodísticas replicadas por cuentas de X que vinculan el asesinato de Miguel Uribe con el de dos reconocidos comerciantes de esmeraldas ocurridos en abril y agosto pasado y cometidos con precisión quirúrgica, ya que ambos fueron asesinados de un solo disparo por un francotirador ubicado a unos 200 metros del objetivo.

Estos dos esmeralderos, junto con el padre de Uribe Turbay, Miguel Uribe Londoño, estarían vinculados con la apropiación ilegal de las acciones de una mina en la zona esmeraldífera del centro de Colombia, por lo que se trataría de un ajuste de cuentas por parte de uno de los sectores más violentos del país, como es el de las esmeraldas.

En la alocución presidencial luego de conocerse el deceso de Uribe Turbay, el presidente Gustavo Petro afirmó que no se descarta ninguna línea de investigación y que se seguirá indagando hasta dar con los autores intelectuales del magnicidio.

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