La propuesta de introducir bombas de tinta en los cajeros automáticos para que se manche el dinero en caso de explotarlo realizada por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no es novedosa, porque es la solución que encontró Paraguay para este modo delictivo, pero sí es poco convencional. Bonomi dijo que funciona «manchando los billetes con tinta cuando se produce una vibración de determinadas características porque inhabilita los billetes». El ministro informó que durante esta semana viajaría una delegación de policías a Paraguay para interiorizarse del método. La otra propuesta, según Bonomi, ya es vieja. Se trata de que los cajeros estén instalados en comisarías: «Lo planteamos hace años y no fue de recibo. Vamos a insistir con esto porque en instituciones policiales no hay horarios y los cajeros pueden funcionar las 24 horas», expresó.
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