Desde la vecina orilla se informa que el hospital de San José, en la ciudad de Colón, frente a Paysandú, está colapsado por consultas con niños con cuadros de vómitos, fiebre y diarrea. Según la pediatra que monitorea la situación, en un solo día se atendió a más de 90 niños con gastroenterocolitis.
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Las autoridades argentinas no descartan que algunos de esos casos se deban a la ingesta de alimentos en mal estado, pero han comprobado que en la gran mayoría de los casos son familias que veranean en las costas del río Uruguay o que lo hicieron en las termas.
La existencia de contaminación fue advertida recientemente por la Comisión Administradora del Río Uruguay, que puso en alerta a los municipios sobre sus eventuales consecuencias sobre la salud.
Hacia fines de 2016, la organización Vida Silvestre y Asesoramiento Ambiental Estratégico, luego de realizar un completo informe sobre 151 sistemas acuáticos del país, lazó la misma advertencia, a saber, que la mayoría de las fuentes de agua en Uruguay está contaminada y contiene niveles de nutrientes superiores al límite aceptado.
El origen de este elevado rango de coliformes está principalmente asociado al uso de fertilizantes de alta toxicidad, así como al uso irresponsable de aguas residuales urbanas e industriales, lo que ya han advertido las autoridades uruguayas en la cuenca del río Santa Lucía.
Los expertos indicaron que los ríos embalsados, que se han modificado físicamente para enlentecer el pasaje del agua, y los embalses en el río Uruguay y en el Río Negro están altamente eutrofizados y tienen floraciones de cianobacterias todo el año.
El informe agrega que la contaminación de los ríos interiores llega con menor intensidad a Montevideo, pero puede extenderse a playas como las de Piriápolis, que habitualmente registran problemas de floraciones.