Hasta fines del 2018 Juan Sartori era un desconocido en la política uruguaya. Sólo se sabía que presidía un poderoso grupo empresarial (Union Agriculture Group) que compró decenas de miles de hectáreas en el norte del pais y la Union Mineral Group que operaba en la minería.
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Entonces le debía casi 24 millones de dólares al BROU. Se afilió al Partido Nacional, puso casi 5 millones de dólares de su bolsillo y logró ser electo senador. Pero todo a su alrededor es poco claro, más bien oscuro.
Hace casi dos años que la Junta de Ética y Transparencia Pública (JUTEP) intimó al senador nacionalista Juan Sartori para que declare la situación patrimonial de su esposa, la ciudadana rusa Ekaterina Dmitrievna Rybolovleva, como obliga el artículo 12 de la ley 17.060.
Durante ese tiempo el senador ignoró primero la intimación y luego optó por presentar sucesivas chicanas, hasta llegar a plantear un recurso de inconstitucionalidad contra la ley ante la Suprema Corte de Justicia.
La decisión del máximo órgano de justicia fue lapidaria: la ley es constitucional y el querellante está obligado a cumplir con ella.
Ante esta situación la Jutep intimó a Sartori la semana pasada para que presente la declaración jurada de su esposa. Pero la representante del Frente Amplio en el organismo, Ana Ferraris, descubrió que el senador tenía parte en cuatro empresas que no había incluído en ninguna de sus declaraciones juradas.
Y por si fuera poco él mismo declaró un incremento patrimonial de 39 millones de dólares entre el 2020 y el 2022, pero sin explicar como ocurrió aunque dijo que “aumentó el valor de las acciones de una de las empresas declaradas”. Sin aportar ningún documento que lo probara.
La plata de su campaña
De la declaración de ingresos para la campaña electoral de octubre del 2019 presentada por Sartori ante la Corte Electoral, y que tiene validez como declaración jurada, surge un dato que abre las puertas del infierno al sistema democrático.
Según el documento, que está colgado en la web del mencionado organismo, Sartori puso de su bolsillo 185.950.000 pesos, equivalentes a 4.914.112 dólares al cambio de la época.
El 5 de setiembre del 2019 puso 4.550.000 pesos; el 16 del mismo mes 6.250.000 pesos; diez días después puso 38.250.000 pesos. El 9 de de octubre fueron 24.000.000 de pesos; el 18 puso 30.000.000 de pesos y una semana después 82.900.000 de pesos
La ley 18.485 de Partidos Políticos no establece límites de aportes para quienes ocupen el primer lugar en las listas (artículo 31) Ocurre que Sartori puso para su campaña, indirectamente para la del Partido Nacional, casi la misma cifra que toda la coalición de gobierno, la que según su declaración tuvo ingresos por un total de 190.261.244 pesos incluyendo los adelantos por votos.
Pero fue más que lo declarado por el Frente Amplio que sumó 175.879.374 pesos.
Las empresas no declaradas
En sus declaraciones juradas Sartori omitió mencionar cuatro empresas a las que está vinculado como director.
Las empresas fueron ubicadas por la representante del FA en la Jutep, Ana Ferraris, y motivaron una nueva intimación para que un plazo de 15 días presente el balance de sus empresas y justifique el incremento patrimonial.
Las empresas no declaradas son:
- Sunderland Association Football Club Limited, de la que es director desde 4 de agosto de 2018
- Sunderland Limited, director desde el 6 de mayo del 2021
- Madrox Partners Limited director desde 4 de agosto de 2018
- Moolec Science Limited, director desde el 25 de febrero de 2021
Curiosidades de las declaraciones
Por razones desconocidas Sartori omitió declarar su participación societaria en el club de futbol inglés Sunderland, sobre todo cuando ha reconocido publicamente tener acciones en esa entidad y periódicamente viaja a Londres a ver los partidos en los que juega.
En su declaración del año 2022 dice ser propietario de tres departamentos en Montevideo por un total de 2.900.000 dólares y uno en Londres cuyo valor es de 4.900.000 dólares.
Sin embargo reconoce tener un solo automóvil: un VW Buggy del año 1972. Dice tener depósitos bancarios por un total de 1.250.000 dólares, pero como único ingreso declara 161.778 pesos, equivalente a una parte de su sueldo como senador.
La respuesta de Sartori
En su cuenta de Twitter el senador nacionalista respondió a los cuestionamientos:: "Hablan de intimaciones y plazos. Aun no recibí nada. En mi declaración jurada menciono todas las empresas en las que tengo participación. NO HAY empresas mías sin declarar. En ningún momento incluí sólo mi actividad como senador. MIENTEN", enfatizó Sartori
Agregó que su patrimonio creció porque aumentó la cotización de sus acciones en una de las empresas declaradas". Luego consideró que hay mala fe o desconocimiento del mundo empresarial por parte de la representante del FA en la JUTEP (Ana Ferraris).
"Mi declaración personal está completa y validada por profesionales locales internacionales. El resto es circo" afirmó.
La posición del senador es una afrenta a la transparencia del sistema No sólo a la Jutep sino a todo el sistema político deberia llamar la atención que una persona que consigna como único ingreso su sueldo como senador que ultimamente no cobra porque no participa de las sesiones, que puso casi cinco millones de dólares de su bolsillo para acceder al cargo, que tiene un incremento patrimonial superlativo en dos años, con varias empresas no declaradas y que mantiene una situación poco clara ante la Unidad de Riesgo Crediticio del Banco Central, ejerza un cargo tan relevante y encima se niegue a cumplir con la ley.
La ley prevé sanciones. Alguna no se `puede cumplir porque, por ejemplo, no se le puede descontar el 50% de su sueldo porque en los últimos meses nada ha cobrado ya que no concurre al Parlamento.
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