La interna blanca no tiene paz. La lista 71 y su gente sobreviven como pueden a las denuncias que vinculan a Penadés con el delito de pedofilia. Hay crisis y se nota. La precandidatura de Laura Raffo se vio salpicada y hace lo que puede por seguir adelante. El secretario Delgado pica en punta en la interna, pero algún nubarrón aparece en el horizonte.
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El presidente de la República ha tenido una semana por demás agitada. Preocupado por el proyecto de reforma de la seguridad social, para su gobierno la madre de todas las reformas, aceptó los pedidos del general primero y de los colorados después. De todas maneras, más allá de su dicho campero “de echarle agua a la leche, pero que siga siendo leche”, el proyecto se terminó votando en la madrugada del pasado martes. Ahora pasará al Senado que, como dice un amigo mío, se ha convertido en una suerte de mera escribanía.
Tan preocupado estuvo el presidente por sacar adelante el proyecto, que en definitiva será de lo poco que tenga para exhibir a la hora de pasar raya y rendir cuenta de lo que hizo su gobierno; que llegó a entrar a sala, en un hecho sin precedentes, sentarse en los escritorios destinados históricamente a la prensa o a los senadores cuando acompañan las sesiones de la Cámara. Para los blancos fue destacado en las redes como el presidente que da la cara.
Para esta cronista, un gesto de presión al que no estaba acostumbrada; en estos casi 40 años que cubro las sesiones del Parlamento, nunca había visto a un presidente de la República ingresar a sala para seguir el debate. Y no será porque en estos años no haya habido momentos difíciles, y leyes en que le iba la vida al gobierno de turno. Eso sí, ingresó a sala pasadas las 7 de la tarde, con todos los canales de televisión conectados desde la barra a la hora de los noticieros centrales. Para Blanquita y compañía, una fiesta. Y los compañeros acreditados en el Palacio tuvieron preferencia para seguir la noticia casi en cadena nacional.
El presidente y Lorena aprovechan los fines de semana para salir de recorrida, siempre hay una feria para visitar, Melilla, Aceguá. No importa. El asunto es hacer lo que les gusta y les sale bien. Saludar, sacarse selfies, charlar con la gente y actuar como si estuviéramos en plena campaña electoral.
Juana, preocupada por las últimas noticias, decidió charlar con un viejo amigo, esos de fierro que siguen siendo blancos y de la interna la saben lunga. Decidimos encontrarnos en el viejo Club Español. Una verdadera joyita medio escondida en pleno 18 de Julio casi Ejido. Cuando se traspasan sus puertas de cristales y hierros, ya la puerta cancel, te sentís transportado a otro tiempo. Su amplio salón de piso en damero, sus paredes enteladas, su gran estufa de leña, su mobiliario de cuero antiguo y ese Quijote de madera que nos recibe al ingresar.
Resolvimos charlar tranquilos en una salida privada que tiene antes del gran comedor. Cuenta la leyenda que en tiempos de dictadura era uno de los lugares preferidos para reunirse de varios dirigentes blancos. Allí charlaban mano a mano los integrantes del triunvirato blanco en tiempos difíciles. Allí conversó Juan Raúl Ferreira con Carlos Julio Pereyra a escasas horas de haber recuperado aquel su libertad.
Lo primero que me comentó mi informante fue lo mal que cayó a la interna del Partido la crónica publicada en el semanario Búsqueda de dirigentes del herrerismo que respaldaron al Senador Penadés y se tomaron con cierta ligereza, los problemas judiciales que enfrenta el legislador blanco.
Según relata el periodista Federico Castillo, en una casona de Punta Carretas, a tres cuadras de la casa del mismísimo Penadés, se reunió la dirigencia de la lista 71y se llegó a decir “esto al lado de la embestida baguala (como llamaba Lacalle padre a las denuncias por irregularidades en su gobierno) es de bambis”. Otros llegaron a decir “esto es pan comido”. Y algunos llegaron a manifestar “esto es el herrerismo, acá no hay lugar para flojitos”. Cuenta la crónica que alguno sostuvo que la gente está más preocupada en que si le cobraron un penal a Peñarol.
