Mientras los máximos dirigentes blancos intentan cobrarse miserias, debatiendo sobre los pequeños negocios de algunos de sus intendentes y el ridículo fallo de su tribunal de ética y la réplica del Honorable Directorio, el gobierno del Frente Amplio está en marcha y sigue conduciendo el país, orientado al bien común, como corresponde a la única fuerza política no sometida al pensamiento neoliberal en Uruguay. Hay que ser muy mala leche para no reconocer que Uruguay ha crecido en forma ininterrumpida, económica y socialmente, desde que asumió el gobierno en marzo de 2005 (luego de la devastadora crisis de 2002 provocada por décadas de gobiernos blancos y colorados), y mejoró todos los indicadores, como se puede comprobar nada menos que en las páginas centrales de la edición especial del semanario neoliberal y opositor Búsqueda publicada ayer. Se puede tener diferencias, se puede creer que hay opciones mejores, se puede estar desencantado, se puede incluso cuestionar conductas individuales y comportamientos colectivos de la fuerza política y de su gestión de gobierno. Pero no se puede, si se es medianamente honesto, desconocer, subestimar o ignorar que en esta docena de años de gobierno frenteamplista Uruguay es otro y se removieron hasta las raíces de los árboles. El Uruguay del el Frente Amplio, entre otros muchos logros, revolucionó la llamada Agenda de Derechos a favor de minorías oprimidas durante siglos; combatió el tabaquismo y con él las principales causas de muerte en el país -las enfermedades oncológicas, cardio y cerebrovasculares vasculares-, universalizó el derecho a la salud, aumentó significativamente los salarios docentes y el presupuesto de la educación, impulsó la revolución educativa mediante el Plan Ceibal, cambió la matriz energética hacia el predominio de las energías limpias, incorporó la tecnología a la seguridad pública y reformó en profundidad la institución policial, desarrolló la fibra óptica y la llevó a casi todos los hogares de todo el país, mejoró la calidad de los puestos de trabajo, disminuyó la desocupación, incrementó las remuneraciones salariales, las jubilaciones y pensiones, logró cambios positivos de gran porte en la producción agropecuaria, en la industria del software y en el turismo, generando un nuevo escenario económico en el país. Lo hizo mediante un amplio abanico de políticas llevadas adelante desde los gobiernos frenteamplistas, que han tenido desde el primer momento la oposición del alto mando empresarial, expresado en las cuatro principales cámaras y en la “megacámara” de carácter estrictamente político (la autodenominada Confederación de Cámaras Empresariales) que orienta el militante colorado Diego Balestra, y que no han hecho nunca una contribución concreta y real al país. No se puede olvidar ni menospreciar el hecho de que estas cámaras empresariales son las que se opusieron y derribaron un impuesto de 60 millones de dólares que iban destinados a caminería rural, y los que hablan todos los días de las “contras” que tiene la instalación de la nueva planta de celulosa, que además de su potencial intrínseco, demandará ampliar la infraestructura de comunicaciones y, por tanto, la integración y el crecimiento de regiones postergadas. Todo esto lo hacen a pesar de que en estos trece años, algunos de sus personajes emblemáticos han aumentado fabulosamente sus fortunas. ¡Qué curiosa diferencia con aquellos millonarios estadounidenses que pidieron que les suban los impuestos y que quisieron donar 50% de sus fortunas cuando la gran crisis que tuvieron en 2008! Los representantes de las cámaras no aportan un peso ni siquiera sabiendo que van a ganar plata: quieren la fácil y por eso su proyecto es la privatización de las empresas y bancos públicos. El hecho es que el Frente Amplio ha logrado un crecimiento inmenso en todos los órdenes de la actividad nacional, aun teniendo en contra a los principales factores de poder real: los grandes empresarios, los grandes medios de prensa y los partidos políticos de oposición. Pero las realidades mencionadas son innegables -las reconoce el semanario Búsqueda, tal vez el más enconado y pertinaz adversario del Frente Amplio- y nada detiene su desarrollo. Incluso en los errores que ha cometido, la coalición de izquierda ha procedido con transparencia y ejecutividad, a diferencia de los partidos tradicionales (y alcanza con recordar los enormes ejemplos de corrupción registrados durante sus gobiernos), que jamás juzgaron a uno solo de la enorme galería de jerarcas corruptos, cuya lista no queremos publicar porque esta es y debe ser una página de festejo. La famosa “agenda” del gobierno El proyecto de la segunda planta de celulosa de UPM, que será la mayor inversión de la historia de Uruguay (5.000 millones de dólares, 10% del Producto Interno Bruto) está en pleno funcionamiento. Basta leer las declaraciones del ministro Víctor Rossi en la edición anterior. El presidente Vázquez presentó el Plan Nacional de Transformación Productiva y Competitividad, que abarca 50 proyectos en áreas de innovación, desarrollo de capacidades humanas y empresariales, clima de negocios e internacionalización; negocia actualmente ampliaciones comerciales en México, país con el que tenemos un Tratado de Libre Comercio y basta recorrer ministerio por ministerio para ver todo lo que se está haciendo. No vamos a aburrir al lector con ese recorrido (mencionando, por ejemplo, que el Ministerio de Salud Pública está encarando la segunda reforma del sistema sanitario), pero lo desarrollaremos en sucesivas ediciones, porque es necesario decir la verdad de lo que está ocurriendo, desmontar las mentiras que surgen de la desesperación de la derecha y retemplar la fe de los frenteamplistas. La nota que en la edición de Caras y Caretas de la semana