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La Revista |

XXXII CONGRESO DEL PCU

Comunistas se proponen consolidar unidad del campo popular

Sesionó durante el fin de semana el congreso del Partido Comunista, el que además de elegir a sus nuevas autoridades aprobó una serie de resoluciones que implican el fortalecimiento del centenario partido para enfrentar el proyecto conservador.

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El Partido Comunista (PCU) realizó su XXXII congreso el fin de semana pasado, ocasión en la que aprobó varias resoluciones respecto a su vida interna, su visión de la realidad nacional, regional e internacional y convocó a desplegar todas las luchas para enfrentar los efectos del proyecto neoliberal impulsado por la coalición multicolor en el gobierno desde marzo de 2020.

Al final de la sesión de cierre el domingo se procedió a la elección del nuevo Comité Central, ocasión en la que el actual secretario general Juan Castillo resultó ser el más votado. Laura Alberti, de la dirección del Sindicato Único de la Construcción (Sunca), y el senador Óscar Andrade, exdirigente del mismo sindicato, se ubicaron en segundo y tercer lugar. Desde el congreso se indicó a Caras y Caretas que es segura la reelección de Castillo para el cargo de secretario general, lo que se verificará en la primera reunión del nuevo Comité Central.

Durante tres días, entre el viernes y el domingo, casi mil delegados de más de 300 organismos de base de todo el país debatieron en base a las tesis propuestas por la dirección anterior. El marco de los debates, tanto en las comisiones como en las reuniones plenarias, se discutió tanto sobre el fortalecimiento de la unidad del movimiento sindical así como del Frente Amplio. Se analizó la situación regional e internacional, en particular los avances de las fuerzas progresistas en América Latina citando los casos de Bolivia y Chile, y con la vista puesta en la segunda vuelta de Colombia y las elecciones de noviembre en Brasil, donde se avizora un posible triunfo de Lula Da Silva.

La declaración final del XXXII congreso señala que este “fue una expresión de la democracia partidaria que sintetizó un período de aguda lucha de clases en el mundo, en el continente y en nuestro país y trazó perspectivas inmediatas y de largo plazo, tácticas y estratégicas, para contribuir a la lucha de nuestro pueblo para resolver a su favor las contradicciones planteadas”.

Crisis estructural

Señala que los debates se realizaron en medio “de la crisis orgánica y estructural del capitalismo” y recordó que este procura “hacer recaer los costos de esa crisis en los pueblos. Esto se expresó brutalmente cuando en medio de la pandemia y de su salida, se multiplicaron los mil millonarios y las ganancias de las transnacionales, mientras millones de personas cayeron en la pobreza y enfrentan el hambre. El imperialismo, forma concreta de existencia del capitalismo, ha demostrado su incapacidad para resolver los problemas de la humanidad: se agrava la crisis económica, hay peligros de nuevas crisis financieras, se agravan la crisis ambiental, el hambre, la pobreza y la desigualdad”.

Tras señalar que Estados Unidos -“potencia hegemónica imperialista en declive”- “aumenta su agresividad y su peligrosidad”, reafirma el rechazo a la a la guerra. “Nos pronunciamos por la paz, esto vale para la guerra entre Rusia y Ucrania, pero también para las casi 20 guerras en curso, de las que no se habla, provocadas en su inmensa mayoría por la política agresiva de EEUU y sus aliados de la OTAN”.

Seguidamente analiza la situación actual en América Latina afirmando que esta “enfrenta el impacto de la ofensiva del imperialismo norteamericano y de las oligarquías nacionales por recuperar los espacios de poder político que habían perdido”. Señala que esa ofensiva provocó retrocesos democráticos en varios países, “pero la lucha de los pueblos ha encontrado caminos para avanzar.”

Ratifica la solidaridad con Cuba y su Revolución, “asediada y agredida” y reclama el cese “del criminal bloqueo que sufre desde hace más de 60 años”. Saluda el triunfo de Gabriel Boric en Chile, y manifiesta su respaldo al Pacto Histórico y a Gustavo Petro en Colombia. Además, saluda a Lula y expresa la solidaridad “con las luchas de todos los pueblos de nuestro continente”.

Nuevos desafíos

Más adelante indica que en el país asumió en 2020 “la fracción más conservadora del bloque de poder, hegemonizada políticamente por el herrerismo, con una presencia importante del agronegocio y el capital financiero, un peso inédito de la ultraderecha y con componentes de rasgos fascistas”.

