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Política

Los números no mienten

AUF TV: resultados que no cierran

La AUF TV y y sus nuevos negocios, mientras el alma del hincha celeste comienza a sufrir por los resultados.

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Si de televisar se trata,la AUF, las señales de televisión privadas, las grandes cadenas internacionales y el más controvertido, la empresa uruguaya Tenfield, a la que eufemísticamente en el ambiente futbolero se le llama “la empresa”, son los principales actores a nivel local.

Desde hace un cuarto de siglo en que por primera vez obtuvo los derechos disputados, Tenfield fue el primer actor y el mundo de los futboleros se dividió entre los que culpábamos a Tenfield de todos los insucesos y los que encontrábamos en la “empresa” y sus dueños, todas las virtudes.

¿Quién no estuvo alternativamente subido a un u otro plato de la balanza en ese mundo tan cambiante del más popular de los deportes en donde reinan las opiniones, los puntos de vista y el color del cristal con que se mira?

Las nuevas autoridades del fútbol profesional dicen que han venido a barrer con escoba nueva.

Fueron impuestas en medio de un escándalo casero.

Con viento de cola soplado desde las autoridades más que vidriosas de la Conmebol y de la FIFA, tuvieron un déspota de lujo, Pedro Bordaberry, que siguiendo las instrucciones de Diego Lugano y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, desde su puesto de “interventor” vino a cambiar las formas y los contenidos de manera que mejor sirviesen a los intereses de los nuevos dueños del negocio.

Desde el inicio, las nuevas autoridades no tuvieron reparo en manifestar su aspiración de desplazar a “la empresa”, con el propósito de rescatar las utilidades de Tenfield para engrosar las arcas del fútbol profesional.

Sugirieron la idea de utilizar las nuevas tecnologías para sustituir a la televisión abierta, cableada o satelital por streaming y tener un canal propio por internet haciéndose cargo de la televisación con la misma calidad que el prestador actual, mejorando la eficiencia, ampliando el universo de consumidores y además ganando más dinero.

Hasta ahí todo bien, salvando que los objetivos parecían bastante ambiciosos. También eran bienvenidas las primeras experiencias que de alguna manera confirmaban la posibilidad cierta de que tales propósitos se convirtieran en realidades.

Pero… siempre hay un pero.

La experiencia de estos tres partidos, amistosos, contra México y Estados Unidos en Estados Unidos y contra un seleccionado improvisado de Panamá en el Estadio Centenario, fue comunicada con lujo de detalles por las autoridades de la AUF en toda la prensa y destacada como un éxito que confirmaba la hipótesis del “gran negocio”.

A juzgar por las manifestaciones de los dirigentes de AUF y miembros de su Comité Ejecutivo y hasta ahora difundidas casi oficialmente, el canal de streaming de AUF TV obtuvo una ganancia extraordinaria e inusual por estos tres partidos amistosos que los organizadores estiman en 300.000 dólares.

Es más, recién disputado el segundo partido en Estados Unidos, el joven presidente de la AUF declaraba al periodista Claudio Veiga que ya se habían ganado 300.000 dólares y se había vendido publicidad por 100.000 dólares

La difusión de esta cifra, estimada con cierta imprecisión y bastante urgencia, parecería estar destinada a saldar la curiosidad del público futbolero interesado y de dirigentes inquietos a los que las aventuras de las autoridades del organismo rector del fútbol les genera bastante preocupación y en algunos casos disgusto.

Pero si fuera verdad, aplauso medalla y beso.

Lo que pasa es que los números no cierran o al menos faltan números.

Dejemos de lado que quien encabeza esta operación se llama José Pepe Amorín, quien está contratado por la AUF en su proyecto de streaming .

Amorín es hijo de otro José Pepe, Amorín Batlle, presidente del Banco de Seguros, empresa estatal que fue el principal sponsor de estas trasmisiones, con un aporte de 28.000 dólares por haber presentado la Copa Banco de Seguros, disputada en el partido contra Panamá.

A decir verdad, poco menos que un escándalo.

Pero además los números divulgados no cierran.

De acuerdo a lo informado, en el partido contra México se habrían adquirido 50.000 conexiones a $ 50 cada una, IVA incluido.

Por haberse hackeado las conexiones solo pudieron acceder 35.000 usuarios, lo que obligó a devolver el dinero a 15.000 usuarios.

En los partidos contra Estado Unidos y Panamá también se habrían comercializado 35.000 en el primero y 30.000 abonados en el segundo, lo que haría un total de 100.000 conexiones a $ 40 cada una si excluimos el IVA.

Si calculamos un dólar a 40 pesos, lo obtenido por conexiones sería un aproximado de 100.000 dólares

Otros ingresos que según informa la AUF se habrían obtenido son:

US$ 28.000 que habría aportado DirectTV por la transmisión a 150.000 abonados, no llegando la señal a los prepagos.

