El 1° de mayo fue motivo de reunión para Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Durante el acto virtual coincidieron en condenar la gestión del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en relación a la crisis del coronavirus.
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«No es el momento de separarnos. Es la hora de unirnos porque tenemos que construir un futuro», señaló el expresidente Cardoso. Tras la renuncia del juez Sergio Moro, Cardoso pidió la renuncia de Bolsonaro.
El expresidente y líder del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva, señaló que «grandes tragedias conllevan grandes transformaciones», además de revelar «el verdadero carácter de las personas». Y sentenció: «No solo me refiero a las burlas del presidente con la memoria de los más de 5.000 muertos por la COVID-19. La pandemia dejó al capitalismo desnudo», aseveró.
Lula aseguró también que la crisis dejó claro que «lo que sostiene el capitalismo no es el capital, sino los trabajadores». Tras la crisis, incentivó a construir «un nuevo mundo» más justo.
La expresidenta y dirigente del PT, Dilma Rousseff, se sumó a las críticas a Bolsonaro; manifestó que «desprecia la enfermedad, se burla de los muertos y degrada» la figura del presidente de la República.
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