En la mañana de este lunes comenzó la Cumbre del Mercosur en Montevideo, con un encuentro del Consejo del Mercado Común, que está integrado por los cancilleres y ministros de Economía del bloque regional (Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay). La instancia, como se preveía, tuvo un tenso comienzo con un cruce entre los discursos del canciller uruguayo Francisco Bustillo y el canciller argentino Santiago Cafiero.
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Bustillo puso sobre la mesa la postura del gobierno encabezado por Luis Lacalle Pou, marcando varios puntos críticos sobre las carencias del Mercosur, la multiplicidad de aranceles externos y la falta de una verdadera unión aduanera.
También defendió la iniciativa del gobierno de iniciar negociaciones bilaterales con otros países y bloques regionales.
"Necesitamos un bloque capaz de estrechar lazos con otros países y bloques. No nos podemos permitir el inmovilismo”, sostuvo el canciller uruguayo. “Si no nos permitimos ni tan siquiera cuestionarnos el aquí y el ahora, nuestro bloque estará condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia”.
A lo que agregó: “Luego de un arduo y comprometido trabajo en el que procuramos sincerar y modernizar el bloque, en el convencimiento de que estamos en el estadio de integración que la mayoría ha querido y en el que nos movemos con tranquilidad y mansedumbre. En pocas palabras, somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta”.
En esa línea recordó que el Mercosur tiene "tan solo 11 acuerdos vigentes" y "solamente cuatro de ellos (son) extrarregionales". “Un dato no menor es que desde el año 2010 a la fecha, la OMC registra 172 acuerdos de libre comercio. Ninguno del Mercosur. No tenemos acuerdo con ninguna de las 10 principales potencias económicas y comerciales en el mundo”.
Ante este planteo, el canciller argentino Santiago Cafiero marcó su discrepancia, señalando que la decisión de Uruguay de iniciar negociaciones bilaterales es preocupante: es "contrario a la normativa del Mercosur, incompatible con el artículo 1 del Tratado de Asunción y violatorio de la regla básica del consenso (...) No nos asustan los enfoques bilaterales. Pero dichos enfoques son siempre producto del consenso. Lo que falta es la correspondencia política. No estamos observando la convergencia del bloque, por el contrario vemos un camino bilateral que podría terminar en una ruptura”.
Tensión regional
Antes de esta Cumbre del Mercosur el clima regional ya estaba tenso por el avance unilateral de Uruguay de solicitar formalmente el ingreso al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), tal como adelantó el presidente Luis Lacalle Pou esta semana.
Las representaciones diplomáticas de los socios del bloque regional ya realizaron advertencias a Uruguay por el pedido y todo indica que el próximo martes, en la reunión de presidentes, que tendrá lugar en Montevideo, el tema volverá a estar arriba de la mesa.
Para Brasil, Argentina y Paraguay se deben respetar los estatutos del Mercosur, en especial aquel que establece que ningún país dentro del bloque puede negociar por fuera de él sin el visto bueno de los demás (Decisión 32/00). Además de no caer bien a la interna del bloque la ida de Bustillo a Nueva Zelanda para pedir formalmente el ingreso al CPTPP, esta queja se suma a las negociaciones por un Tratado de Libre Comercio con China.
Los tres países advirtieron que "se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para la defensa de sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial", en caso de que Uruguay prosiga con las negociaciones individuales.
Esta semana, Lacalle Pou dijo que se sienten “en todo” el “derecho” de continuar con el posible ingreso al CPTPP, porque les asiste el “derecho internacional y los hechos recientes de decisiones que no son tomadas por consenso”. A modo de ejemplo, citó la primera baja de aranceles acordada entre Brasil y Argentina, y la baja de aranceles para beneficiar los productos y servicios de zona franca de Uruguay cuando pueden ser exportados al país del norte.