pasada escribió nuestro compañero Enrique Ortega Salinas ha tenido una formidable repercusión en las redes. Desde el pasado viernes y todos los viernes hasta fin de año, Enrique escribirá cada semana 23 razones para mostrar al 31 de diciembre que al menos hay más de 180 motivos que no se pueden olvidar para cuando llegue el momento de debatir, defender y votar al Frente Amplio. Cuando uno ve al ministro Rossi hablar por televisión y explicar que “el proyecto UPM” ya está en marcha y quejarse de tres páginas del diario El País dedicadas a exponer las supuestas “contras” del proyecto, no se lo puede creer. Es indignante tener que salir a aclarar verdades elementales. No es que el gobierno del Frente Amplio tenga “agenda”: el gobierno del Frente Amplio tiene un programa y lo está cumpliendo. La desesperación y la batalla cultural Los blancos están nerviosos. Los dirigentes nacionalistas perciben que ni Pompita, ni Larrañaga ni Verónica hacen pie. El País también está nervioso porque percibe que nuevamente a Pompita el gobierno se le va de las manos y que no se puede curar de sí mismo. Lo que natura non da, Salamanca non presta. Esta desesperación es lo único que justifica los editoriales y titulares mentirosos y totalmente deformantes de la realidad que palpamos a diario. Tomemos un solo día, el diario El País del día de ayer, y observemos sus titulares, que están reproducidos en ésta misma página. Veamos con que tendenciosidad y con cuánta mala fe se escriben los títulos. Pero los títulos son solamente las noticias, la manipulación de la noticia. Además, El País nos suministra ideología, el pensamiento de las clases dominantes. Desde hace algunos días el matutino viene publicando sus Archivos de la historia reciente, compuesto por 12 libros en los que cuenta, por supuesto, su versión de la misma, que es la que puede dar el que fue el medio de prensa oficial de la dictadura y de los cuatro gobiernos de los partidos tradicionales que la sucedieron, manteniendo sus políticas económicas e incluso profundizándolas. Son 12 libros que comienzan por La agonía de la democracia, en el que Julio María Sanguinetti, el exministro de Pacheco y Bordaberry, presidente por las elecciones viciadas de 1984 (realizadas con partidos y candidatos proscriptos y miles de presos políticos, sin contar los exiliados, y bajo estricta tutela militar), dice cosas como que de la dictadura se salió gracias al diálogo entre los militares y el Partido Colorado -despreciando la acción en el país y en el exterior de la oposición- y minimiza la huelga heroica de 15 días declarada por el Pit-Cnt o la jornada del 9 de julio de 1973. Esa es la veracidad de El País. Realidades y planes de Tabaré Uno se pone contento cuando ve que Tabaré se puso la mochila al hombro y lo siente caminando como un verdadero y denodado constructor de realidades. En estos días, refiriéndose al Plan Nacional de Transformación Productiva y Competitividad, presentado en el Palacio Legislativo el jueves 9 -que abarca 50 proyectos en áreas de innovación, desarrollo de capacidades humanas y empresariales, clima de negocios e internacionalización-, afirmó: “Es la evidencia de un gobierno con agenda. No somos infalibles, pero tampoco somos erráticos ni vendedores de humo”. “Entre la tarea de los gobiernos, además de prever el futuro, está la tarea de hacerlo posible. Nadie tiene los planos del futuro ni hay futuros perfectos, pero para construir el mejor futuro posible de acuerdo a los valores, principios y objetivos que nos identifican como gobierno es necesaria una estrategia sistemática e integral, con planes y proyectos específicos para los cuales se deben establecer hitos, plazos, responsables, participantes y controles adecuados”. Tabaré señaló que el plan tiene como premisa “generar proyectos concretos que sean un incentivo a la cooperación entre múltiples actores” sobre principios de especialización, articulación institucional, sistematización, potenciación de sinergias y amplia participación social. Sostuvo que sin buena ciencia, tecnología e innovación “no es posible dar el salto al desarrollo que Uruguay merece y que todos los uruguayos deseamos”. En cuanto al desarrollo de capacidades, el objetivo es “contar con una fuerza laboral presente y futura con las calificaciones requeridas por la estrategia de desarrollo productivo sostenible”. En relación al clima de negocios, sostuvo que se apunta a “generar un contexto que promueva y facilite las inversiones productivas, alineado con los objetivos de ese desarrollo sostenible que tanto deseamos”, en tanto que en materia de internacionalización, sostuvo que es necesario “incrementar sostenidamente las exportaciones de bienes y servicios de producción nacional”, en particular, de las pequeñas y medianas empresas. “Uruguay Transforma es una evidencia, una respuesta y una propuesta. Evidencia de un gobierno con agenda […] tenemos una estrategia que venimos desarrollando a lo largo de los gobiernos anteriores y de la actual estrategia de país, en función de la cual comprometimos un programa de gobierno que estamos cumpliendo y desarrollando. No es un reproche a los demás ni un elogio a nosotros mismos. Creo, modestamente, que lo que acabo de decir es una realidad incontrastable”, dijo. Vázquez convocó a todos los uruguayos a la tarea de construir “un país mejor”. En México, el presidente destacó las fortalezas de Uruguay para invitar a la inversión y destacó los indicadores mencionados. Es necesario que los frenteamplistas internalicemos estas realidades para acompañar el esfuerzo que debe realizarse en los próximos meses. Por nosotros y por el futuro de nuestros hijos, amenazado por una derecha que está desesperada por logros que nunca pudo obtener.
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