El presidente Luis Lacalle Pou aseguró que le cuesta relacionarse con el Frente Amplio «porque es muy difícil saber qué es el Frente Amplio y quién es el Frente Amplio».
«Hoy el Frente Amplio desde mi punto de vista tiene una vocación muy fuerte de oponerse al gobierno, lo que será una de sus principales funciones, pero muchas veces lo hace con cierta irracionalidad», aseguró.
En una larga entrevista concedida al diario argentino La Nación, Lacalle ahondó sobre sus diferencias con el FA y rechazó las críticas por la baja inversión de su gobierno en ayuda social. «Lo que ha invertido el Uruguay en estos meses con respecto a las ayudas sociales, es enorme. El Ministerio aumentó más de un 50% su gasto en un año», dijo, y puso en duda los datos que aseguran que el gobierno uruguayo fue uno de los que menos invirtió en materia social.
«El Frente Amplio reclamaba el año pasado una renta básica, que decía por un plazo acotado, pero si lo hubiéramos hecho ya no tendríamos dinero para afrontar la pandemia».
«¿Quién sabe cuánto dura esto?», preguntó el presidente y calificó de «muy buena» la decisión del Ministerio de Economía de separar el gasto estructural del gasto coyuntural, con el Fondo Coronavirus, que «va a superar largamente los 600 millones».
En otro tramo de la entrevista Lacalle Pou rechazó la propuesta del FA de poner un impuesto a los más ricos con el argumento de que su gobierno tiene «un compromiso electoral» de no poner impuestos, «y es muy importante cumplir con ese compromiso».
A la hora de hablar de las iniciativas para frenar la pandemia, el presidente justificó su decisión de no tomar medidas restrictivas en horarios nocturnos, como lo pidieron referentes sociales y políticos.
«Para eso hay que decirle a la gente que no puede salir; entonces ahí ya empiezan las excepciones y está el que maneja un tacho, el que tiene que entrar temprano a un tambo a ordeñar la vaca, el que tiene que hacer su vida cotidiana. Y el que vive en un apartamento chico, que saca al perro o que el gurí no se duerme y lo saca como hemos hecho todos. O el que no aguanta más porque también hay una presión psicológica muy grande en todo esto y sale una vuelta. ¿Cuánto de esa medida significaría realmente contención del virus y qué consecuencias negativas tendría aparejada? Eso es lo que pongo en la balanza. Lo que en la noche perjudica son las aglomeraciones, las fiestas clandestinas, algunos establecimientos que no cumplen con el protocolo. Bueno vayamos ahí, tenemos una ley [para disolver] aglomeraciones: vayamos a hacer más controles a los lugares que no cumplen con el protocolo, pero no castiguemos al resto del país que de alguna manera tiene que moverse», indicó.
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