US$ 25.000 que habría pagado TV Ciudad, televisión abierta digital.

US$ 18.000 que habría pagado Cablevisión por sus 140.000 abonados.

US$ 45.000 brutos por publicidad, una vez deducidas comisiones de agencia y bróker comercial.

US$ 5.000 por otros canales de cable menores.

US$ 28.000 por sponsors (nombre de la copa).

Todos estos ingresos suman otros US$ 149.000, que agregados a las conexiones a AUF TV (US$ 100.000) hacen un total de ingresos de US$ 249.000

Ahora bien, como todos los días no son de fiesta, esta aventura del presidente de la AUF, Ignacio Alonso, y del Comité Ejecutivo tuvo costos.

¿Cuáles son los costos que conocemos?

De acuerdo a lo que obtuvimos por diversas fuentes, que incluyen a la AUF, gerentes de Antel y operadores de la industria audiovisual, los egresos fueron estimados en:

Operación técnica, estudios y periodistas: US$ 30.000 (dato informado por la AUF).

Móvil y camión satelital en partido jugado en el Centenario US$ 20.000.

Gastos de colocación de estática en el Centenario US$ 6.000.

El total de egresos que hemos estimado es de US$ 56.000.

Si restamos a los US$ 249.000 de ingresos los US$ 56.000 de egresos nos da un resultado de US$ 193.000 en cualquier escuela del país.

Pero esto no es todo.

AUF TV contrató a Antel para los tres partidos el ancho de banda necesario para permitir una transmisión de calidad a decenas de miles de abonados.

Nos han informado que el costo fue de US$ 30.000 por partido, habiéndose transmitido además desde los estudios de Dinatel en el LATU.

Este egreso, que no consta en ninguna información brindada por la AUF, suma 90.000 dólares que si se le resta a los 193.000 que resultaría de ingresos y egresos hasta ahora consignados, hace que las utilidades de este experimento ascendieran a 103.000 dólares.

No son los 300.000 dólares que nos habían dicho, pero visto así no estaría tan mal.

Sin embargo, la curiosidad mató al gato.

Nos propusimos averiguar qué pasó con los tres últimos partidos amistosos que Uruguay disputó en 2019 con Hungría, Perú y Argentina y que se transmitieron por Tenfield-Antel.

Según los que nos informa Tenfield, esta pagó US$ 120.000 a la AUF.

Antel pagó otros US$ 90.000

Por ocho sponsors la AUF recibió US$ 48.000.

El sponsor principal cuyo nombre denominó la Copa que se disputó puso US$ 30.000 que recibió la AUF.

El total de ingresos fue US$ 288.000.

Los egresos fueron por:

-gastos operación técnica, US$ 20.000;

-camión TV y Camión satelital US$ 15.000;

-pantalla LED de partido en Uruguay US$ 12.000.

Total de egresos: US$ 47.000. Estos gastos se los ahorró la AUF porque los pagó Tenfield.

Resultado final en 2019: US$ 288.000 recibió la AUF.

Curiosamente se ganaron US$ 185.000 dólares más en 2019 que con esta aventura de Alonso y su combo.

¿Pero cuántas personas pudieron ver los partidos por disponer de ellos en sus dispositivos?

En 2019 pudieron verlos en todos los dispositivos: TV por cable, celulares, tablets e internet.

En 2022 pudieron verlo en Montevideo todos los que accedieran a TV Ciudad por televisión Digital Abierta (no los que lo ven por cable) y los abonados de DirecTV y Cablevisión, que suman 290.000.

Tal vez algunos números de los que suministramos en este informe estén erróneamente estimados y algunos datos puedan ser desmentidos, pero que en lo informado por las autoridades faltan datos, no hay duda y que los fuegos artificiales son exagerados tampoco.

Todo bien que se hagan experimentos y que algunos de ellos fracasen está dentro de lo que puede esperarse, pero no tiene ningún sentido engañarse ni engañar a la gente.

Si para estos tres partidos amistosos que se disputaron recientemente se hubiera aceptado la propuesta de Tenfield y se hubiera propuesto reeditar la alianza con el principal sponsor del fútbol uruguayo (Antel) para posibilitar una transmisión de excelencia y de alcance más universal, se habrían ganado más de 100.000 dólares adicionales.

Alonso puede alegar que se pierde plata pero se gana independencia y tal vez sea así, pero todo vale solo cuando se dice la verdad y se cantan los números verdaderos.

Los números nunca mienten, mienten lo que hacen los números.

La verdad es que se ganaron en esta oportunidad US$ 103.000 dólares y en 2019, con los tres partidos amistosos, se ganaron US$ 288.000.

No veo ganancia.

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