Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Política Caja de Profesionales | profesionales | reforma

Transparencia y sostenibilidad

Hacia una necesaria profesionalización de la Caja de Profesionales

La Caja de Profesionales necesita un involucramiento estatal para su continuidad mientras se despliega una reforma integral.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Como es de público conocimiento, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios se encuentra en una situación crítica, marcada por la falta de respuestas adecuadas a las problemáticas económicas que enfrenta. A diferencia de otros sistemas de seguridad social, esta institución ha sido la única que no ha implementado hasta la fecha una política de asistencia económica que brinde el respaldo necesario a sus afiliados. Mientras otras cajas o sistemas han tomado la iniciativa de implementar medidas paliativas, la Caja de Profesionales se ha visto limitada en su capacidad de respuesta.

Propuestas de asociaciones profesionales

En primer lugar, existe un número considerable de asociaciones profesionales que han realizado propuestas contundentes, incluida la formación de algunas específicamente con el objetivo de aportar a la defensa de la Caja. Estos colectivos organizados han manifestado su preocupación, realizan estudios y presentan propuestas serias, independientemente de si los miembros están de acuerdo o no, siempre con el fin de proteger la institución. Sin embargo, ha habido una preocupante falta de diálogo y se ha ignorado la representación, no en el órgano más alto de la Caja, su directorio, sino en espacios genuinos de diálogo con participación y voz directa en los espacios de construcción. No solo se ha desestimado la propuesta y la participación de estos grupos, sino que las decisiones tomadas hasta ahora han carecido de soluciones efectivas y, en realidad, han resultado en una serie de ataques que han debilitado a la Caja.

Campaña de descrédito

En segundo lugar, se ha generado, de manera voluntaria o involuntaria, una campaña de descrédito hacia la Caja, una de las peores catástrofes que puede enfrentar una institución financiera. Esta situación ha sido alimentada por comunicados reiterados que anuncian la grave situación financiera, combinados con medidas que desincentivan a los profesionales a ser parte de la institución. Esta percepción negativa está coartando las posibilidades de trabajo y desarrollo profesional para muchos.

Desajuste financiero

El desajuste entre ingresos y egresos es otro problema crítico que debe ser abordado con urgencia. Particularmente, la falta de actualización de los aportes indirectos conforme al Artículo 71, sumado al tratamiento de excepciones sin una revisión adecuada y a la ausencia de control en su cumplimiento, han contribuido a la crisis actual.

Ampliación de la base de aportantes

La ampliación de la base de aportantes es un punto clave para la sostenibilidad de la Caja. Sin embargo, ésta no debe ser concebida como una penalización, sino como una oportunidad para integrar nuevos profesionales de manera equitativa. Quienes se integren al sistema deben saber que están realizando una contribución efectiva, recibiendo a cambio beneficios claros en situaciones de contingencia. Es fundamental pensar de manera amplia y creativa sobre cómo incluir a todos los profesionales, al tiempo que se implementan controles necesarios para aquellos que ejercen libremente su profesión y deben estar al día con sus aportes.

Necesidad de control y transparencia

En quinto lugar, la debilidad en los controles y en la gestión del sistema ha generado un entorno de falta de transparencia. Es esencial que se implemente un proceso que involucre al Estado, generando un espacio genuino de escucha y participación. La Caja debería recibir al menos el mismo apoyo que se otorgó a otros sistemas, apuntando en primer lugar a la generación de alternativas financieras que permitan su continuidad y, en segundo lugar, a abordar una reforma integral que recupere la Caja como una institución sólida y confiable. Cualquier reforma, como el tratamiento de los profesionales bajo la Ley 20.130, debe ser necesariamente pospuesta para atender la revalorización de la institución y luego ver alternativas realistas.

Necesaria profesionalización de la Caja

Existe un deber moral ineludible de profesionalizar la gestión de la Caja. Esto implica implementar reformas que aseguren la independencia y eficacia institucional, además de integrar mejores prácticas de administración y control. Cualquier cambio que vaya en contra de los intereses de los profesionales o que se base en decisiones apresuradas debe ser reevaluado.

La Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios enfrenta un momento decisivo en su historia. Las crisis previas han puesto a prueba su capacidad e integridad, pero la solución no radica en medidas cortoplacistas. Se requiere la creación de un sistema inclusivo, sólido y transparente. A través del diálogo, la profesionalización y una reforma bien fundamentada, es posible rescatar a la Caja y garantizar que continúe siendo un pilar esencial para todos los profesionales universitarios. Solo así podremos construir un futuro más promisorio, donde el acceso a la seguridad social no sea un lujo, sino un derecho accesible para todos.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO