El número de militares rusos que murieron por causa de un ataque ucraniano contra un punto de despliegue temporal de una unidad de las tropas rusas en la ciudad de Makéevka, en la república de Donetsk, ascendió a 89, avanzó el primer jefe adjunto de la Administración General Militar y Política de las Fuerzas Armadas de Rusia, Serguéi Sevriukov.
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"Por desgracia, a medida que se retiraban los escombros de las estructuras de hormigón armado, el número de nuestros camaradas muertos aumentó a 89", declaró el teniente general.
Detalló que el 1º de enero la artillería de Ucrania lanzó seis misiles del sistema estadounidense Himars, cuatro de los cuales alcanzaron el edificio donde permanecía acuartelado un grupo de militares rusos mientras que otros dos proyectiles fueron interceptados por la defensa antiaérea.
"La detonación de los proyectiles reactivos de Himars provocó el derrumbe del edificio", precisó Sevriukov, añadiendo que las tropas rusas por su parte destruyeron la lanzadera que utilizaron las Fuerzas Armadas de Ucrania para realizar este ataque.
"El lanzador del sistema de cohetes de lanzamiento múltiple fue destruido por el fuego de respuesta. Además, como resultado de los ataques con cohetes y aéreos contra la acumulación de equipo militar en el área de la Estación de tren Druzhkovka, de la República Popular de Donetsk, se destruyeron cuatro lanzadores más de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Himars, cuatro vehículos de combate RM-70 Vampire MLRS, más de 800 cohetes para ellos, ocho vehículos, así como más de 200 nacionalistas ucranianos y mercenarios extranjeros", afirmó.
El teniente general achacó la causa principal de la muerte de los militares rusos al uso de teléfonos que las tropas ucranianas pudieron rastrear.
"Actualmente se adoptan las medidas necesarias para impedir que se produzcan trágicos incidentes similares en el futuro. Tras una investigación, los funcionarios responsables rendirán cuentas", manifestó Sevriukov.
(Vía Sputnik)