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Mundo Dina Boluarte | presidente |

Perú y la fragilidad del poder: Dina Boluarte fue destituida

Perú enfrenta nuevamente una crisis de inestabilidad institucional por cuenta de la declaración de vacancia de Dina Boluarte

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Perú vuelve a ocupar titulares en el plano internacional por las mismas razones que lo han afectado a lo largo del siglo: constantes crisis políticas con consecuencias repetidas y un procedimiento predecible.

El patrón parece inmutable: elecciones ganadas, presidente destituido, un mandato interino para convocar nuevas elecciones —que tal vez no se logren concretar— y, en medio, procesos judiciales para quien ostentaba el cargo hasta hace apenas unas semanas.

La caída

Dina Boluarte fue removida del cargo presidencial que ocupaba tras haber asumido el poder mediante la destitución del exmandatario Pedro Castillo. El nuevo presidente interino es el derechista José Jerí.

La presidenta experimentó de primera mano la complejidad de gobernar en el país andino durante unas semanas marcadas por una profunda crisis política, creciente inseguridad y masivas protestas ciudadanas.

Antes de ser destituida, Boluarte se negó a presentarse ante el Congreso para ejercer su defensa, alegando falta de garantías al “debido proceso”. Su ausencia aceleró los acontecimientos, y el Congreso resolvió su destitución de manera exprés, con el respaldo de 118 votos.

Incapacidad Moral, un arma de doble filo

La justificación para la remoción fue bajo el paraguas jurídico que permite dejar vacante la presidencia bajo el argumento de “Incapacidad Moral Permanente” siendo esta una disposición de la Constitución peruana que faculta al Congreso a destituir al Presidente de la República cuando considera que ha perdido la idoneidad ética o la autoridad moral necesaria para ejercer el cargo, incluso si no ha cometido un delito definido por la ley penal.

En la práctica, esta figura se ha convertido en una herramienta política poderosa. El Congreso puede iniciar un proceso de vacancia alegando “incapacidad moral” con solo una parte de los votos, y si logra reunir una mayoría calificada, el presidente queda destituido.

Esta fórmula, ambigua en su redacción, ha permitido que casi todos los mandatarios peruanos de las últimas décadas enfrenten intentos de destitución, generando una sensación de inestabilidad crónica donde ningún gobierno parece durar lo suficiente para gobernar.

La figura de la incapacidad moral ha sido el argumento utilizado por el Congreso peruano para destituir a varios mandatarios en los últimos años: Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra (2018-2020) y Pedro Castillo (2021-2022). Este último fue arrestado y encarcelado que terminó abriendo el camino al poder para su vicepresidenta, Dina Boluarte

El nuevo presidente

José Jerí asumirá como presidente interino hasta las elecciones nacionales de 2026. Su objetivo es estabilizar la crisis política y conformar un gobierno de transición, integrando a los principales actores de la política peruana para garantizar la gobernabilidad.

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