La fiscal Gabriela Fossati que lleva adelante la investigación del caso contra Alejandro Astesiano, está centrada en el celular del excustodio de Lacalle Pou, y a partir de ello, busca nuevas pistas sobre otros delitos.
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La representante del Ministerio Público aseguró que a partir del celular se ha podido conocer el manejo del excustodio en otros pedidos hechos a autoridades públicas que tienen todos los visos de ser ilícitos.
Por eso, se realizaron diligencias al Ministerio del Interior para chequear si las potestades que se atribuía Astesiano eran “válidas o no”.
El excustodio está imputado por asociación para delinquir, tráfico de influencias y suposición de estado civil, pero a partir de lo encontrado en su celular, la fiscal presume que Astesiano podría estar involucrado en otros delitos.
“Se ha podido conocer el manejo de Astesiano en otros pedidos hechos a autoridades públicas que, a juicio de esta fiscal, tienen todos los visos de ser ilícitos”, señaló la fiscal.
Por este motivo, Fossati quiere saber si entre las funciones de Astesiano, se le asignaba ser el enlace con la Policía y el Ministerio del Interior.
Es decir si las facultades asignadas le daban la posibilidad de “requerir en cualquier momento apoyos y recursos” de estos y otros organismos públicos y entidades privadas.
Del teléfono surge, por ejemplo, que Astesiano pidió a un jerarca policial que envíe policías en moto a un tablado que se llevaba adelante en un club de fútbol del complejo habitacional en el que vivía, en Avenida Millán y Camino Lecocq, de donde también surgieron voces que lo acusaron de presuntas irregularidades y delitos.