El asesinato del artista plástico Felipe Cabral (Plef) aún está sin resolver y por suerte la prudencia ha llevado a la fiscal Mirta Morales a no archivar el caso. Sin embargo, es poco comprensible no tomar los elementos que surgen de la investigación para no solicitar la formalización de alguno de los implicados.
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Como todos los años desde su irracional y cobarde asesinato, varios grafitis vuelven a estampar su nombre y su característico gato en los muros d ela ciudad, bandas de rock realizan recitales en su homenaje, a los cuales se agregan un texto de Tabaré Rivero y Larbanois Carrero.
En las redes de Caras y Caretas a partir de esté jueves 16 de febrero, publicamos una nota editada a Sata Estavillo , madre de Plef que reclama por Justicia.
Recordemos que por el asesinato de Plef nadie resultó procesado por homicidio ni por encubrimiento, elemento que a la luz de nuestra investigación resulta poco comprensible.
Junto a ésta nota encontrarán los artículos de investigación ya publicados.
(Sara Estabillo, madre de Plef comparte los bosquejos de sus dibujos,sobre la cama del artista)
(Sara con Plef chico)
Texto de la canción de Larbanois Carrero
Plef
(La gente que quiere la verdad tiene que ver la prensa de los muros)
Pintaba melodías en los muros desolados habitándolos de pueblo
Andaba pedaleando en avenidas, y encantando con su magia callejera
Cuentan que de niño le arrullaban con murmullo de tambores.
Era espantador de la tristeza, Alquimista de un futuro generoso
¿Y qué le sucedió, al sol más luminoso de febrero?
Todo de repente, se volvió profunda oscuridad…
El odio agazapado en sus trincheras, apaga de un disparo traicionero
Toda luz de aquella juventud
Sara se quedó, sin las campanadas de su risa
sin los ojos negros, que miraban siempre más allá.
Mañana sigue andando el calendario y el noticiero no se acordará
De aquel muchacho alegre que pintaba por el derecho de vivir en paz.
Temis hace rato que entregó la espada y la balanza a los patricios
Y vicha por debajo de la venda para no cometer ningún desliz
Sara nunca más tendrá las campanadas de su risa
Pero seguirá pintando las auroras que vendrán.