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Política

Con la ministra de Educación y Cultura

Muñoz: “Lacalle Pou no llega al nivel de Tabaré Vázquez”

María Julia Muñoz dijo que el precandidato por el Partido Nacional no tiene ni los talentos ni los conocimientos suficientes para ser presidente.

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Caras y Caretas Diario

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Por Lucía Barrios

En esta ocasión, Muñoz volvió a referirse sobre el precandidato, luego de que él afirmó que aquellos que lo critican son una “manga de mediocres”. La ministra dijo a Caras y Caretas que Lacalle Pou “no es una persona que impresione por sus conocimientos sobre la vida de un país, los cuales necesita manejar un político que quiera ser presidente. Los que aspiran a ser el número uno de un país tienen que tener talentos destacados. Como estoy acostumbrada a personas de la talla de Tabaré Vázquez, me parece que Luis Lacalle Pou dista mucho de su figura. Él no puede esperar que yo lo elogie”.

Él admite que no ha tenido experiencia laboral y que ingresó a la política con los votos de su madre, así que “sus dichos se contestan por sí solos”, agregó Muñoz.

Este tipo de líderes que se presentan dentro del PN demuestra que algunos “cargos parece que se heredaran” en vez de ser conquistados por las habilidades que pueden llegar a tener algunos políticos, sostuvo la ministra.

Por otro lado, dijo que no le sorprende que desde la oposición se utilice a la educación para criticar la gestión frenteamplista, ya que en política “los adversarios siempre toman tópicos” para atacar. Sin embargo, consideró que hay temas que no deberían utilizarse para conseguir votos, ya que inciden sobre la imagen de país y de todos los ciudadanos.

Los logros que se han conseguido en materia educativa a partir de la gestión frenteamplista no son visibilizados de la manera que se debería por los medios, quienes frecuentemente utilizan “verdades a medias”, agregó la ministra.

“Los medios de comunicación nos ponen cada vez más los muertos, la gotera de una escuela, la sobrepoblación de un grupo, la maestra que faltó y el que le pegó a una persona. Siempre van a lo negativo. (…) Creo que es una manera de informar que acostumbra a la gente a que vea que siempre falta algo (…) en vez de tener una visión más positiva de la política y de la vida”, reflexionó.

 

La oposición utiliza la seguridad y la educación como temas para criticar la gestión frenteamplista. ¿Qué piensa sobre esto?

En realidad, en política los adversarios siempre toman temas para criticar. Eso no nos sorprende. Hay temas que a veces son negativos para la imagen de país y de todos los ciudadanos. No sé si todos, en el fragor de los debates políticos en años electorales, podemos tener en cuenta que está primero el país, por lo que tenemos que defender sus instituciones, su cultura y su educación.

La cantidad de jóvenes que ya tienen el doctorado hacen que Uruguay se distinga de la región. Hay que cuidar esos jóvenes para que las empresas descubran el valor de la ciencia y de la innovación. Pero, de todas maneras, ¿cómo tendríamos doctores en ciencia y científicos calificados si tuviéramos una educación pública desastrosa? ¿Cómo tendríamos niños que compiten en la NASA si la educación fuera un desastre? ¿Cómo tendríamos un Plan Ceibal que fue pionero en la educación regional?

No tendríamos campeonatos de robótica, no tendríamos chicos que ganan competencias internacionales de matemática y de astronomía, ¿cómo sucede eso si todo es un desastre?

 

¿Cree que todos estos logros que usted mencionó no se visibilizan de la manera que se debería en algunos medios?

Sin duda. Los medios de comunicación nos ponen cada vez más los muertos, la gotera de una escuela, la sobrepoblación de un grupo, la maestra que faltó y el que le pegó a una persona. Siempre van a lo negativo. Muy poco aparece de lo positivo. Creo que es una manera de informar que acostumbra a la gente a que vea que siempre falta algo, a que siempre hay algo que está mal en vez de ver que el vaso se va llenando, en vez de tener una visión más positiva de la política y de la vida. Si uno se dedica a informarse a través de los informativos, se deprime en vez de sentir la alegría de estar en un país en donde las cosas van bastante bien.

 

Con respecto a la campaña electoral que ya comenzó, usted ha dicho en otras ocasiones que se siente preocupada. ¿Por qué? ¿Cree que se está utilizando mucho la mentira?

