Peñarol perdió 2 a 0 con Atlético Paranaense en Curitiba con un equipo mañoso que supo manejar los momentos del partido, más allá de los errores propios de los carboneros.
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Un encuentro en el que a los 5 minutos Torres se pierde un gol frente al arco de Santos y a los 9 minutos Dawson saca un remate de Bissoli a quemarropa.
Peñarol tenía la pelota pero no lastimaba, a los 23 minutos Teran arranca a correr en su campo, lo llegan a correr cuatro jugadores de Peñarol y ninguno lo corta, el ex Peñarol entra al área se da vuelta y toca a Nikao que llegaba de atrás y tampoco nadie le sale a tapar, el once del Paranaense tiró bajo batiendo a Dawson. Una jugada en donde los futbolistas de Peñarol pecan de inocentes.
Cuatro minutos despupes una pelota que pelea el Canario Alvarez pega en el travesaño y un minuto después llega el penal a Ramos que Ceppelini tiró al medio y Santos lo atajó, se desperdició una hermosa posibilidad de seguir en partido.
Peñarol cae en un pozo, tocaba y no profundizaba sin tirar al arco. Para colmo cuando se iba el primer tiempo Dawson se tuvo que jugar la ropa para tapar un tiro de Bissoli.
En el segundo tiempo Peñarol se fue deshilachando con el pase de los minutos. Tener la pelota no es jugar bien, es sólo una parte si no se terminan las jugadas, pero además los aurinegros no fueron «bichos» como si lo saben hacer los brasileños, que sin tener la pelota definen bien en el arco contrario.
Ya sobre el final llega el segundo gol y a otra cosa mariposa.
Lamentablemente Peñarol quedó eliminado después de haber hecho un buen torneo hasta cuartos de final, no repitieron en la serie con Paranaense lo que se hizo antes y no supo jugar con un equipo mañoso.