Según supo Juana, el enojo fue grande. La nota fue leída con suma atención por el presidente Lacalle, que recibió el artículo subrayado de mano de su secretario eterno, Nicolás Martinez. Me dicen que no le gustó. Y que además está preocupado por la suerte que correrá el senador Penadés y las denuncias que lo vinculan al delito de pedofilia.
El dilema de la 71
El ministro Heber sabe, y sabe bien, que el problema que tienen por delante es grave. Más allá de que siga respaldando a Penadés y lo grite a los cuatro vientos frente a cualquier micrófono que se le ponga a tiro, Juana sabe que está preocupado y se le nota.
“Le creo a él”, dicen otros legisladores, las adhesiones estuvieron fundadas en un principio en el afecto, pero también influyó la importancia que tiene Penadés en una de las principales agrupaciones nacionalistas. El buque insignia del herrerismo.
Me cuenta mi amigo que es casi imprescindible la presencia de Penadés en la cohesión de dirigentes y militantes de la 71. Y la posibilidad de que esta se desgrane es la que está pesando en el ánimo de los dirigentes del sector que ve amenazado el grupo por la incertidumbre y la batalla judicial que se viene.
Me hace ver con inteligencia mi amigo que la lista 71 actualmente “tiene su nombre, la lista es suya” ante las autoridades electorales. En rueda de amigos, me cuentan, se preguntan cómo salvan la lista si no está Penadés. No olvidemos que las internas están a la vuelta de la esquina. Hace dos meses, que hoy parece una eternidad en razón de todo lo que ha pasado, el senador Penadés le dijo a Juana: “En setiembre arrancamos con los preparativos de la interna partidaria”.
La lista 71 es, además, una de las principales columnas de la candidatura de Laura Raffo. Y eso preocupa mucho. Penadés ha dado un paso al costado en las actividades partidarias, solo concurre al Senado y a las comisiones. En razón de ello, Raffo recorre el país del brazo del ministro Heber. Intenta de esa manera fogonear la candidatura, seguir como si nada hubiera pasado, mientras Heber lo apoya y Raffo dejó desde el minuto cero todo en manos de la Justicia.
La marcha de los tiempos judiciales no siempre coincide con los tiempos políticos. Todos sabemos que Penadés probablemente antes de que comience la campaña por las internas sea citado a declarar en la Fiscalía. Muchos temen que ese día termine formalizado. Es un escenario que no quieren vivir, pero que todos piensan por lo bajo. La lista 71 -y ese número en especial- está íntimamente ligada a la suerte del Partido Nacional en las últimas décadas.
Mientras apuramos un café en los mullidos sillones del Club Español, mi informante me hace ver que la interna de la 71 dará mucha tela para cortar. El miércoles la senadora Gloria Rodríguez estuvo muy activa, no solo en su cuenta de Instagram, sino también en los medios de prensa: habló con El Observador, Canal 12 y algún medio más.
En un comunicado que subió nos contó: “Nos pusimos al frente de esta conducción con otros compañeros… nadie puede negar la inteligencia y la capacidad de organización de Penadés, pero en la 71 no existe un monopolio del poder y, de forma coordinada, vamos a seguir con más fuerza que nunca”. La verdad, no se anduvo con chiquitas. No cayó bien el cerno de la histórica lista herrerista y ya veremos cómo sigue esta historia. La preocupación es mucha, las interrogantes sin respuesta son demasiadas y los ánimos no son los mejores.
La crisis de Alianza
El apoyo a Raffo ha dividido al viejo sector que fundara Jorge Larrañaga. Si bien huestes del Guapo hoy están dispersas, el senador Camy, como suele decir esta cronista, cree ser el dueño de la marca; a estar por los últimos acontecimientos, no la tiene tan fácil.
Hace unos meses un grupo encabezado por el director de Convivencia Ciudadana, Santiago González, el ex director general del Ministerio del Interior Calabria, la directora general de Registros, escribana Daniela Pena, y algunos más, resolvieron levantar campamento y adherir a la candidatura de Álvaro Delgado.
