1. Fortalecimiento de Marcos Legales y Políticos: Es esencial garantizar el derecho a una vivienda adecuada y proteger a las personas de desalojos forzosos. Esto implica la creación de marcos legales sólidos que respalden el acceso a la vivienda como un derecho humano.
2. Definiciones Inclusivas de la Falta de Vivienda: Adoptar definiciones que sean inclusivas y basadas en derechos es crucial para un monitoreo efectivo. Esto permitirá una mejor comparabilidad entre contextos y aumentará la visibilidad de quienes son más afectados por la falta de vivienda.
3. Mejora de Sistemas de Datos: Desarrollar sistemas de datos desagregados, participativos y basados en la experiencia ayudará a reflejar fielmente las problemáticas enfrentadas por las personas que carecen de vivienda. Estos datos son esenciales para diseñar políticas efectivas.
4. Despenalización de la Falta de Vivienda: Es fundamental poner fin a la criminalización de la falta de vivienda. Las leyes y políticas no deben castigar a las personas por ocupar espacios públicos, sino que deben facilitar su reintegración en la sociedad.
5. Priorizar Soluciones Habitacionales Permanentes: Se deben promover soluciones de vivienda permanentes que sean asequibles, adecuadas y culturalmente apropiadas. Estas deben estar integradas con servicios de salud, protección social y oportunidades de empleo.
Uruguay en el Contexto Global
La situación en Uruguay refleja las tendencias globales observadas en el informe de ONU-Hábitat. La creciente emergencia de la falta de vivienda en el país pone de manifiesto la necesidad de adoptar un enfoque más integral y sostenido para abordar esta problemática. Las recomendaciones ofrecidas por la ONU son un llamado urgente a la acción, que invita a los gobiernos y a la sociedad civil a trabajar en conjunto para garantizar el derecho a una vivienda digna para todos.
La vivienda no es simplemente un tema de política social, sino un derecho humano fundamental. Como hemos visto en el último informe de ONU-Hábitat, es crucial superar la visión de la vivienda como un problema aislado y abordar la falta de hogar desde una perspectiva más holística que considere múltiples factores interrelacionados. Solo así se podrá avanzar hacia un futuro más inclusivo y equitativo donde todos tengan acceso a un hogar seguro y adecuado. La acción en este ámbito es más necesaria que nunca, y la contribución de todos los sectores de la sociedad será fundamental para lograr un cambio significativo.