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La Revista | jóvenes | militantes | Pit-Cnt

Desafíos militantes

Cambiando el límite de lo posible

Jóvenes militantes estudiantiles y sindicales buscan fortalecer sus espacios de acción e incidencia en un entorno inhóspito de puertas casi siempre entrecerradas para las nuevas generaciones.

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Militan. Defienden causas. Las suyas y también aquellas que son transversales y les implican. El sábado 13, el Departamento de Jóvenes del Pit-Cnt realizará una actividad de discusión política y programática a la que invita a participar en la previa a la marcha del 14 de agosto, Día de los Mártires Estudiantiles. El domingo marcharán con sus banderas y consignas. Hablar de militancia tradicional, en territorio real y no solo virtual, es casi un desafío de futuro.

Hay quienes se reconocen a lo lejos por haber comenzado a militar en la campaña por el No a la baja. Muchas y muchos más llegaron un poco antes y también después. La recolección de firmas para derogar la LUC incorporó a «un montón», aseguran. Pelean por causas diversas. Claramente, este 14 de agosto tendrá como eje central la lucha por el presupuesto educativo y particularmente la defensa y el reclamo de recursos para la Universidad de la República. Es uno de los temas en el que confluyen las preocupaciones de jóvenes militantes del movimiento sindical y estudiantil. Pero hay otros. Hay más.

Camila Menchaca, una de las referentes del Departamento de Jóvenes del Pit-Cnt considera importante que las y los jóvenes militantes participen de los espacios de formación sindical como el que se desarrollará el sábado en la sede del Pit-Cnt. Desde su visión, es fundamental que quienes militan en sindicatos conozcan sus derechos laborales, tengan clara la legislación y los decretos reglamentarios que establecen el marco normativo general de los derechos laborales, particularmente lo que refiere a licencias por estudio y por enfermedad. Asimismo, entiende necesario debatir y compartir información sobre la coyuntura económica y todos los procesos relacionados a la negociación colectiva, el tratamiento parlamentario de la Rendición de Cuentas y otros aspectos directamente relacionados. Menchaca destacó que lo importante "es que les sirva a quienes participen y que genere insumos para poder trasladar conocimiento al conjunto de compañeras y compañeros, a partir de una campaña de promoción de derechos sindicales entre los jóvenes". Otro de los objetivos planteados para el encuentro del sábado 13 refiere a la necesidad de vincularse con otros jóvenes que no forman parte del Departamento de Jóvenes del Pit-Cnt. Por eso se abre la posibilidad de mantener una conversación con el movimiento estudiantil en la previa del 14 de agosto. "Es una fecha emblemática para las y los estudiantes y para las y los jóvenes en general. En este marco se intercambiarán opiniones con los compañeros y compañeras del movimiento estudiantil y por eso hemos convocado a la FEUU y a estudiantes en general. El objetivo es saber de primera mano las reivindicaciones que impulsan y lo que están haciendo desde el punto de vista organizativo", explicó. Según informó Menchaca, el sábado, las y los participantes del encuentro, junto a la Brigada Aida Soto de Fuecys y quienes integran el taller de Propaganda del Pit-Cnt, pintarán pancartas y carteles para llevar a la marcha del domingo 14 de agosto.

Al término del encuentro se conformarán dos grupos de trabajo: los que tendrán a su cargo la campaña de defensa de los derechos laborales y el que comenzará a trabajar en la elaboración de una plataforma juvenil específica. "Esta plataforma está pensada como un aporte para el Congreso del Pueblo en el que vamos a participar y para ello tenemos que ir generando algunos temas de discusión. Por ejemplo, creemos que a diez años de la creación de la ley de empleo juvenil es hora de hacer un balance. Discutir qué cosas buenas se han obtenido y cuáles son las que se deben mejorar. Debatir si estamos en condiciones de impulsar mejoras a la ley de empleo juvenil o no. Se está analizando una propuesta en torno a Inefop para realizar algún taller que tenga en cuenta el empleo juvenil y la precarización existente en el sector", agregó.

