La interpelación de este lunes que terminó en la madrugada del martes tuvo varios momentos calientes. El senador del MPP Daniel Caggiani cuestonó la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. “Para mí, todo este episodio huele muy mal. Yo siento olor a podrido aquí”, marcó el senador frenteamplista. Y describió la situación como “una caja de pandora”.
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“¿Dónde está el presidente?” consultó el senador frenteamplista, Daniel Caggiani, sobre las consecuencias del caso Marset, prófugo que remitió una serie de videos que fueron emitidos en un informativo en el horario central. Para el parlamentario, Lacalle Pou es el gran ausente de esta trama.
Aclaró que no pone en duda la relación del gobierno en la entrega de un pasaporte a un narcotraficante. Sin embargo aseveró que cuando la sociedad observa que las responsabilidades no son claras, entonces “tenemos un problema mucho mayor”. En ese marco, solicitó que el presidente Luis Lacalle Pou se haga cargo de la situación.
Las palabras de Caggiani fueron brindadas durante la interpelación a los ministros de Interior, Luis Alberto Heber, y de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, quienes declararon en la Cámara de Senadores que el pasaporte expedido a Sebastián Marset fue entregado conforme a las normas, que corrió el trámite en tiempos acordes y que se detectó al subdirector de Identificación Civil “apurando” la expedición del pasaporte.
Para Caggiani, esta decisión equivale a “cortar por el lado más fino” y recordó que la fuga de Rocco Morabito mereció la entrega de la renuncia del exministro del Interior, Eduardo Bonomi, al presidente Tabaré Vázquez, que éste no aceptó.
“Yo siento olor a podrido aquí, siento por las explicaciones que se destapó una caja de Pandora”, criticó Caggiani, quien enmarcó el problema en el otorgamiento de este documento a un uruguayo detenido en Catar con profusos antecedentes por narcotráfico en varios países de la región. “Administrativamente bien, un pasaporte ‘perfecto’”, ironizó.
Criticó la falta de asunción de responsabilidades políticas por parte del gobierno. A esto, añadió que la norma no se interpretó en defensa de los intereses nacionales sino en función de los intereses de Marset.
Para el senador, se entregó un pasaporte de forma discrecional, se confirmaron reuniones y contactos entre autoridades interesados en el tema. “Es gravísimo, a mí me preocupa y no me alcanzan las explicaciones que se han dado”.
Reconoció su buena relación con Carolina Ache, subsecretaria de Relaciones Exteriores, “pero ¿desde cuándo es normal que en Uruguay las autoridades de nuestro Gobierno se reúnan con abogados de narcotraficantes?, esto nos tiene que hacer pensar”. “¿Qué mensaje estamos dando como sociedad, como Estado, como gobierno, como sistema político?”, sentenció el legislador.
“¿Dónde está Garcé?”, también consultó Caggiani. Acusó a Álvaro Garcé de concurrir poco al Parlamento.
Criticó que se pusiera el acento en el decreto de 2014 “del gobierno de Mujica”, y ahora se propone el cambio de este decreto. “Si ustedes van a cambiar ese decreto porque le dieron el pasaporte a un narco y van a dejar afuera a muchísimos uruguayos que hoy reciben el pasaporte y pueden venir a visitar a sus familias por fuera, que están indocumentados en varios países, háganse cargo, porque eso es lo que le vamos a hacer: no les permitimos votar, ahora tampoco le vamos a dar el pasaporte porque están indocumentados y porque le dimos un pasaporte a un narcotraficante; siempre por el lado más fino”, sentenció Caggiani.