No hay duda de que el gobierno de ocupación pretende, a través de su política, imponer un hecho consumado y trabaja para desplazar al pueblo palestino que se aferra a su tierra a pesar de todos los horrores a los que está expuesto, y que no hay alternativa para poner fin a todas las formas de ocupación, detener la agresión, lograr la justicia y establecer el Estado de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital.
Estas posiciones y declaraciones israelíes reflejan su desdén por todas las normas y leyes internacionales y por el derecho del pueblo palestino a establecer su Estado independiente en sus territorios. El pueblo palestino se adhiere cada vez más a su posición firme y constante sobre el establecimiento del Estado de Palestina y su exigencia de poner fin a la ocupación. Instamos a los países amantes de la paz a que sigan sus esfuerzos internacionales para apoyar la causa palestina y a que se opongan firmemente a los crímenes horrendos en Gaza y a las violaciones y crímenes a los que se ve sometido el pueblo palestino en Cisjordania, y a que apoyen la posición árabe y las iniciativas especiales de las cumbres históricas organizadas por Arabia Saudita, que afirman los derechos del pueblo palestino y el reconocimiento del Estado de Palestina hasta que obtenga la condición de miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas.
La Franja de Gaza es parte integrante del territorio del Estado de Palestina, junto con Cisjordania, incluida Jerusalén.
Las posiciones árabes firmes y constantes así lo han confirmado, y el pueblo palestino no renunciará a su territorio, sus derechos y sus lugares sagrados. Los derechos legítimos palestinos no son negociables. La Organización para la Liberación de Palestina es el único representante legítimo del pueblo palestino, a quien se le han confiado sus principios, y es el único ente que toma las decisiones palestinas de manera independiente. Nadie tiene derecho a tomar decisiones sobre el futuro del pueblo palestino o en su nombre.
La comunidad internacional debe adoptar una posición clara contra estas medidas, que se inscriben en el marco de la política de asentamientos coloniales, que contribuyen a socavar la seguridad y la estabilidad en toda la región y contribuyen a prolongar el conflicto regional. Todas las partes activas deben dar prioridad a las resoluciones y el derecho internacionales y trabajar juntos para poner fin a la ocupación y lograr una paz justa y duradera que reconozca los derechos del pueblo palestino y garantice su futuro mediante el establecimiento de su Estado independiente con Jerusalén como su capital.
Por Dr. Ahmed Qaraqra