"La idea es poder comunicar y trasladar las conclusiones y la síntesis del encuentro de jóvenes del Pit-Cnt a través de una campaña en las redes sociales pero también en formato papel. Creemos que son temas muy importantes y no podemos dejar de lado la comunicación tradicional. Si bien las redes tienen un impacto impresionante, no se puede descartar la vieja práctica de la lectura del volante, los boletines y las carteleras sindicales", reflexionó.

Menchaca reconoció que el Departamento de Jóvenes se mantiene dentro de los parámetros más o menos tradicionales de comunicación y que hasta el momento, no han logrado tener una cuenta en TikTok. “Ya llegaremos”, auguró.

La LUC y después

Amira Fagúndez fue la cara visible de la FEUU en la campaña por las firmas para derogar 135 artículos de la LUC. Además de su participación como oradora en decenas de actos realizados en territorio a nivel nacional, tuvo un rol central en algunos hitos de la campaña. Ella fue la responsable de anunciar que se habían logrado recolectar las firmas para habilitar el referéndum. “La exposición en esa campaña fue enorme y el aprendizaje también”, explica. “Siento que fui como ‘adoptada’ por la central sindical y aprendí mucho. Ahora que ya pasó, creo que es importante que lo pueda transmitir a mis compañeras y compañeros de la FEUU, desde cosas básicas como el manejo con los medios para organizar una conferencia de prensa hasta otras más sutiles. Creo que hay una cierta enseñanza que nos deja la campaña para derogar la LUC que tenemos que aprovechar en la FEUU para todo lo que se nos viene por delante”. Fagúndez cree que es importante pensar en cierta “profesionalización” de algunos aspectos de la militancia. El ejemplo más claro lo ubica en la comunicación pero no descarta pensar sin prejuicio en otros aspectos generales.

Amira no participó en ninguna organización durante la campaña del No a la baja, “pero milité en mi núcleo familiar, ahí donde casi todos comenzamos, tratando de convencer a nuestros padres y abuelos, en la familia es donde la tenés que remar y pelear al principio para defender tus causas”. Después vino el camino más conocido y visible. Ahora cree que las y los jóvenes tienen que defender una agenda que respire cierta libertad. “No quedarnos en la defensa de le educación sino construir comunidad, forjando cultura y libertad, la histórica consigna de la FEUU tiene que ver con eso, y por ello creo que tenemos que ser capaces de construir esos espacios de encuentro con nuestros pares y por qué no, construir las facultades desde allí. Recordemos que venimos de un proceso duro de la pandemia en el que nuestros centros de estudiantes estuvieron cerrados porque las facultades lo estaban. La pandemia nos alejó y distanció entre nosotros. Este año fue muy importante porque tuvimos la posibilidad de volver a encontrarnos y a ocupar esos espacios”.

Formas y caminos

El movimiento sindical está repleto de militantes jóvenes. Para comprobarlo alcanza con arrimarse a alguna de las movilizaciones de Sutel, Sunca, Fum-Tep o de la gran mayoría de los sindicatos y federaciones. Sin embargo, no todos forman parte de la militancia orgánica del Departamento de Jóvenes del Pit-Cnt. Desde la visión de Florencia Leymonié, exintegrante del Departamento de Jóvenes del Pit-Cnt y actual secretaria general de Sutel, los espacios de jóvenes permiten el acercamiento a quienes en otros casos no siempre se “les llega” con las estructuras más tradicionales. “Podés encontrar a mucha gente joven que te escucha con determinadas lógicas y hasta lenguaje. Creo que ese es un paso bastante frecuente. Primero se arriman a los espacios de jóvenes y después al trabajo orgánico. En Sutel tuvimos muchos compañeros y compañeras que hicieron ese proceso y con el paso del tiempo se fueron transformando en delegados y ocuparon responsabilidades”.

Leymonié precisamente desarrolló un camino paulatino y persistente de militancia. Trabajó durante el No a la baja, participó en la discusión de la ley de empleo juvenil, luego militó más visiblemente por la derogación de la LUC y ahora ocupa la secretaría general del sindicato. Hay quienes la visualizan como una de las figuras de recambio más notorias para el movimiento sindical uruguayo de cara a los próximos años.

