Vicente Fernández, el último gran mariachi mexicano, falleció este domingo a los 81 años, después de meses hospitalizado en Guadalajara a causa de una grave caída en su rancho.
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El artista vendió más de 65 millones de discos en sus 50 años de carrera, fue uno de los mejores cantantes de ranchera de la historia, junto a Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solis.
Conocido popularmente como Chente, llevaba la música en los genes ya que era hijo de un ranchero. Nacido en 1940 en la localidad de Huentitán El Alto, era solo un adolescente cuando inició su trayectoria profesional cantando en restaurantes y bodas.
En 1965, instalado en la Ciudad de México y tras aparecer en algunos programas de televisión, sus canciones comenzaron a sonar a nivel internacional. Sin embargo, no fue hasta 1972 cuando su carrera tuvo un importante impulso con Volver, volver, que pasará a la historia por ser uno de sus temas más emblemáticos.
Desde entonces no dejó de encadenar éxitos, también como actor, y recibiendo importantes galardones como tres Grammy Latinos, seis premios Billboard y su propia estrella en el Paseo de la fama de Hollywood.
En 2016 Vicente Fernández se despidió de su público en un inolvidable recital que tuvo lugar en el estadio Azteca, donde más de 90.000 personas quisieron escuchar por última vez sus rancheras en directo.
Tres años después de esta retirada reapareció en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos, que celebraba su 20 edición, para cantar por primera vez con su hijo Alejandro y su nieto Álex, quienes han seguido sus pasos profesionales.