Internación compulsiva: una "puerta giratoria" que no resuelve las crisis de fondo

Díaz subrayó que la internación compulsiva debería aplicarse solo cuando hay un riesgo evidente para la vida, como en casos de crisis agudas de salud mental o durante olas de frío extremas, tal como se estableció durante el gobierno de José Mujica. Sin embargo, expresó su preocupación por la falta de alternativas adecuadas para estas personas y señaló que muchos de ellos permanecen en la calle porque no encuentran refugios disponibles o porque no consideran que estos sean lugares seguros.

"Hay un problema muy grande concentrado en qué es lo que pasa con esta puerta giratoria que se está haciendo con esta población -que es la más vulnerable-, que es el ingreso a instituciones dentro del sistema de salud...yo creo que estamos corriendo el riesgo de cargarle al sistema de salud una responsabilidad -que es resolver el problema de la gente en calle- cuando no es responsabilidad".

Estigmatización

La diputada también destacó la creciente estigmatización de las personas en situación de calle, lo que, según ella, lleva a que la sociedad demande soluciones inmediatas que solo sacan a estas personas de la vista pública sin abordar las causas subyacentes. Díaz criticó que, en lugar de ofrecer soluciones a largo plazo como casas de media estadía o oportunidades laborales que permitan a las personas salir del ciclo de exclusión, se optó por una respuesta más punitiva que, en muchos casos, solo agrava la situación.

Díaz abordó el problema estructural que enfrenta Uruguay, donde, a pesar de un aumento en el empleo, la precariedad laboral y la informalidad llevaron a un empobrecimiento generalizado. Según la diputada, el 95% de los hogares uruguayos tienen hoy menos capacidad de compra que en 2019, lo que contribuye al aumento de personas en situación de calle.