En ese entonces Camy había comenzado las conversaciones con Raffo e igual las siguió adelante, hicieron un congreso, charla va, charla viene. Faltaba poco para decidir, pero se revoloteó el gallinero. El intendente Guillermo Bezzosi, la historiadora Ana Ribeiro, subsecretaria del MEC, y el dirigente canario Richard Charamelo, director de Ancap, sostienen que tomar decisiones a las apuradas sería un error.
El intendente de Soriano, Bezzosi, fue claro: “Tomaremos una definición una vez que hablemos con todos los dirigentes”. Ribeiro no se anduvo con chiquitas: “Alianza no debería seguir a Raffo en honor a su fundador y creador, Jorge Larrañaga”.
Hace unos días Juana fue testigo presencial en la barra del Senado del ambiente complicado en la interna de Alianza. Se estaba por tratar en el orden del día de la última sesión ordinaria, del mes que ya termina, el tema de un puente en el paraje Andresito con el nombre de Jorge Larrañaga. Era lógico. Es cerquita de su histórica chacra, la que disfrutaba, su lugar en el mundo, como solía decir el Guapo.
El proyecto había sido presentado por el senador Camy y firmado por toda la bancada. Como suele ocurrir en estos casos, nadie se oponía y todos se aprestaban a dar su voto. Fue entonces que ingresó a las barras en malón, liderados por el secretario Delgado y Santiago González; la gente de Alianza, que saltó la portera y se fue con el secretario de la Presidencia. La cara de Camy se transfiguró. Se puso colorado y se le notaba. Si querían incomodarlo, lo lograron. El proyecto fue aprobado y nadie quiso quedar afuera del homenaje.
Raffo y el poder en Montevideo
Los problemas de la interna blanca se siguen sumando. El grupo liderado por Jorge Gandini sigue insistiendo en que la contadora Laura Raffo debe renunciar a la titularidad de la Comisión Departamental de Montevideo en razón de que sigue adelante con su precandidatura presidencial.
No se trata de una mera expresión de deseos del porlapatrista, hay más, va más allá de eso. Gandini le ha contado a quien le quiera oír que a la contadora Raffo se le creó una infraestructura que conlleva un salario rentado para desempeñar su función de cabeza de los blancos en Montevideo y armar una estructura sustentable de cara a la próxima elección departamental. Es más, insiste siempre en recordarnos que hasta una fundación tiene para trabajar con seriedad el departamento.
Raffo, sin embargo, le restó importancia a estas objeciones y sigue adelante visitando intendentes, concurriendo a eventos de sur a norte y de este a oeste del país. Se saca fotos, sube selfies a sus redes y con el ministro Heber, o con algún dirigente de ocasión del herrerismo, sigue trabajando por su precandidatura a presidente por los blancos.
Delgado va por más
La candidatura del secretario Delgado se consolida en el Partido Nacional. Me recuerda mi informante que una encuesta que circula en los despachos de la dirigencia blanca, Álvaro Delgado pica en punta y consolida sus vínculos con asesores en economía, trabajo, salud y agro. El pintoresco intendente de Artigas, Pablo Caram, uno de los intendentes leales al secretario, lo imagina “en una campaña corta”, por la ventaja que tiene de conocer y recorrer todo el país.
Delgado suma hoy la friolera de tener tras sus espaldas el apoyo de tres senadores, 14 diputados y, según pudo saber Juana, el no despreciable número de siete intendentes. No olvidemos que Cacho Vidalín, de Durazno, lleva meses zurciendo y bordando en pos de su candidatura. La visibilidad de un cargo clave en el Ejecutivo al que se suma que acompaña al presidente a todos los actos rodeado del aparato publicitario del gobierno lo tienen como el candidato ideal para relevar a Lacalle Pou en 2024. El miércoles de esta semana un nubarrón, que tendremos que dimensionar qué tan grande es, lo preocupó.
Un audio de la declaración de Astesiano en Fiscalía, difundido por el periodista Eduardo Preve, lo compromete seriamente en negociados vinculados a los rusos y los pasaportes. Si bien Delgado lo negó, el audio circula por todos los despachos y no cayó bien en la Torre Ejecutiva. Como vemos, la interna blanca sigue movida y antes de que llegue la primavera, fecha clave para arrancar con la interna, el Partido Nacional prosigue dando temas para conversar y notas para escribir.
Textos: Juana de la Barra