«Cada vez que se cierran de golpe las compuertas de la represa del Palmar mueren miles de peces que, bruscamente quedan sin las aguas del Río Negro», dijo Carlos Vega, dirigente del sindicato del mar (Suntma) a Caras y Caretas Portal. Vega explicó que se trata mayoritariamente de cardúmenes de bogas: «Esos peces no están solo en ese lugar, suben, bajan desovan y lo hacen tanto en el Río Negro como en el Uruguay, por lo que la pesca de ese río también se ve perjudicada con los perjuicios que causa a todas las familias que viven de esa producción». «Cuando hablamos de política de Estado, no se debe omitir que los recursos ictícolas son muy importantes y están olvidados, se necesita más control. Esta mortandad de peces, por ejemplo, es totalmente evitable, pero parece que los frutos del mar no importan. Esta matanza de peces en concreto, se puede evitar cerrando las compuertas lentamente. Al notar que el nivel del agua desciende, les da tiempo para salir hacia otros ríos», indicó. Vega, consideró que son «bienvenidos todos los proyectos» pero los distintos sectores industriales tienen que mantener un equilibrio, y puso como ejemplo que «no se puede plantar soja cerca de un río porque contamina el agua y hace mal a los pesca».
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