Sí, sin duda. Hay una utilización de verdades a medias que en realidad se convierte en mentira y hay un gran seguimiento por parte de la prensa de las campañas de las personas opositoras al gobierno. Los medios de comunicación están en pocas manos. Uruguay tiene ese problema del que no ha podido salir. Los medios de comunicación mayoritariamente son de derecha explícita.

La preocupación es que la unidad que proclama el doctor (Julio María) Sanguinetti de derechas unidas haga que la gente no tenga memoria de lo que era Uruguay antes de 2005. Se debe recordar que hay chicos, quienes van a votar por primera vez, que han vivido toda su vida con los gobiernos del FA.

 

Usted mencionó el discurso de Sanguinetti. ¿Cree que esa nueva aparición del expresidente en la vida política y también de las nuevas figuras que están emergiendo, como la posible precandidatura de Manini Ríos, hacen que la contienda electoral comience a andar por lugares peligrosos?

Yo no creo peligroso, pero sí me parece que pueden engañar a la opinión pública. Por lo tanto, los candidatos del FA tienen mucho más trabajo político por delante y los que estamos en los cargos de gobierno tenemos que hacer un esfuerzo aún más grande para demostrarle a la ciudadanía que somos el mejor programa para el desarrollo del Uruguay.

 

En las últimas semanas los dichos que usted hizo sobre el precandidato por el PN Luis Lacalle Pou han generado polémica. Incluso Lacalle Pou salió a contestarle. Dijo que los que lo critican son una “manga de mediocres”. ¿Quiere decir algo al respecto?

Yo creo que él se contestó solo. No es necesario que yo le conteste. Sobre mi mediocridad o mi manera de ser, yo me siento en paz conmigo misma en cuanto al desempeño de los cargos públicos. Por tanto, los comentarios de Luis Lacalle Pou van por cuenta de él. Creo que los siguientes tres días de mis declaraciones él se dedicó a contestarme que había tomado ómnibus y que era daltónico. Ahí le tuve que explicar que el daltónico confunde el rojo y el verde y no el negro, por lo tanto, no merece más respuesta que esa. De verdad, él admite que no ha tenido experiencia laboral y que ingresó a la política con los votos de su madre. No era para que las tomara como una crítica, no era para denostar a la persona, es mi manera de ver.

Por supuesto que, al no ser de mi partido político, no veo que él pueda ser presidente de Uruguay. Además, no es una persona que impresione por sus conocimientos sobre la vida de un país que necesita manejar un político que quiera ser presidente. Por ejemplo, uno de los lugares que critica siempre es el Ministerio de Desarrollo Social. Dice que su ministro sería una persona que ha tenido éxito trabajando con 300 chicos. Cuando llevamos los 300 a 350.000, la diferencia en números habla por sí sola. Me parece que hay que manejar escalas y propuestas reales. El voluntarismo es atractivo para todos. A mí me encantaría que todos los chicos que terminaran la enseñanza media lo hicieran con 12. Ahora, las capacidades son diferentes de cada uno de nosotros y además los tiempos para incorporar los conocimientos varían según la persona. Entonces, los que aspiran a ser el número uno de un país tienen que tener talentos destacados. Como estoy acostumbrada a personas de la talla de Tabaré Vázquez, me parece que Luis Lacalle Pou dista mucho de su figura. Él no puede esperar que yo lo elogie.

 

¿Cree que el Partido Nacional elige a los candidatos en base al apellido?

Sí. También es un partido tradicional en lo que es la consideración de la estirpe familiar. Eso es una realidad. Los cargos parece que se heredaran, mientras que en las formaciones políticas más nuevas se conquistan por las habilidades.

Balance de gestión “La diferencia de nuestra educación con la que dejó la oposición en 2005 es abismal”

La ministra sostuvo a Caras y Caretas que las diferencias entre la educación de 2005 y la que ha impulsado el Frente Amplio en estos 14 años son “abismales”.

“La diferencia es abismal. Yo fui docente universitaria durante mucho tiempo y recorrí muchas escuelas. Las que no se llovían tenían techo de lata. Los pisos en algunos lados eran de tierra, en los bancos se sentaban tres chiquilines, la situación era muy mala, la capacitación de los docentes era inexistente, los sueldos eran miserables. Hoy no es el nivel que uno desearía para un docente, pero comparado con 2005, el aumento ha sido muy importante”, agregó.

Entre los logros que mencionó se destacaron: la incorporación de liceos de tiempo extendido y completo, la enseñanza remota de varios idiomas a través del Plan Ceibal, la acumulación de recursos humanos y materiales, la construcción de más centros educativos y la democratización de la cultura sobre todo en el interior del país.

