A veces la mezquindad puede disimularse y hasta disfrazarse de generosidad, pero hay veces que queda desnuda en medio del desierto. La resistencia de la coalición a votar el crédito del BID a la Intendencia de Montevideo es una maniobra grotesca de la más baja política y cada día es más claro que perjudica a todos los montevideanos. Si Uruguay se jacta de ser hacia afuera un país serio que cumple su palabra, no puede caer en esta burda maniobra de política barata orquestada por blancos y colorados en la Junta Departamental y que los deja con el culo al aire.
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No votar un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo destinado al saneamiento ambiental de Montevideo, que ya fue aprobado por el BID, que pasó por todas las etapas previas con participación activa del ministerio de Economía, y al que le dio el visto bueno hasta el representante oficialista en el propio BID, es un papelón y una vergüenza para el país.
Hay decisiones que no deberían quedar sujetas a los tironeos políticos de la campaña por la derogación de los 135 artículos de la LUC, ni a las ambiciones y rencores de una candidata derrotada como la inefable Laura Raffo. Una de ellas es la calidad de vida de miles de montevideanos que esperan las obras de saneamiento, los que viven en barrios muy humildes, los que necesitan de pluviales que reduzcan las inundaciones que se producen con cada lluvia grande, o los que quieren que la ciudad tenga un sistema de recolección de residuos que por fin convierta a Montevideo en una ciudad limpia.
El Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos que se pretende aplicar fue elaborado bajo el liderazgo del Ministerio de Ambiente a partir de la Ley de Gestión Integral de Residuos aprobada en el período anterior por la unanimidad de los partidos políticos. No se puede borrar con el codo lo que se firmó con la mano porque la gente se da cuenta.
No se trata de nada novedoso. La IM históricamente apeló al BID para financiar esta clase de programas. Es más, el primer préstamo data de 1972 y lo que se pretende implementar ahora es la sexta etapa y no solo brinda financiamiento sino también asesoramiento técnico internacional. Desde el año pasado se viene trabajando con diferentes instancias, y en todas participó el gobierno nacional junto a la Intendencia y el BID. En marzo de 2021 se efectuó la Misión de Identificación, en mayo la Misión de Orientación y en setiembre la Misión de Análisis, por lo que nadie puede ahora hacerse el desentendido.
Queda completamente en evidencia que la única intención es afectar la gestión de Carolina Cosse cuyo crecimiento en las encuestas les preocupa, pero llegar a este extremo es señal de muy baja política.
Laura Raffo se puso la lápida, van a pasar treinta años más en que, en Montevideo, no le va a ganar ni al loro y algunos colorados que se van dando cuenta de la metida de pata a la que los lleva la grosería de los blancos harían bien en sacar la “pata del lazo” y dar sus votos para que los montevideanos vivamos mejor.