El regulador de medicamentos de la Unión Europea (UE) aprobó este lunes la vacuna anticovid de Novavax, en un momento en que se multiplican las advertencias en todo el mundo sobre el avance de la variante ómicron, mucho más contagiosa.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
La UE ya firmó un contrato para la compra de hasta 200 millones de dosis de la vacuna, de dos inoculaciones.
La vacuna de la firma estadounidense se convierte en la quinta recomendada en la Unión Europea para prevenir el covid-19 entre las personas de más de 18 años.
Novavax afirma que su vacuna contra el covid-19 mostró una eficacia del 90,4% en una vasta prueba en América del Norte.
Sin embargo, el laboratorio reconoció que estaba «probando su vacuna contra la variante ómicron» y que aún está trabajando en una versión específica que ataque esta variante, que es particularmente contagiosa.
Todas las vacunas enseñan al sistema inmunológico del cuerpo a atacar al coronavirus, pero lo hacen de diferentes formas.
La llamada tecnología de subunidades de proteínas de Novavax ya ha sido probada y utilizada durante décadas para vacunar a seres humanos contra enfermedades tales como la hepatitis B y la tos ferina.
También tiene la ventaja de no tener que almacenarse a temperaturas muy bajas, lo que potencialmente le brinda una ventaja logística respecto a otras vacunas.
El avance de ómicron
Se multiplican por el mundo las advertencias sobre el riesgo de ómicron y en ese orden el principal asesor de Estados Unidos para la pandemia, Anthony Fauci, advirtió el domingo que se avecina un invierno boreal sombrío y advirtió que el virus «se esparce causando estragos en todo el mundo».
En Alemania, el grupo de expertos que asesora al gobierno advirtió sobre la propagación de ómicron y abogó por reducciones adicionales a los contactos entre las personas, sin evocar un nuevo confinamiento.
En Holanda, las autoridades decretaron un nuevo confinamiento para intentar reducir la propagación del virus, con el cierre de todos los comercios no esenciales, restaurantes, bares, cines, museos y teatros hasta el 14 de enero.
La situación de Francia también se complica, ya que la tasa de contagios tocó un nuevo récord con 50.000 nuevos casos diarios.