 

¿Cuál es el balance que usted hace de su gestión?

Primero quiero agregar que no se puede hablar de una gestión personal del Ministerio porque siempre es colectiva. El balance que hacemos de la educación en el Uruguay es positivo, todo lo que se ha hecho por parte de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) es una base absolutamente necesaria para dar un salto en calidad y cantidad hacia el futuro. No se ha hecho nada de lo cual se pueda decir que no ha sido acertado.

Por lo tanto, decimos que todos desearíamos que se hubiera hecho más en términos de concretar las trayectorias completas en la educación media, que es el punto más débil que todavía tiene la educación uruguaya. De todos modos, se han logrado trayectorias protegidas y se ha conseguido algo muy importante: cuando un chico termina sexto año de la enseñanza primaria, automáticamente está inscripto en la enseñanza media, ya sea en la UTU o en un liceo.

Universalizar la enseñanza media es romper con un concepto que el país tuvo durante muchos años y ha significado un cambio cultural muy grande que todavía la sociedad no lo tiene en cuenta. También se ha avanzado mucho en incorporar liceos de tiempo extendido y tiempo completo, fundamentalmente en las zonas de más bajos recursos. Se ha avanzado mucho también en los centros educativos asociados, que intentan impulsar la continuidad educativa en el mismo centro de estudio. La deserción en esos casos es bajísima.

El desafío es que todos terminen el primer y segundo año de enseñanza media, por lo que hay que hacerla más atractiva para los adolescentes. Pero también significa una responsabilidad de los padres y de las familias entender que ese ciclo es obligatorio. En 5 años se ha avanzado muchísimo en el seguimiento de los que ingresaron en 2015-2016, y es un aspecto muy importante que hace que la universalización de esos ciclos sea rápidamente incorporada en la obligatoriedad.

Creo que le ha hecho mucho mal a la educación que algunos partidos la tengan como centro de campañas políticas, porque desacredita lo que se está logrando, el trabajo docente y el esfuerzo que hacen los alumnos. En realidad, creo que la gobernanza no hace a los resultados. Los resultados están mucho más atados a la formación del docente y a la empatía que despierta para que el estudiante sea responsable. También están atados a que el programa de estudio sea atractivo para generaciones que están mucho más expuestas a la información por las tecnologías. Eso, sin lugar a dudas, genera una tensión entre las generaciones que no incorporaron las tecnologías de la información en su formación docente y los estudiantes que la incorporaron desde los primeros años de la enseñanza primaria por el Plan Ceibal.

Otro aspecto importante que se ha logrado en el período es la enseñanza remota de inglés, italiano, francés y portugués gracias al Plan Ceibal. Esto es gratuito para todos los estudiantes de enseñanza media del país. Es un plus que brinda la educación pública. Antes las familias se veían forzadas a buscarlo en el sector privado. Todavía no se conocen bien las posibilidades que tienen los alumnos en la educación pública, que son muy importantes. En los liceos de tiempo completo o extendido se brindan no sólo idiomas, sino también teatro, ajedrez y huertas, lo que significa un plus de conocimientos que hacen al trabajo colectivo.

Desde la época de Batlle y Ordóñez nunca se habían construido tantos centros educativos en el país como hasta la fecha. Se van a terminar muchas licitaciones entre 2020 y 2021. Universalizar la enseñanza media es colocar número suficiente de aulas para atender a los jóvenes. Son trabajos que llevan tiempo y que todos queremos que sucedan más rápido, pero los cambios no son instantáneos ni voluntaristas.

En el área de la cultura, se ha hecho un intenso trabajo, manteniendo las líneas que se venían desarrollando. Se ha apoyado mucho a los museos. Eso nos ha permitido tener la exposición de Picasso; esto nos llena de orgullo porque Montevideo es la única ciudad de América que recibió esa exposición gracias a las condiciones que tiene el Museo Nacional de Artes Visuales.

 

Si usted tuviera que comparar la educación que dejó la oposición en 2005 con la que está impulsando el Frente Amplio, ¿cuál sería la diferencia?

Creo que la diferencia es abismal. Yo fui docente universitaria durante mucho tiempo y recorrí muchas escuelas. Las que no se llovían tenían techo de lata. Los pisos en algunos lados eran de tierra, en los bancos se sentaban tres chiquilines, la situación era muy mala, la capacitación de los docentes era inexistente, los sueldos eran miserables. Hoy no es el nivel que uno desearía para un docente, pero, comparado con 2005, el aumento ha sido muy importante.

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