Ella sostiene que las estructuras tradicionales de la militancia suelen tener cierta rigidez de acuerdo a la lógica de las y los jóvenes. “La transgresión siempre costó. Nunca es sencillo transgredir lo que está instalado y afianzado. En el movimiento sindical podrás ser joven, pero tenés que asumir que fundamentalmente, sos Pit-Cnt. Y estamos hablando de una estructura bastante tradicional. Si te corres mucho, te vas a encontrar con ciertas complejidades. Pero insisto en que no se acota al Pit-Cnt, en este país cuesta un montón ser transgresor. Siempre vas a generar ruido, ya sea por tu forma de vestirte, de hablar, de actuar, de lo que hagas”. De todos modos, Florencia considera que es importante contar con “cierto equilibrio” y que en buena medida, las estructuras tradicionales para la militancia sindical o la partidaria “hacen bien” porque “te cuidan”. Y no se debe olvidar que “al pertenecer a una organización vos tenés que cuidar la historia que trae detrás” esa estructura. “No podés construir un espacio que desdibuje la propia organización”.

En cuanto a los cuidados para “arropar” a quienes se van arrimando a la militancia, ella asegura que a veces pasan desapercibidos. Puede suceder que surja un tema desde los espacios de jóvenes que “no llame la atención” de las estructuras tradicionales y eso juega a favor para militar con comodidad y dar las batallas “a gusto”. Algo de eso, sostiene, sucedió cuando el No a la baja “porque en realidad al principio no le importaba a mucha gente” o “te decían que esa causa estaba perdida. Y como casi nadie nos daba bolilla, pudimos hacer un montón de cosas. Después, cuando vieron el crecimiento, sí nos empezaron a observar con otra lupa”.

En tono autocrítico, la secretaria general de Sutel dice que desde el movimiento sindical no siempre se leen correctamente algunas señales provenientes desde distintos ámbitos de la sociedad. “Tenemos que reivindicar la alegría, el disfrute y el goce de militar. Sacarnos un poco la solemnidad. Algo de eso intentamos desde Sutel durante la campaña por el referéndum cuando armamos los toques con bandas y artistas y sin oradores. Las giras de la rosada tour fueron eso. Un goce, un disfrute, sin oradores, pero claramente nucleados por algo que nos unía y defendíamos. Creo que esa fue una experiencia que nos marcó y nos separó un poco de la solemnidad”.

¿Militar qué cosas?

Claudio Arbesún desarrolló su militancia gremial en la FEUU y desde hace algunos años está vinculado al trabajo sindical y político. Desde su visión, existe un elemento común entre los distintos hitos de la militancia juvenil, “vinculado a la contraposición frontal con posiciones conservadoras y regresivas, que surgen como herramientas auxiliares o como un recurso destinado a generar un efecto más mediático que material, para diluir emergentes relacionados con la desigualdad y situaciones de exclusión social. Cada una de ellas, en general, disparando contra los sectores más vulnerados y vulnerables de nuestro país, no solo en términos materiales, concretos, sino también en la capacidad de articular y hacer valer una opinión, así como por su relativa lejanía con espacios de poder o decisión política. Además de eso, creo que es distintivo en cada una de esas experiencias que el camino emprendido se hace sin cálculos chicos, de réditos electorales o mediáticos, sino que se emprende en función de ideas justas, reivindicando la posibilidad pedagógica de la acción política, de la militancia, su potencial transformador, la efectiva posibilidad de correr el límite de lo que a priori parece como posible en base a la organización, movilización y diálogo con la gente. El ejemplo paradigmático tal vez fue el tema de la baja de la edad de imputabilidad, donde se partió con una opinión pública ampliamente desfavorable, que quizás a más de uno lo invitó a dar la pelea por perdida”. Para Arbesún, ese es un rasgo que puede encontrarse -en mayor o menor medida- en cada uno de los temas que se abordan desde las organizaciones juveniles, como así sucedió con otros hitos como la reforma Vivir sin miedo, las respuestas a las iniciativas conservadoras en el Parlamento, el presupuesto educativo o la recolección de firmas contra la LUC. “En primer lugar, porque se identifica que el paisaje que nos rodea diariamente está signado por la desigualdad, por todos lados y con distintas expresiones. En segundo lugar porque para los jóvenes eso es algo tangible en las relaciones en donde nos movemos desde lo microsocial hasta lo macro, como las posibilidades de acceso en condiciones dignas a estudiar, el laburo, la pobreza, el acceso a la cultura y otras más. Y en tercer lugar, por la ausencia de constreñimiento de nuestra disposición de vivir en una sociedad mejor a límites posibles, que responden a compromisos individuales o de otro orden, que pueda llevar a poner en un segundo plano -a la hora de las consideraciones políticas- las causas que son esencialmente justas y por las que vale la pena luchar. También supongo que hay algo de no querer hacerse cargo o asumir como responsabilidad propia un mundo hecho para unos pocos que ya estaba cuando llegamos. Y reivindicar la idea de que uno puede tratar de que sus acciones hagan que las cosas vayan en otro sentido”.