“Su política de restauración conservadora ha golpeado a las grandes mayorías. Una parte de las dificultades de nuestro país se debe al impacto de la pandemia, pero otra parte, y fundamental, es consecuencia de la aplicación dogmática de un ajuste neoliberal en medio de la pandemia. Fruto de esas políticas hoy Uruguay es menos libre y más desigual, por ello, menos democrático”, agrega.

Se analizó la Ley de Urgente Consideración y la respuesta popular que “se proyectó hacia el referéndum, en el que no logramos el objetivo de derogar 135 artículos de la LUC. Pero ambas instancias de ese proceso mostraron la justeza de promover una línea de amplitud y lucha. La derrota habría sido no luchar, por la LUC y por el rumbo general”.

Para el Partido Comunista el movimiento popular “ha salido fortalecido de la campaña de firmas y el referéndum, con mayor organización de sus componentes principales, más unidad y mayor influencia en el conjunto de nuestro pueblo. El bloque de los cambios plantó cara al bloque de poder y demostró que tiene capacidad para disputarle la iniciativa política al bloque de poder”.

Precisa que “están claros, cada vez más, los dos proyectos de país: de un lado el que expresa al bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios, el de las grandes mayorías nacionales; con desarrollo productivo, inclusión social, distribución de la riqueza, defensa de la soberanía y profundización democrática. Del otro lado, el de las clases dominantes, que nos gobiernan, el de los malla oro, con ajuste neoliberal, represión y recortes, concentración del poder y la riqueza y más dependencia. Hoy la contradicción sigue siendo en entre la oligarquía y el pueblo”.

Sobre las tareas inmediatas precisa que se hace necesario enfrentar la carestía, la pobreza y el hambre, “con soluciones urgentes, las medidas anunciadas por el gobierno llegan tarde y son absolutamente insuficientes”. Además subraya que se hace necesario exigir respuestas a la demanda de trabajos dignos y de salario justo, soluciones para la inseguridad, organizar la defensa de la educación pública y la seguridad social. Asimismo “desplegar la lucha por las empresas públicas, Ancap y Antel y contra la estafa en el puerto”.

Respalda el PCU la convocatoria al Congreso del Pueblo, una iniciativa que califica de “valiosa” lanzada por el Pit-Cnt en su último congreso. “Hay que apoyarla y trabajar para lograr la máxima amplitud y un diálogo mano a mano con nuestro pueblo en todo el país”.

Sobre el partido señala que este tuvo “un importante crecimiento del respaldo electoral, con nuestra histórica 1001 y el arco más amplio de alianzas en Unidad para los Cambios, logrando la segunda bancada parlamentaria del FA. Nos proponemos ensanchar esos espacios de alianzas, un momento importante para lanzar ese esfuerzo es el próximo 60º aniversario del Frente Izquierda de Liberación. Logramos una importante votación en las internas de nuestro FA, transformándonos en la primera fuerza. Tenemos una importante presencia en los tres gobiernos departamentales frenteamplistas, Montevideo, Canelones y Salto”.

A juicio de los comunistas, “esto no hace más que aumentar nuestra responsabilidad con las herramientas unitarias populares y con todo nuestro pueblo, por eso no eludimos ningún tema, ningún debate crítico y autocrítico y tomamos las decisiones que mayoritariamente entendimos justas”.

“El congreso asumió que aún no tenemos el PCU que nuestro pueblo necesita y que las tareas que nos planteamos reclaman”, sentencia la declaración. Y agrega que se hace necesario “llevar a un nuevo nivel los esfuerzos por construir un PCU y una UJC más organizados, con mayor capacidad de militancia, con más afiliadas y afiliados y con más vínculos con nuestro pueblo y todas sus expresiones de lucha, es uno de los desafíos que nos planteamos resolver. Es parte de las insuficiencias a superar”.

Concluye indicando que el XXXII Congreso “levanta la bandera de la esperanza, y hace un llamado a la unidad, a promover la lucha, a organizar la ofensiva popular que nos permita enfrentar la restauración conservadora, derrotarla, reconquistar el gobierno nacional para el pueblo con el Frente Amplio, con un bloque político y social de los cambios más fuerte, con más peso e incidencia, para avanzar en democracia hacia una democracia avanzada”.

“Las y los comunistas uruguayos, estamos seguros, no defraudaremos las expectativas que nuestro pueblo ha depositado en nosotros”, finaliza.

Queda ahora como instancia final de este congreso de los comunistas uruguayos la elección de su nuevo secretario general. Esta se realizará tras asumir los integrantes del nuevo Comité Central.

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