Por todo esto, a Arbesún le incomoda que desde sectores "no jóvenes" se hable de "la agenda juvenil" o "los temas que ahora interesan a los jóvenes". Él sostiene que, en primer lugar, “somos los jóvenes los que sabemos qué temas nos mueven y no precisamos un tamiz externo. En segundo lugar, sabemos que conectar luchas o reivindicaciones específicas, con temáticas generales o de fondo, no parece ser algo ajeno a la juventud, porque habla de la capacidad de movilizar acciones que transformen el origen de las situaciones injustas del hoy, sin voluntad de vivir emparchando la vida de la gente. Pero además y fundamentalmente, porque tal vez los límites de los procesos de transformación que vivieron nuestros pueblos tengan que ver con el abandono, en cierto momento, de las reivindicaciones generales o de fondo por parte de la llamada ‘agenda adulta’, por parte de aquellos sectores directamente vinculados con las decisiones políticas de dichos procesos. Tal vez un aporte que los jóvenes podemos hacer, con nuestras formas e impronta, sea volver a poner en el centro algunas cosas que nunca debieron haber quedado relegadas a la periferia. Y ese es un desafío que tenemos por delante”.

No recortes tu futuro

La agenda marca cada 14 de agosto como el día en que miles de jóvenes ganan las calles y de manera más o menos orgánica, levantan sus banderas. El próximo domingo, a partir de las 17 horas la explanada de la Universidad de la República será una vez más el punto de encuentro y partida de la Marcha del Día de los Mártires Estudiantiles. La convocatoria tendrá como eje central el reclamo presupuestal y la defensa de la educación pública.

Lucía Padula, integrante de la FEUU y estudiante de la Facultad de Artes, está convencida de que la convocatoria será masiva, en parte en respuesta al mensaje "desalentador" que el gobierno ha dado con la asignación de 0% para la Universidad de la República. La representante estudiantil dijo para este informe que hay un escenario complejo “muy evidente” de “confrontación” por parte de algunos actores del gobierno hacia la Universidad de la República. Al respecto, señaló que “son ataques sin argumentos", pero que de todos modos golpean y tienen consecuencias. "Les molesta que la Universidad se cogobierne, se autogestione. Al Poder Ejecutivo le molesta no poder meter mano en el funcionamiento de la Universidad". Padula remarcó la importancia de hablar de estos temas en el marco de un nuevo 14 de agosto y contextualizar los problemas planteados por la reforma educativa que impulsa el gobierno. "Es una mala reforma, y no compartimos algunos de los cambios que ya se han implementado a través de la LUC", valoró. Para la representante estudiantil, "lo que queda claro es el profundo ataque del gobierno a la educación pública". Desde su visión, hay una mirada sesgada por parte de algunos integrantes del gobierno que no comparten que hijos e hijas de trabajadoras y trabajadores hayan podido acceder a la Udelar. "Eso les molesta y por eso apuntan a que la educación sea para unos pocos privilegiados. Y eso la FEUU no lo quiere y contra eso peleamos”.

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